destreza a bordo

Escapada a la falda

Integrantes del grupo santafesino Turbina viajó a La Falda invitados por cordobeses que comparten la misma pasión por los vehículos todo terreno. Los anfitriones prepararon una guía que incluyó el reconocimiento de circuitos por tierras donde atravesó el Rally Dakar.

Agustín Garbarino

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En nuestra publicación de abril presentamos al Team Turbina, conformado por un grupo de propietarios de camionetas todo terreno, amantes de las excursiones, como la que realizaron el primer fin de semana de mayo. Nicolás Cafaro, quien diariamente se gana la vida como Analista de Sistema, es el interlocutor del grupo encargado del relato.

Aquel fin de semana largo, el grupo compuesto por 14 personas y 6 camionetas se dirigió hacia La Falda, Córdoba, aprovechando la invitación de unos amigos con la misma pasión. “Como estas relaciones nacen desde la amistad, conocimos en un evento en Santa Fe a otro grupo de gente de Córdoba (denominados Pasión 4 x 4) que nos invitaron a que nos hagamos una escapada para allá.”

Un destino como La Falda es bueno para esta actividad, ya que queda cerca y se puede recorrer el trayecto en un fin de semana. “Un grupo se fue el jueves a la tarde y el otro el viernes por la madrugada, así que pudimos disfrutar del fin de semana todos juntos. Conseguimos una casa en Cosquín para hacer base y desde ahí movernos”

Por los caminos del Dakar

El grupo optó por hacer circuitos, ya que La Falda no tiene un grado de dificultad alto. “Estos amigos que nos recibieron allá conocen a fondo el lugar y nos hicieron las veces de guías para ir a distintos lugares. Estuvimos en muchos tramos por donde pasó el Dakar; esta gente estuvo trabajando en esta parte del rally por su conocimiento de la zona.”

“El obstáculo principal que encontramos es la piedra, en algunos casos sumada al barro y las subidas y bajadas con mucha pendiente. El viernes nos juntamos a las 11 de la mañana para salir, no es un horario normal ya que cuando uno va hacer una travesía no sabés con que obstáculo te vas a encontrar, por lo que tenés que salir lo más temprano posible, tal vez hacés 2 horas de marcha bien y después tenés 3 para subir una pendiente. En este caso, como teníamos a la gente de La Falda como guías, nos podíamos tomar el margen de salir más cerca del mediodía.”

El almuerzo, un ritual

Antes del almuerzo se manejó en un circuito de dificultad media atravesando algunos zanjones. “El almuerzo es algo que respetamos religiosamente (entre risas) porque las comidas son lo más importante; el off road es la excusa para sentarnos a descansar y pasar un momento lindo y olvidarnos un poco de las obligaciones personales de cada uno.”

Después del almuerzo arrancaron nuevamente, hasta un lugar que describió como el mejor de la jornada. “Hicimos una bajada de unos 150 metros y desde ahí subimos hasta un lugar donde había una gran piedra de un diámetro de 500 o 600 m. que debimos bordear, lo que nos demandó 1 hora y media para pasar con las 6 camionetas.” Obviamente la vuelta es por el mismo lugar, por lo que el tiempo es el mismo para volver. “El sábado arrancamos a la misma hora, en este caso circuitos con canales y grandes zanjones.”

La prioridad del grupo es pasarla bien y divertinos. Si no se llega a destino no importa, lo importante es no arriesgar por demás, son vehículos de valor y se trata de cuidarlos mucho ya que son el elemento de trabajo de más de uno en la vida diaria. “No tuvimos mayores inconvenientes en ninguno de los días, por lo general vamos de a 2 personas por vehículo, conductor y acompañante, que baja constantemente para marcar el camino y verificando que la camioneta no golpee nada.”

escapada a la falda

Falto el cigarrillo. Después de la aventura, los protagonistas forman parte del paisaje.

Foto: Team Turbina.

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