Adolescente embarazada fue asesinada a golpes
Espantoso crimen en Romang
Novio de una menor de 16 años dijo haber hecho con ella un pacto suicida, la mató brutalmente, pero llegado su turno se arrepintió.
José Luis Pagés
La oscura y tortuosa relación que de cuatro años a esta parte unía a un joven sanjavierino de 23 años con su prima adolescente de 16, acabó trágicamente ayer a la tarde, en medio de un desolado paraje rural.
En la Comisaría 2a. de Romang se tuvo noticia del terrible y conmovedor suceso cuando un vecino del lugar llegó para contar que “el Nocho Hurt”, lo había visitado para confiarle que terminaba de matar a su novia embarazada.
Un vocero de prensa de la Policía santafesina hizo mención a esa denuncia y confirmó que al acudir al lugar del hecho la comisión que envió la Jefatura de San Javier tropezó con un cuadro espeluznante.
En medio de un campo y bajo la rama de un árbol del cual colgaba una soga encontraron que, el cuerpo sin vida de María Luisa Sanchez yacía entre los pastos con el cráneo destrozado por golpes demoledores.
Una vez confirmado el horrendo crimen cometido a dos kilómetros al oeste de la Ruta 36S otra patrulla de la Comisaría 2a. fue por el supuesto matador y lo detuvo en su casa del barrio Obrero.
Según distintas versiones circulantes, el asesino, armado de un palo, destrozó la cabeza de la desgraciada criatura y después de saberla muerta -confesó en sede policial-, ató la soga a una rama con intención de colgarse por el cuello y así terminar con sus días, pero para eso le tembló la mano, le faltó coraje.
En un primer informe, el médico de la policía que apuntó las lesiones observadas en el cadáver hizo especial mención de los golpes que el matador asestó en la cabeza de la víctima.
Entre otras lesiones traumáticas, los golpes propinados con una rama produjeron en la víctima un estallido del cráneo con pérdida de masa encefálica. Pero si lo referido no fuera suficiente para graficar el salvajismo del agresor, el rostro de la pobre chica se veía desfigurado. Frente, pómulos y maxilar inferior estaban despedazados.
Ya en sede policial y a disposición de la justicia el matador intentaría explicar o justificar su acto. La relación que sostenía con su prima, desde cuando aquella tenía 12 y él 19 años de edad, era resistida por el grupo familiar y por ese motivo -una vez confirmado el embarazo- los dos, de común acuerdo, decidieron poner fin a sus días.
El “Nocho” puso todo su empeño en terminar con María Luisa pero a la hora de cumplir su parte, armó un tétrico escenario pero en seguida se arrepintió. Al parecer, los golpes que descargó sobre la inocente víctima, agotaron su furia homicida.