Satisfacción de Binner, tras el encuentro con Cristina

“Un cambio de actitud necesario”

De la redacción de El Litoral

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El principal resultado que el gobernador Hermes Binner se trajo de la reunión con Cristina Fernández de Kirchner -la cuarta desde que ella asumió como presidenta- fue la reunión misma. Además de haber sido “muy cordial y positiva”, el mandatario santafesino la valoró en el marco del diálogo institucional, político y económico abierto por la Casa Rosada después del 28 de junio, al que consideró “un cambio de actitud del gobierno que era una necesidad y es una base fundamental para el consenso”.

En términos más concretos, el mandatario provincial obtuvo el compromiso presidencial de “resolver deudas” que la Nación tiene con Santa Fe, que por distintos conceptos suman unos 4.000 millones de pesos.

No obstante, Binner aclaró que “es una deuda que tiene varios orígenes. Tiene origen en la falta de respuesta a la Caja de Jubilaciones provincial, tiene origen en viejas deudas que fueron pagadas con bonos, en los presos federales que hoy están en cárceles provinciales, tiene origen en la Afip, en viviendas, en escuelas. No hablamos de montos porque creo que es un tema de discusión en cada uno de sus puntos en particular”. En ese sentido, la presidenta instruyó al ministro del Interior, Florencio Randazzo, para que avance en la resolución de esos endeudamientos con ministros del gobierno santafesino.

El encuentro se desarrolló en un clima de cordialidad, y comenzó con un obsequio: el libro “Las maestras de Sarmiento”, de Julio Crespo, que dio pie a la mandataria para traer a colación sus diferencias ideológicas con el prócer, pero también para reconocer sus aportes en materia educativa. Binner acudió solo, tal como se le había indicado, y junto a la presidenta estuvieron el ministro del Interior, Florencio Randazzo y el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.

Haciendo números

El gobernador informó a la presidenta que Santa Fe tiene en este momento un déficit “manejable”, pero que la situación mejoraría considerablemente si la Nación cumple con sus compromisos atrasados. “Además le hemos transferido la idea de que es necesario acceder a algunos créditos que hacen a la reforma del Estado, en este caso con el Banco Interamericano de Desarrollo, que sería muy provechoso para la provincia de Santa Fe”.

Esto por cuanto “es una provincia extremadamente larga, que tiene grandes demandas comunicacionales”, con lo cual obtendría “una mejora en la administración del Estado” en caso de poder contar con esos recursos.

“La verdad es que fue una reunión muy cordial de la cual participaron también los ministros Aníbal Fernández y Florencio Randazzo e indudablemente que se abren también nuevas conversaciones que permitan evaluar las cuestiones fundamentales que hacen a la construcción de una provincia de Santa Fe mejor y también de una Argentina normal, con derechos, donde podamos incluir a los excluidos, donde pensemos que la obra pública tiene que tener un fin social, que se enfrente al Bicentenario con políticas claras, con proyectos comunes que verdaderamente sea un punto de partida fundamental para la construcción de esa Argentina que todos queremos”, concluyó Binner.

Buenos auspicios

La segunda jornada de reuniones con gobernadores de parte de la presidenta, que había comenzado el martes con encuentros con el jefe de gobierno porteño Mauricio Macri y con el chaqueño Jorge Capitanich, se completó con una audiencia con el salteño Juan Urtubey, antes de que la jefa de Estado viajara a Asunción del Paraguay para participar de la cumbre del Mercosur.

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, coincidió con Binner en calificar de “excelente y altamente auspicioso el diálogo, que fue frontal, responsable y criterioso”.

Anticipó que la semana que viene continuarán las reuniones con gobernadores a razón de dos por día, pero se abstuvo de informar quiénes serán los próximos convocados. Hasta ahora los gobernadores justicialistas que han sido recibidos mantienen su acercamiento con el gobierno nacional, a diferencia, por caso, del cordobés Juan Schiaretti.

La presidenta se comprometió a atender las deudas acumuladas de la Nación con la provincia, a través del ministro Randazzo. Se habló de la situación agroindustrial, pero no de las retenciones.

“Un cambio de actitud necesario”

Binner valoró la disposición presidencial y la retribuyó con un libro sobre las maestras importadas por Sarmiento.

Foto: DyN

/// EL DATO

Misión

Probablemente uno de los factores que contribuyó a la cordialidad y distensión del encuentro fue que, aunque se analizó la crítica situación de la agroindustria santafesina y sus consecuencias sobre el empleo a raíz del conflicto con el campo, no hubo un tratamiento en particular de la cuestión de las retenciones a las exportaciones de granos. “No es mi misión hacer de mediador con el campo”, aclaró Binner.

/// análisis

Instantánea

Emerio Agretti

Ni tanto, ni tan poco. El genérico compromiso de trabajar sobre la cuestión de las deudas que la Nación acumula para con la provincia no implica que necesariamente vayan a ser cubiertas, ni ahora ni nunca. Pero genera alguna expectativa mayor que un cerrado desconocimiento de su existencia. El análisis de la delicada situación socioeconómica que surge de la crisis del sector agro-industrial y el impacto del conflicto con el campo pone el foco en una cuestión de interés determinante para la provincia, pero no proveyó indicios de que vaya a haber un aporte que supere el diagnóstico.

No hubo más resultados concretos que computar en particular, fuera de la importancia de la reunión en sí, que es indudable pero también en alguna medida relativa. Que el gobernador pueda estar cara a cara con la presidenta, no como hecho extraordinario sino como parte de un esquema de reuniones permanentes entre funcionarios de primera línea, es un giro brutal en una relación donde los representantes de la provincia se veían sometidos a un sistemático ninguneo, y a esperas dilatadas o infructuosas para tener un contacto con meros subsecretarios o directores, sin posibilidad de fogonear de manera directa y permanente los planteos ante los principales responsables de cada área.

Todos los actores coincidieron en remarcar la distensión y el buen clima que favorecieron la conversación, lo que seguramente merecerá evaluaciones dispares según desde donde provengan. El tiempo demostrará si esto tendrá una traducción perceptible en términos de federalismo y atención de las necesidades de la provincia, y si la hiper-promocionada reunión de ayer tendrá más valor que el de la foto y las declaraciones diplomáticas de circunstancias. Por ahora no es poco, aunque tampoco tanto.