Llegan cartas

Ferrocarriles

Pascual Ferrero.

DNI. 5.659.459

Señores directores: El suplemento Campo Litoral (11 al 18/7/2009) donde se visualiza uno de los complejos de molienda de soja más importante del país, es un valioso documento para demostrar al mundo cuál es la base de nuestra economía y el aporte que le dan las distintas firmas cerealeras.

En ese contexto corresponde hacer conocer el hecho histórico de la primera inversión de este tipo que, sobre el río, realizaron las firmas: Buyatti, Visentín, Nidera, B. Born, Dreyfus, en la playa de una estación del ferrocarril llamada Pino San Lorenzo, que se llamó: “Terminal Seis”, construyendo cada una sendos silos de descarga para los vagones y su correspondiente traslado mecánico hasta su carga en barco. La reunión, se realizó, a la sombra de unos árboles, concretándose mediante acta este importantísimo emprendimiento que se denominó: “Terminal Seis” y pasó a ser el primer puerto cerealero del país con estas características.

Tal fue su importancia y necesidad de transporte que motivó la construcción de los vagones Tolvas Graneleros, con descarga directa por el piso, por porte de los talleres de Laguna Paiva, que realizaron una tarea excelente; esto, unido a la llegada de máquinas Diesel eléctricas conformaron un eficiente y seguro transporte de los granos, desde las estaciones que, mediante Ley 19.076 permitían la instalación de silos cerealeros en sus playas y galpones para el acopio.

Lamentablemente, malos gobiernos desmantelaron los ferrocarriles y hoy queda muy poco de lo que fue.

Revertir esta anormal situación es la tarea de sanos funcionarios y políticos que quieren un país diferente, progresista y seguro. Creo que no es mucho pedir.

La transgresora

María Angélica Francia de Dalla Fontana.

Hoy, pienso transgresora, / no uso metáforas, ni rimas. // Quiero beber simplemente de esta fuente, / dormitar empapada de rocío, / suspirar recordando mis amores, / y descansar llenando de patria mis pupilas. // Hoy, añoro mi tierra puro humus. // Siento el olor de sus entrañas, / palpo el horadar de sus raíces, / guardo en mi puño su calor de madre / y bendigo el haber nacido tuya.