Destino Rusia

De Cecco: jugador de grandes ligas

El armador del seleccionado nacional confirmó a El Litoral que recibió una oferta muy importante y luego del Sudamericano se incorporará a su nuevo equipo.

Luis Gudiño

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Cuando vuelve a Santa Fe es feliz; sobre todo si es verano, ya que asegura que lo que más extraña además de su familia y sus amigos, es el calor, ya que vive de invierno en invierno.

Luciano De Cecco tiene 21 años, y luego de una temporada en Italia, donde fue el armador del equipo de Montechiari que ascendió de categoría, y destacado como el MVP de las finales, ahora su destino es Rusia.

El armador del seleccionado argentino de vóleibol, que hizo sus primeros paso en Gimnasia y Esgrima de Santa Fe, para luego transitar por Bolívar, Belgrano e Italia. Fue uno de los protagonistas principales del gran cambio de la Argentina a nivel mundial, del prestigio que está recuperando nuestro seleccionado de la mano del entrenador Javier Weber.

En diálogo con El Litoral, en su corta estadía en su ciudad natal, antes de reincorporarse al equipo nacional que entrena con vistas al Sudamericano, “Cachete” comentó sus vivencias y habló sobre su presente y futuro.

—¿Qué balance haces después de la Liga Mundial?

—Sumamente positivo. Fue emotivo, llegar luego de dos meses de competencia a una Final Six,con un grupo relativamente nuevo, que nunca había jugado junto, es bastante importante. La prensa lo reflejó destacando que hicimos historia, que entramos a las finales por mérito propio. Para nosotros haber clasificado fue cerrar una etapa de la mejor manera.

—¿Qué le falta a Argentina para estar a la altura de las potencias?

— Nosotros sabemos que tenemos un bajo nivel de fuerza, que no saltamos como los cubanos a 3,50 metros. Pero somos conscientes de que tenemos otras cosas: lo técnico-táctico del equipo, como jugamos y nos movemos. Además, estamos convencidos de que con el grupo, de aquí a tres años, sabiendo el ciclo olímpico a Londres podemos ganarles a algunas potencias. Ya demostramos que podemos jugarles de igual a igual, les ganamos a Francia, a Serbia, estuvimos cerca de Cuba. Obviamente, Brasil está siempre uno o dos escalones más arriba que el resto; hace 7 años que están juntos, juegan de memoria, se hace difícil ganarles. En la Final Six, le hicimos nosotros más partido que Rusia, tanto en puntos como a nivel de juego. Sabemos que ellos son superiores, pero no les tenemos ese respeto como le tienen otros equipos. Siempre vamos con la mentalidad de que tenemos que ganar todos los partidos y si perdemos es porque los otros son mejores, no porque nos dejamos ganar.

—¿Qué fue lo que les aportó Javier Weber al grupo?

—Justamente eso, mentalidad ganadora. La motivación ante los partidos y dejar bien en claro a lo que jugamos. Todos los partidos para nosotros son importantes, desde jugar con Bolivia a enfrentar a Brasil, a todos les queremos ganar y no dejamos ninguna pelota por perdida. La expectativa que creamos y la que vamos a seguir generando.

—¿Sería mejor que la mayoría juegue en Europa o los que están en la Argentina tienen alto nivel?

—Depende la competencia que tengan. Los chicos de Bolívar tienen el privilegio de jugar torneos internacionales, Mundialitos de clubes, tienen roce, enfrentando a Unisul de Brasil, con Marcelinho, Joao Pablo, de la selección brasileña. Asimismo, hay otros que no tienen la posibilidad de irse al exterior, pero también demuestran que pueden y se esfuerzan.

—¿Hay equipos que los felicitaron por la forma en que jugaron en la Liga Mundial?

—Sí, los franceses, nos dijeron que hicimos una segunda ronda muy buena. Claro, ganamos muchos partidos. Causamos un poco de sorpresa, nadie daba que Argentina llegaría a las finales, al contrario, nos ubicaban últimos de la zona, no éramos favoritos y eso nos favoreció al no tener presiones, jugamos como entrenamos y sacamos lo mejor de nosotros.

—¿Cómo hacés para que no te tomen la mano de tu armado?

—Siempre trato de hacer un juego que no salga de las perspectivas del grupo. Obviamente, nos juntamos con Javier Weber y los otros armadores, organizamos las tácticas que hacemos y las que no nos conviene, los cambios, las rotaciones, por donde salir. Los rivales saben cómo jugamos y cómo armamos, nos estudian y siempre tenemos que variar.

—¿Que Javier Weber haya sido armador, te ayuda?

—Tenemos un feeling particular. Nos miramos y sabemos por dónde salir en los momentos clave, en instantes en que va mal. El conoce muy bien a sus jugadores, la confianza que le merecen. Los armadores sabemos cuál es la mejor pelota de cada uno cuando ataca y tratamos de expresarla en ciertos momentos del set. A veces sale, otras no, depende de la recepción y como juegue el otro equipo.

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En familia. Luciano junto a su madre, Graciela Gianotti, ex jugadora de vóleibol, y su hermana, Giuliana, integrante del plantel de Gimnasia y Esgrima.

Foto: Luis Cetraro

/// EL DATO

Lo que viene

“Para mí, ahora vienen el Sudamericano y el Premundial. No voy a poder jugar la Copa América, ya que voy a estar en el exterior para esa fecha. El objetivo del Sudamericano es llegar a la final y ver si le podemos ganar a Brasil; mientras que, en el Premundial, obviamente deseamos clasificar para Roma 2010, lo que sería muy bueno”, puntualizó Luciano.

/// LO IMPORTANTE

Su futuro

“La rusa es una de las ligas más fuertes del mundo; te diría que es la segunda mejor en importancia. Tuve propuestas de Formosa y de Tigre, ambas para jugar la Liga Nacional; también una de Grecia, además salió lo de Rusia y no dudé, por la diferencia económica y de nivel competitivo. En Italia se cerró la puerta, y prioricé Rusia, más allá de apreciar todas las ofertas argentinas. Por ejemplo, uno de los armadores en ese país es el de Estados Unidos, a quien yo admiro, y lo voy a poder enfrentar en el torneo”, aseguró el destacado jugador santafesino.

/// ADEMÁS

La experiencia italiana

Luciano de Cecco dijo que “fue una temporada bastante difícil. Armaron un equipo para ascender directo, perdimos cuatro cotejos seguidos en la segunda ronda y se complicó todo. De primeros pasamos a sextos, hubo un revuelo, trajeron otro armador, pasé a ser suplente por dos partidos. Después volví y, desde entonces, ganamos todos los encuentros. Llegamos al play off, jugamos una serie final muy buena y ascendimos, me eligieron MVP de las finales y cerré el año bien, me gané respeto al llegar el primer año a la A2 italiana y haber ascendido. Eso produce que muchos equipos te quieran y que esté en carpeta de muchas sociedades”.

Otro de los motivos por los que no le fue fácil su estadía en Italia, fue haber vivido un tornado y, luego, un terremoto. “Vino completito el año...(risas). Un día estábamos entrenando, sonó la campana de la ciudad y nos avisaron que se acercaba un tornado, que teníamos que escondernos en nuestras casas, pero yo vivía en un piso 22. Estabamos con unos compañeros, y vimos cómo se venía. Bajamos rápido y, por suerte, el tornado pasó por las afueras de Roma. Gracias a Dios, no pasó nada”, indicó.

“Otro día, jugamos un partido y me lesioné, estaba acostado, haciendo reposo, no podía pisar porque me había contracturado el gemelo. Como a las 3 de la mañana sentí gente que gritaba, sonaban las sirenas, la campana, y comenzó a moverse todo, se caían las cosas. Otra vez, bajé los 22 pisos saltando en una pierna por la escalera, con un short y una remera. Me quedé abajo, esperamos al otro día, hasta que pasó todo. Después, me hicieron la resonancia: no tenía nada, por suerte, en la pierna, y volví a la normalidad”, comentó.

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En casa. El armador del seleccionado argentino de vóleibol, en su retorno a Santa Fe.

Foto: Luis Cetraro