Polémicas bases estadounidenses
EE.UU. cree que debe explicar
mejor su acuerdo con Colombia
Autoridades militares norteamericanas dicen que las preocupaciones de los países sudamericanos son válidas.
Télam-AFP-EFE
El acuerdo para utilizar siete bases militares en suelo colombiano es la formalización de una alianza en vigor desde hace años, aseguró ayer el gobierno estadounidense, aunque reconoció que hace falta transparencia para calmar la preocupación en la región.
Autoridades militares de Estados Unidos consideraron que Washington debe “explicar mejor” y “hacer lo más transparente posible” el proyecto de que militares de ese país operen en bases colombianas, al reconocer como válida la preocupación de los países de la región por el tema.
“Creo que tenemos que explicar mejor lo que estamos haciendo y hacerlo de la manera más transparente posible, porque todas las preocupaciones son válidas”, aseguró el subjefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense, James Cartwright, en una conferencia de prensa junto al secretario de Defensa, Robert Gates.
El acuerdo militar para que Estados Unidos utilice siete bases colombianas, durante un período de 10 años, que podría firmarse este fin de semana, es visto con preocupación por casi todos los países sudamericanos, y rechazado de manera rotunda por Venezuela, Ecuador y Bolivia.
La cuestión empeoró las deterioradas relaciones del gobierno colombiano de Álvaro Uribe con las administraciones venezolana de Hugo Chávez y ecuatoriana de Rafael Correa, a la vez que despertó recelos y críticas en Brasil, Argentina y Uruguay.
“Si están preocupados, tenemos que describir mejor lo que estamos haciendo para asegurarnos de que disipamos esas preocupaciones del mejor modo posible”, precisó Cartwright, según informó la agencia de noticias DPA.
El tema dominó el lunes pasado la cumbre de la Unasur, que en 15 días volverá a ser analizado en una reunión extraordinaria en Bariloche, esta vez con la presencia de Uribe, quien días atrás viajó a todas las capitales de Sudamérica para explicar a los mandatarios que el acuerdo apunta a combatir el narcotráfico y la guerrilla de las Farc.
“El objetivo estratégico es ser capaces de proporcionar a los colombianos lo que necesitan para continuar sus esfuerzos contra las amenazas internas que tienen”, subrayó Cartwright, quien aclaró que el acuerdo es un asunto de la relación bilateral con Colombia.
De la misma manera, el jefe del Pentágono argumentó que las actividades contra el narcotráfico que Estados Unidos realiza en América Latina “no son acciones unilaterales”, sino que se hacen en colaboración con otros países.
“La necesidad de reconocimiento, de ser capaces de encontrar laboratorios y esas cosas... Nosotros les damos algunos activos para ello, que nuestros aliados agradecen. Y de eso se trata en realidad: de cómo trabajamos juntos y de manera más efectiva con nuestros aliados en la región para ir tras los cárteles de drogas”, insistió.
La semana pasada, la Casa Blanca envió a su asesor en Seguridad Nacional, James Jones, a dar explicaciones en Brasilia sobre los alcances del acuerdo.
Jones fue recibido por Lula Da Silva, por el canciller Celso Amorim, y por el asesor presidencial para Asuntos Externos, Marco Aurelio García, quien tras escuchar los argumentos del enviado estadounidense aseguró que “aún no están claros” para el gobierno brasileño los objetivos del acuerdo, al que considera “resabios de la Guerra Fría”.
Estrecha alianza
La alianza con Bogotá es la más estrecha que tiene Washington en la región, desde la aprobación en 1999 del Plan Colombia que implicó hasta la fecha un desembolso de decenas de miles de millones de dólares y de transferencia de material militar.
Pero el número de militares destacados en el país sudamericano es de sólo 600, además de centenares de contratistas privados, según precisó Frank Mora, viceconsejero sobre América Latina del secretario de Defensa, Robert Gates.
“Este acuerdo simplemente formaliza lo que ya casi existe en este momento”, explicó Mora en conversación telefónica.