Dicen que tuvo “nulos” resultados

Opositores cierran filas ante el fracaso del diálogo político

La UCR se pronunció ayer con un duro documento. Giustiniani sostuvo que el gobierno “no entendió” el mensaje de las urnas. Carrió convocó a unirse para resistir la “embestida” de Kirchner.

De la redacción de El Litoral

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A un mes de la convocatoria presidencial al diálogo político, los partidos que aceptaron el convite evaluaron que tuvo “nulos efectos” y que “el gobierno no ha dado muestras de entender” la necesidad de establecer bases de consenso para transitar el período abierto tras las elecciones del 28 de junio. El efecto, en todo caso, viene a revertir en parte el que produjo en primera instancia, al dividir las filas de la oposición. Ahora, quienes en principio acogieron el diálogo con algún beneplácito -sea en versión entusiasta o renuente- llegaron a la misma conclusión a la que Elisa Carrió se había anticipado, y que le valió fuertes críticas.

“Ahora, todos saben que no era caprichosa ni irracional”, dijo esta mañana Carrió, al recordar la manera en que fue descalificado su rechazo a la convocatoria, y lamentó que “se ha entregado mucho poder a (el ex presidente Néstor) Kirchner por la impericia de toda la oposición”.

Pero así como la chaqueña puede reivindicar su postura a la luz de los resultados, socialistas y radicales pueden atribuirse haber puesto lo suyo para que el diálogo prospere, y descargar exclusivamente en el gobierno la responsabilidad del fracaso. La UCR lo hizo ayer en conferencia de prensa, y mediante la difusión de un duro documento, donde considera que “convocar al diálogo para “ganar tiempo’ ha sido una maniobra perversa que buscaba legitimar la hegemonía K, pero en realidad contribuyó a perder oportunidades y aumentar el descrédito”.

“No entendieron”

Para el senador Rubén Giustiniani (PS Santa Fe), “el gobierno no ha dado muestras de responder a lo que han sido las demandas ciudadanas planteadas el 28 de junio. En su negativa a derogar el decreto del tarifazo, con los números del Indec que se alejan cada vez más de la realidad y la ratificación de una metodología que ignora al Congreso y concentra las facultades en el Ejecutivo, como ha demostrado con los superpoderes y la delegación de facultades, ha dejado de lado la búsqueda de consenso con la oposición, en lo que debiera ser el avance en el diálogo político. Y lo mismo con el magro aumento a los jubilados, cuyos haberes van a seguir muy atrás de la inflación”.

En diálogo con El Litoral, y al recordársele que el socialismo fue el que mejor recibió la convocatoria, sostuvo que “nosotros seguimos insistiendo en que el país necesita un acuerdo económico y social, y que el consenso y el diálogo son el método para lograrlo. Lamentablemente, todavía desde el gobierno no se entiende esto”.

Giustiniani coincidió con la evaluación de sus socios de la oposición, en el sentido de que estas cuestiones se dirimirán ahora por la confrontación de votos en el Congreso. Y, al respecto, sostuvo que la situación del oficialismo se sigue complicando en el Senado, y recordó que lo hará aún más después del recambio del 10 de diciembre. “De todas maneras, aun cuando consiga la mayoría, va a ser muy ajustada”.

El Comité Federal de la UCR, en tanto, resolvió “emplazar” al oficialismo a que “responda sobre la agenda que llevamos a la mesa de diálogo”, que incluía temas como la pobreza, el Consejo de la Magistratura, el Indec, superpoderes y políticas sociales, entre otros. El pedido se realizará a través de una nota al jefe de Gabinete Aníbal Fernández, a un mes de la charla que mantuvieron los referentes del Acuerdo Cívico con el ministro Florencio Randazzo, en la que se le adjuntará una copia del documento que emitió la cúpula radical (ver “Textuales”).

Abroquelamiento

Carrió aseguró haber retomado “con Gerardo Morales y la gente de principios de la UCR una estrategia común frente al poder”, y remarcó que el gobierno “no ha escuchado nada, absolutamente” el 28 de junio, cuando se celebraron las elecciones legislativas nacionales. “Lo que he visto ayer fue la reasunción del poder en la UCR por parte de Gerardo Morales frente a otros sectores que querían pactar con el gobierno, y esto me alegra enormemente”, continuó.

Carrió recordó que había calificado de “trampa mortal” la convocatoria del gobierno, y que, sin embargo, “fui incendiada en plaza pública por periodistas, políticos y muchísima gente”.

La dirigente vaticinó que “vienen días muy difíciles para la Nación. Se lo ha reanimado (a Kirchner) entregándole el triunfo, y ahora hay que abroquelarse para defender a la sociedad de una nueva embestida. Una cosa era ir al Parlamento con la legitimidad ganada en las urnas y sin concederle aire a Kirchner, con lo cual se hubieran podido ganar votaciones; ahora la situación se torna francamente difícil. Pero vamos a salir”, aseguró.

Finalmente, dijo que “nosotros somos institucionalistas: Cristina Kirchner y Julio Cobos tienen que gobernar, ambos. Ni estamos con un gobierno que quiere vengarse de la sociedad, ni estamos con aquellos sectores que están propiciando otro tipo de cosas”.

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Las leyes avanzan en el Senado

La prórroga de las facultades delegadas en el Poder Ejecutivo, que ayer obtuvo media sanción de la Cámara de Diputados, y el límite del 5 por ciento a los denominados “superpoderes” se tratarán el jueves próximo en el Senado, donde el oficialismo confía en superar cómodamente los 37 votos necesarios para lograr la aprobación.

Ayer, en un breve trámite, las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Presupuesto emitieron dictamen de mayoría a favor de las iniciativas impulsadas por el gobierno. En la sesión del jueves próximo, se intentará también dar sanción definitiva a la promoción para fabricar equipos electrónicos en la provincia de Tierra del Fuego, a partir de un incremento de impuestos internos para productos electrónicos importados y producidos en el país, con la excepción de una selección específica producida en esa provincia austral.

El Frente Para la Victoria (FPV) está seguro de obtener los votos necesarios para aprobar estas leyes, aún cuando en el caso de las Facultades delegadas y los superpoderes la oposición anticipó que se pronunciará en contra. Hasta el senador radical mendocino Ernesto Sanz consideró “probable” que el proyecto consiga su sanción definitiva ya que advirtió que “el oficialismo tiene una mayoría más que importante, más importante incluso que en Diputados”.

Opositores cierran filas ante el fracaso del diálogo político

Cristina Fernández de Kirchner, Gerardo Morales y Elisa Carrió.

Textuales

El diálogo convocado por el gobierno fue la bala de plata: la gastó.

Treinta días sin resultados positivos han hecho perder al país una gran oportunidad y al gobierno su chance de lograr consensos. Sin embargo, la presidenta y los funcionarios no se mueven del día a día, según marca la intensidad de las tapas de los diarios.

El país sigue esperando responsabilidad, honestidad y franqueza de los funcionarios y principales dirigentes del oficialismo justicialista. Falta energía, se pierden las reservas, se encarece la vida, y no se vislumbran políticas a mediano y largo plazo de ningún tipo.

La señal de las mayorías populares es contundente. Frente a una economía en crisis, el campo y la industria; las Pymes y el comercio; los jubilados y los trabajadores; la inflación y los tarifazos requieren mucha mayor atención que espurios negociados con corporaciones de cualquier signo.

El principal problema no es el fracaso -ya insalvable- del modelo kirchnerista, sino el sufrimiento de las familias argentinas que cada vez tendrán menos de todo.

Los que insisten en creer que este gobierno es progresista, mientras despilfarra dineros de la educación y la salud en populistas transmisiones de fútbol profesional; multiplica sus asociaciones con los más sospechados, y pretende más caja con aumentos desmedidos de los servicios esenciales, o son necios o son cómplices.

La Argentina está al borde de un colapso social que pone cerca de la muerte a miles de niños y niñas; deja fuera del sistema a miles de jóvenes, y conmina a los trabajadores y jubilados a la miseria, mientras los ricos más prebendas consiguen. (Extractos del documento de la UCR)