PERFILES

TEXTOS. REVISTA NOSOTROS. FOTO. LUIS CETRARO

Claudio Hechim

Con toda una vida dedicada al canto, presentó su primer cd, además “en vivo”: “Dejando huella”.

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Intérprete de lo nuestro

 

LOS COMIENZOS. “Mi vieja me manda a guitarra a los siete años y bombo a los ocho: folclore neto. Eso sucedió en Vera, pero yo me mudaba seguido. Como mi viejo era bancario, lo y “nos” trasladaban. Después me toco vivir en Santa Clara de Saguier. Me acuerdo que a los once años me presenté al primer festival, una especie de concurso en el que se avanzaba mediante aplausos. Llegué a la final. Lo anecdótico es que en una de las canciones me olvidé la letra y me paré de golpe. Como era chico, pareció simpático. Pero yo todavía hoy, cuando canto, uso atril. Obviamente, sé las canciones de memoria, desde luego, pero tengo las letras en un atril para mayor seguridad... Yo nací en un pueblo cordobés en el “61. Y a fines de los sesenta se vivía una época dorada en el folclore. Así que ya desde chico tuve un primer encuentro con las buenas letras y grupos. Se escuchaba a Cafrune, Los Chalchaleros, más adelante Los Fronterizos, Atahualpa... Luego fui atinando y afinando gustos, pero parte de ese material ya estaba. Al ingresar a participar en distintos grupos, me contacté con otras formas, lo que se llamó el folclore de proyección, con más arreglos, más moderno. Eso me contactó con otras formas de interpretar. Se te va abriendo la cabeza. Y allí sumé otros gustos, que conservo: el Chango Farías Gómez, El Dúo Salteño, Los Trovadores, Grupo Vocal Argentino, Buenos Aires Ocho, Supay, Opus Cuatro...”

EN SANTA FE. “A los doce o trece años vengo a Santa Fe y me radico definitivamente, hago el secundario y los amigos acá, practico fútbol, tenis, estudié ingeniería de Recursos Hídricos -me arrepentí a tiempo (se ríe)-, trabajé en un banco por diez años y tengo hoy un salón masculino. Pero más allá de todo esto, lo que siempre me apasionó, lo que estuvo siempre es el canto... Siempre canté. Estudié canto y en el “83 me vinculé con el Coro Universitario Independiente, como barítono. Ahí empiezo a tener una participación activa en dúos, cuartetos, octetos, dentro del orfeón y también solista. El coro te aporta técnica vocal, te enseña a emitir sonidos, a colocar la voz, respiración, audioperceptiva. Con el coro además viajamos tres veces a Europa a festivales internacionales. El coro es muy bueno además para leer partituras, te da oficio y la audición de armonías”.

CAMINO AL ANDAR. “Fui integrante de muchos grupos vocales en los últimos veinticinco años, Primero, en 1986 el Folclórico Santa Bárbara, que ganó el Pre Cosquín ese año. En 1988 integré Los Arribeños, conocido grupo con el cual recorrí distintos escenarios. En 1990, participé con La Fuente, finalista también en Pre Cosquín. Desde hace diez años, paralelamente a mi actividad en conjuntos, canto como solista, también en diversos escenarios. Es otra cosa: como solista vos elegís canción por canción tu repertorio, e interpretás con tus arreglos, gustos, posibilidades. En estos momentos, además de la actividad como solista participo del Grupo vocal e instrumental Socios y no socios. Fueron muchos grupos y en el listado seguramente me voy a olvidar de alguno. Obviamente en todo este tiempo, tanto en grupos como solista, me acompañaron diferentes músicos que también enriquecieron mi trabajo”.

MATERIAL PROPIO. “La idea de contar con un material discográfico propio es importante para presentaciones futuras, es una muestra de lo que uno hace. Lo encaré con toda seriedad. Al ver que los costos en un estudio de grabación eran muy elevados, opté finalmente por una grabación en vivo. Fue una decisión acertada, no ya en lo económico, sino por la magia y la adrenalina del momento, la espontaneidad, que es irrepetible. El recital que grabamos fue en El Solar de las Artes en mayo de este año, con sala llena y un público muy respetuoso que permitió hacer bien el trabajo. De ese recital me quedé con las canciones que más me gustaron. Hay diferentes ritmos que abren el abanico de posibilidades: un gato, un valsecito, una zamba, una chacarera, un bailecito, una litoraleña, lo que va marcando distintas regiones del país. Las letras son selectas, me gusta la buena poesía. En esta ocasión me acompañaron Pablo Ayala en guitarra y Gonzalo Díaz en percusión. Quiero destacar también el trabajo de diseño de Berenice Ortiz, quien interpretó muy bien lo que quise hacer. Y Javier Escandell, quien tuvo a su cargo la masterización del disco. Estoy satisfecho con el trabajo, porque más allá de que no tenga quizás la elaboración y corrección que permite un estudio de grabación, se perciben -y me gusta que así sea- la espontaneidad y la calidez del momento. Cuando lo tuve en mis manos, mis hijos -Nadia y Justo- hicieron una buena síntesis: tenemos un hermanito, porque es cierto que es como un hijo. ¿El nombre del CD? En esto de mostrar los distintos autores y letras de los poetas, uno va dejando registros, huellas. Esta es mi huella, lo que quiero difundir.


 

así soy yo

INTÉRPRETE

Claudio Hechim nació en Berrotarán (Córdoba), en 1961. Estudió guitarra, bombo y canto con diferentes profesores. Participó en diversos grupos vocales y coros para dedicarse al canto solista desde 1999.

ACTUALIDAD

Tiene previstos recitales en donde expondrá “Dejando huella”, CD que puede conseguirse en El Arca del Sur -Irigoyen Freyre 2935- o en San Martín 3600. “Dejando huella” es su primer CD y un gran logro, apenas una muestra, un sueño. Y como músico independiente, se sabe, no es una tarea sencilla. “Pero es lo que me apasiona”.