De los despidos a la reactivación
Nueva mesa de diálogo entre los
industriales y la CGT rosarina
Se reunieron en Rosario con participación del arzobispado. Instaron a que el gobierno nacional ponga en marcha el Consejo Económico Social, “para que el país logre serenarse”, dijo De Mendiguren.
De la redacción de El Litoral
Corresponsalía Rosario
El salón auditorio de la CGT-Rosario fue el escenario donde confluyeron ayer al mediodía los referentes locales de la central obrera, el arzobispo de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan, directivos de la Federación Industrial de Santa Fe y de la Unión Industrial Argentina, quienes expresaron su preocupación por el difícil panorama laboral y productivo de la región, e instaron a que el gobierno nacional ponga en marcha el Consejo Económico Social. También sentaron las bases para la conformación de una mesa de diálogo regional, que enviará sus conclusiones al gobierno nacional.
Néstor Ferraza, anfitrión del encuentro, fue quien abrió la conferencia de prensa al plantear la necesidad de avanzar en las distintas alternativas de diálogo que se han abierto a nivel nacional y provincial, donde se debe “mantener el compromiso de todos los actores de la economía para detener los despidos y reactivar la producción”.
En esa línea, Ferraza destacó el acuerdo al que llegaron las cámaras empresariales y la CGT a fines de julio pasado cuando se elevó el salario mínimo vital y móvil a 1.500 pesos.
El titular de la CGT rosarina resaltó que la puesta en marcha de la mesa de diálogo regional, junto a Fisfe y la Iglesia, no busca competir con la Comisión Multisectorial de Defensa del Empleo, que se gestó en el ámbito del Ministerio de Trabajo para articular soluciones de cara a la crisis laboral.
Al lado de Ferraza estaba sentado el Juan Carlos Schmid, secretario de Formación y Capacitación de la Confederación General del Trabajo (CGT) a nivel nacional, quien destacó la necesidad de que en el país funcione una herramienta de diálogo entre los distintos sectores en el seno del Consejo Económico Social. “No debe tratarse de un diálogo para la foto, sino una instancia de conciliación de intereses que genere las condiciones para que el país recupere la senda del crecimiento”, apuntó el sindicalista.
A su turno, José Ignacio de Mendiguren, secretario de la Unión Industrial Argentina (UIA), afirmó que el sector que representa tiene “grandes esperanzas en la constitución del Consejo Económico Social”, porque según enfatizó “hay que avanzar con el diálogo para que el país logre serenarse. La Argentina tiene una excelente oportunidad a partir de la crisis y en este actual escenario político y económico no se debe seguir confrontando”.
Lo peor ya pasó
El industrial señaló que “lo peor de la crisis ya pasó”, ya que “hay señales alentadoras” en el país. En el marco de su visión optimista de la coyuntura económica aseguró que “las señales no tienen que ser buenas sólo para los inversores, sino también para el resto de los protagonistas de la economía, como lo son los consumidores, porque si no hay consumo no habrá inversión. Nadie invierte para fabricar lo que no se vende”.
De Mendiguren consideró que la única receta válida que se conoce en el país para salir de definitivamente de la crisis “es que se incremente la producción. El objetivo es centrar toda la energía en mantener los niveles de actividad”, dijo y descalificó a los economistas y sectores que “piden un ajuste”.
“En la historia de este país, se usó mucho la imaginación para lanzar ajustes, pero esas recetas salvaron a un sector en perjuicio de otro”, aclaró.
A la par de la visión optimista de las perspectivas económicas del país, De Mendiguren admitió que “la rentabilidad de las empresa bajó a causa de la erosión que marcó la creciente inflación y la caída del volumen de la producción. Esto se dio a partir del segundo semestre de 2008 y 2009”, admitió.