Sigue peleando entre los mejores
Del Potro continúa sumando puntos, experiencia y respeto
El tandilense perdió la final del Masters 1000 de Canadá con el escocés Andy Murray, flamante número 2 del escalafón internacional, que al término del encuentro tuvo buenos gestos para con el argentino.
Caballerosidad. Murray festejó con modestia, en tanto que Del Potro aceptó la derrota con altura (más allá de su metro 98). Son dos exponentes destacados del presente, y serán grandes animadores en el futuro.
Foto: Agencia EFE.
Alejandro Galetto
Adrenalina pura. Eso se sentía desde los latidos del corazón cuando estaba concluyendo ese bendito (o maldito) segundo set del duelo. Del Potro se mostraba francamente destruido desde el aspecto físico, pero entero en el anímico, su motor de emergencia en la tarde de ayer en la tórrida jornada canadiense.
Era fácil inferir que la final del Masters 1000 de Montreal era para Del Potro en dos parciales o para Murray en tres. Por eso, el desenlace de ese segundo capítulo adquirió una importancia capital para las aspiraciones de Juan Martín, el tandilense. No pudo, es cierto, pero la sensación que queda flotando no es agria, para nada.
Inclaudicable
El resultado final fue innegablemente negativo; terminó en derrota. Sin embargo, nada podrá borrar la sensación de que Juan Martín Del Potro ya se ha ganado un lugar muy trascendente en la consideración de los mejores tenistas del planeta.
Muy a pesar de su estado físico, que condicionó sus chances de alzarse con el triunfo, el escocés Andy Murray no había podido asegurarse sus opciones de victoria hasta que comenzó el tercer set. Pocas veces pudo desbordar al argentino (que por momentos se mostró estático en exceso, fundamentalmente en el segundo parcial) no sólo porque éste se las arreglaba para complicarlo con sus furibundos contraataques, sino también por los propios errores no forzados del británico, muestra de la inseguridad que el tandilense le generaba de manera constante.
El arma más destacada para lograr llevar a semejante situación al oriundo de Dunblane fue su servicio, cada vez más determinante en el juego de “La Torre de Tandil”. Por supuesto que también consiguió apoyarse en su incontenible drive, que despide con un swing extraño que impide a sus rivales leerlo correctamente; para completar la dificultad de su golpe, el resultado es un viaje muy plano de la pelota, lo que resta tiempo para la defensa.
Los hechos hablan por sí solos; detrás de ellos, no se necesitan las palabras. Andy Murray, flamante número 2 del planeta tenis, debió luchar muchísimo para quedarse con el triunfo. Evidenció momentos de nerviosismo extremo por no encontrar las armas para desbordar al gigante albiceleste, siempre recordando que la condición física era diametralmente opuesta a la de Del Potro, que el sábado había terminado muy tarde un encuentro que le demandó más de dos horas.
A ello se le debe sumar la seguidilla de partidos que viene disputando desde la semana pasada, un total de 9 en trece días. El choque final se extendió por dos horas y 44 minutos y se definió por 6-7 (4), 7-6 (3) y 6-1, aunque el último capítulo no resiste ningún tipo de análisis, al menos desde el aspecto tenístico.
A futuro
Cada paso que da Del Potro parece ser largo y hacia adelante. Da la sensación constante de que en cada partido aprende y madura. Con esta proyección, no es descabellado pensar que en un par de temporadas estará peleando por el número 1 del mundo. ¿Aventurado? Existen argumentos para desterrar esa pregunta.
En dos años, el tandilense habrá logrado una madurez incalculable e inestimable. No quedan dudas acerca de que mejorará todos sus golpes, ya que por su juventud aún es muy permeable a los progresos técnicos.
El actual número 1, Roger Federer, ya estará pisando los 30 años, lo cual seguramente no lo alejará del top ten, pero le dificultará mantenerse entre los mejores 3. El caso de Rafael Nadal es toda una incógnita. Tendrá edad como para seguir en lo más alto (25) pero los problemas que acusa en sus rodillas le restan expectativas. Así las cosas, y siempre que no explote algún jugador joven, la cima del ranking estará entre Murray, Djokovic y el argentino.
Nuestro representante es el más joven de los tres y hoy, cuando aún le resta experiencia, está al nivel de ellos, los pelea a la par y hasta ha sabido derrotar al escocés. Las perspectivas, dejando de lado los imponderables, son las mejores.