Llegan Cartas

Favaloro, San Martín y el Cruce de Los Andes

M. Carlos Visentín.

DNI: 2.389.173.

Señores directores: En esta carta, transcribo una pequeña parte del libro del René G. Favaloro “¿Conoce Ud. a San Martín?”, que aconsejo leer. Nos relata: “El cruce de la Cordillera de los Andes sólo era posible por sendas tortuosas al borde de profundos precipicios que, al no existir carta topográfica, sólo era recorrido el terreno por baqueanos... San Martín elaboró su proyecto del cruce en absoluta reserva. “Si mi almohada conociera ese secreto —decía— la mandaría a quemar”.

“En realidad —continúa Favaloro— son seis las rutas: dos al norte, por la Serena y Coquimbo; dos al centro, por el valle de Aconcagua y Chacabuco, y dos al sur, por San Gabriel, Curicó y Taica. Pero el movimiento libertador se inicia en septiembre de 1816 con el capitán José León Lemos, quien al mando de 55 milicianos tiene por mandato de San Martín tomar las guardias españolas de San Gabriel, para hacer creer que por allí vendrían otras tropas. Un temporal impide concretar la acción, pero el objetivo de engañar al enemigo se logra. El 9 de enero de 1817 el Tte. Cnel. Juan M. Cabót, a través del Paso de Guana, inicia el cruce con sus milicianos y toma la provincia de Coquimbo. El 12 de febrero, el Tte. Cnel. Ramón Freyre por el Paso del Planchón ocupa la ciudad de Taica. Más o menos en la misma fecha el Tte. Cnel. Francisco Zelada, por el Paso de Comecaballos, ocupa Copiacó. Todo esto provoca un gran desconcierto y temores en los españoles, y adhesión de los patriotas chilenos. El 18 de enero de 1817 el Cnel. Juan Gregorio Las Heras parte con 35 Jefes y Oficiales 683 soldados y 30 granaderos y al día siguiente lo sigue el Capitán Fray Luis Beltrán, con el parque de maestranza. Pero el grueso parte entre el 19 y 25 de enero con San Martín, Soler y O’Higgins al frente por el Paso de los Patos. Luego de algunas escaramuzas, el 1º de febrero el ejército alcanza los 3.400 metros de altura cruzando por el paso Bermejo una parte, y la otra por el Paso Iglesias. Por medio de baqueanos informa a las tropas que vienen por el Paso de los Patos que hay que regular marchas y llegar juntos a reunirse en el valle de Aconcagua, y lo hacen llegando con exacta precisión el mismo día y listos para dar batalla.

No hay cifras exactas, comenta Favaloro, y expresa que se perdieron muy pocos hombres por la puna y los accidentes; también se dice que de 10.600 mulas sólo restaban 4.300; de 1.600 caballos quedaban 615, de los cuales sólo 200 estaban en perfectas condiciones. Se ha comparado a San Martín con Napoleón, y Favaloro al respecto dice: “Es un craso error” y justifica ese acento con el siguiente análisis: “Frente de operaciones: Napoleón: 160 km. / San Martín: 800 km. Ancho de la zona montañosa: Napoleón: 100 km. / San Martín: 350 km. Altura máxima franqueada: Napoleón: 2.500 m / San Martín: 5.000 m; recorrido: Napoleón máxima: 280 km. mínima 135 km. / San Martín: máxima 750 km, mínima 380 km. Rodados: Napoleón franqueó con todos sus vehículos y artillería pesada; San Martín sin poder llevar ningún rodado. Recursos: Napoleón: tuvo poblaciones y valles con producción para darle de comer a la tropa; San Martín tuvo sólo valles áridos sin forma de alimentar a sus soldados”.