Trascendencia nacional e internacional

Líneas de investigación para poder controlar la enfermedad de Chagas (II)

Se buscan identificar las causas que impiden eliminarla de la lista de problemas de salud pública con el fin de diseñar políticas de prevención y tratamiento efectivas. La detección en los bebés, la evaluación de la calidad de la atención del paciente, pruebas rápidas a partir de la sangre del cordón umbilical y aportes económicos que se reciben para llevar adelante los trabajos. Conceptos del Dr. Sergio Sosa Estani, investigador del Conicet, y del Dr. Fernando Rubinstein, participantes en este proyecto que se lleva a cabo en siete provincias argentinas y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, así como en Brasil, Bolivia, Honduras y México.

(C) AGENCIA CyTA - FBCB/UNL- CONICET SANTA FE - EL LITORAL

Otra línea de investigación está destinada a identificar determinantes -o factores de riesgo- de pérdida de oportunidades para el diagnóstico y tratamiento etiológico de niños infectados congénitamente con Trypanosoma cruzi en la Argentina. “Hasta ahora, con los métodos de que disponemos, antes de que el bebé salga del hospital se puede hacer el diagnóstico usando una técnica sensible pero muy engorrosa de realizar. El método consiste en buscar el parásito en una pequeña muestra de sangre del bebé, pero exige mucho tiempo de observación en el microscopio, y la capacidad de detección depende de la habilidad del observador. Si los resultados dan negativo, de todos modos se debe realizar un seguimiento del bebé hasta los diez meses de edad, lo que genera una alta pérdida de oportunidad ya que los papás, muchas veces, no prosiguen el estudio”, explica Sosa Estani. Frente a esta realidad, el investigador y sus colegas están evaluando las dificultades que se presentan en los hospitales para garantizar la continuidad del control. “Nuestro objetivo es ajustar procedimientos en el hospital y mejorar nuestra comunicación con las familias para que regresen a los controles”, subraya el científico.

Aportes económicos

El estudio antes aludido cuenta con financiamiento del Centro Internacional Fogarty (EE. UU.), y se realiza en cooperación con la Escuela de Salud Pública y Medicina Tropical de la Universidad de Tulane, del citado país; con el Instituto Maternidad Nuestra Sra. de las Mercedes, de la provincia de Tucumán, y con la Maternidad Sardá, de Buenos Aires. “En la actualidad, estamos preparando otro estudio para buscar maneras prácticas de diagnosticar la infección congénita en el bebé. Hasta ahora, en la mayoría de los casos, se debe seguir hasta los diez meses de edad para la confirmación, pero estamos buscando estrategias para reducir el seguimiento a no más de tres meses”, agrega el entrevistado.

Evaluación de la calidad de la atención del paciente

Otro trabajo en desarrollo consiste en evaluar la calidad de la atención de los pacientes afectados con T. cruzi, residentes en áreas endémicas de la Argentina. “Este estudio tiene por objeto estimar la tasa de cobertura del tratamiento e identificar las causas que dificultan la accesibilidad al diagnóstico y al tratamiento de los niños menores de quince años a nivel de los servicios de salud de diferentes regiones del país”, señala el Dr. Fernando Rubinstein, investigador y director académico del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (Iecs), con sede en Buenos Aires. El estudio, coordinado por el Iecs en cooperación con el Centro Nacional de Diagnóstico e Investigación de Endemoepidemias (Cendie), sito en la Capital Federal, y con el Servicio Nacional de Chagas y jurisdicciones provinciales, ha recibido un subsidio de investigación del Programa Carrillo-Oñativia de apoyo a la investigación, que otorgan el Ministerio de Salud de la Nación y la Fundación Bunge & Born.

El uso de la sangre del cordón umbilical

Por último, un proyecto, finalizado poco tiempo atrás, se dirigió a evaluar el uso de sangre del cordón umbilical usando pruebas rápidas, que dan resultado en quince minutos, para detectar la infección con T. cruzi en mujeres embarazadas que llegan al parto. “Esta línea de investigación evaluó una metodología que permite detectar la infección en las madres de una manera muy práctica. El test rápido consiste en un dispositivo sobre el cual se coloca una gota de sangre del cordón umbilical, en forma similar a los tests caseros de embarazo, y dependiendo de la presencia de anticuerpos, o no, una raya da resultado negativo, y dos rayas, positivo”, se explaya Sosa Estani. Esta técnica sería útil en lugares donde existe baja cobertura de control pre-natal. La evaluación de este método se llevó a cabo en la Argentina, Honduras, México y Bolivia.

Presente y futuro esperanzadores

“Los conocimientos que generan este tipo de trabajos son clave para mejorar la calidad de atención de la población. Una vez que ya se logró la interrupción de la transmisión por transfusiones en la Argentina, gracias a los controles ejercidos sobre los donantes, y se alcance la ansiada interrupción de la transmisión a través del vector (la vinchuca), diagnosticar y tratar oportunamente a las personas ya infectadas permitirá eliminar la enfermedad de Chagas como problema de salud pública”, concluye el Dr. Sosa Estani.

En la ciudad de Santa Fe

Cabe señalar que, en el ámbito de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la UNL, funciona el Centro de Investigación de Endemias Nacionales donde, desde hace años, se realizan estudios sobre tratamiento en niños y adultos, así como investigaciones en Chagas congénito, y abordajes interdisciplinarios en distintas poblaciones con participación de la comunidad.

Fuentes: Agencia CyTA - Instituto Leloir (Bs. As.) y Dra. Mirtha Streiger (FBCB/UNL). Selección y adaptación: Lic. Enrique A. Rabe (ÁCS/Conicet Santa Fe).

Líneas de investigación para poder controlar la enfermedad de Chagas (II)

La población rural está más expuesta a convivir permanentemente con la vinchuca, insecto vector del Mal de Chagas. Foto: Archivo El Litoral