XVII Congreso de AAPRESID

El riego suplementario la clave en cultivos intensivos

La mayor parte de la producción agropecuaria nacional se desarrolla en ambientes subhúmedos o semiáridos, por lo que uno de los principales factores que limitan la producción o generan una importante variabilidad interanual en los rendimientos, es la escasez e inadecuada distribución de las precipitaciones.

Eduardo Martelloto; Aquiles Salinas; Edgar Lovera

Área Recursos Naturales y Agronomía EEA Manfredi

Durante los últimos 25 años, el INTA junto a otras instituciones públicas y privadas, vienen trabajando para mejorar la eficiencia del uso del agua por parte de los cultivos. La Siembra Directa fue el primer gran salto en pos de este objetivo, logrando entre muchos beneficios, mejorar la captación y almacenamiento del agua en el suelo, minimizando las pérdidas por evaporación y escurrimiento. Otro gran aporte lo está dando el mejoramiento genético a través de la obtención de materiales que utilizan más eficientemente el agua disponible, para producir granos o forraje.

Estos dos ejemplos, junto con el mejoramiento en el manejo de cultivos (fertilización, MIP, control de malezas, etc.) nos ha permitido aumentar sustancialmente los rendimientos en los últimos años.

Junto con el mejoramiento agronómico se produjo un importante aumento en los precios de los commodities, que llevó a un interés por parte de los productores e inversionistas financieros, aumentando la superficie sembrada año tras año. Esta situación trajo como consecuencia un aumento en los precios de la tierra y de los alquileres, a veces por encima de valores normales. Los buenos resultados económicos, generaron que la agricultura se fuera extendiendo hacia zonas tradicionalmente ganaderas y/o cubiertas por monte, desplazando a la ganadería a zonas más pobres y ambientes más frágiles. Junto con los beneficios del aumento de la rentabilidad de las empresas agropecuarias, se generaron situaciones no deseadas desde el punto de vista ecológico como los problemas de desmonte sin planificación y eliminación de pastizales naturales.

Riego Suplementario

Entre las alternativas que puede manejar un agricultor para aumentar su producción, el riego suplementario aparece como una opción muy interesante, sobretodo en áreas productivas como la provincia de Córdoba, San Luis, Tucumán, Salta, etc., que cuentan con recursos hídricos suficientes.

De acuerdo a la experiencia del INTA Manfredi en Córdoba, el riego suplementario se encuentra en franco crecimiento y esto está motivado por los resultados obtenidos en estos últimos años.

De las más de 110.000 has regadas con pivotes en la provincia (Manfredi, 2008), en su mayoría con aguas de perforaciones, utilizan aguas de buena a muy buena calidad lo que permitiría esperar un bajo nivel de aumento del contenido de sales de los suelos regados, produciendo en general un mejoramiento en las condiciones físicas y biológicas de los mismos debido al aumento de los residuos aportados por los cultivos.

Los resultados de los análisis de aguas realizados en el laboratorio de INTA Manfredi, sobre un total de 258 muestras, indican que el 96 % presenta moderado a bajo riesgo de salinidad (Conductividad eléctrica) y en el 95 % tiene moderado a bajo riesgo de sodificación (RAS aj.), esto indica que en la mayoría de los casos se está utilizando para riego aguas de buena calidad

Eficiencia

En la provincia de Córdoba, la cantidad de agua aplicada en los principales cultivos (trigo, soja y maíz), varía según la localidad, aumentando desde el centro Sur, con unos 180 mm. anuales promedio, hasta alcanzar cerca de 400 mm en el noroeste provincial, relacionado con los mapas de precipitaciones y déficit hídricos.

Eficientizar el uso del agua aplicada es fundamental, por lo que el hecho de regar sin control puede llegar a ser económicamente contraproducente. Definir el cuándo y el cuánto regar es posiblemente uno de los puntos más “flojos” de los regantes, ya que requiere de la elaboración de un balance hídrico basado en datos climáticos (evapotranspiración del cultivo y precipitaciones) y datos edáficos (capacidad de almacenamiento de agua del suelo).

Con esta información se puede monitorear la humedad disponible y la demanda diaria para definir cuándo se debe regar; la lámina está definida por la velocidad de infiltración que tenga un determinado suelo y la superficie que se tenga para regar (varias posiciones) por cada máquina de riego. Las restantes prácticas de manejo en general deben adecuarse al potencial de rendimiento según ambiente, utilizando cultivares de alto potencial de rendimiento, manejando densidades de siembra, determinando dosis y formas de aplicación de fertilizantes, etc. Las mejoras que se han obtenido en los rendimientos en la EEA. Manfredi, son muy notables como se puede observar en los cuadros de rendimientos obtenidos, pero no solo es importante el aumento de la producción, sino también la estabilidad de los rendimientos lo que le mejora la predictibilidad del negocio agropecuario.

Eficientizar el uso del agua aplicada es fundamental, por que el riego sin control puede ser económicamente contraproducente.

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Entre las alternativas que puede manejar el productor para mejorar su producción, el riego suplementario es una opción muy interesante.

Foto: josé zenclussen

En la Tabla se presenta la evolución de la producción de los principales cultivos de la provincia de Córdoba, comparando los rendimientos del trienio 1970-73 con los obtenidos en el trienio 2005-08.

Cultivo

1970/73 (kg/ha)

2005/73

(kg/ha)

Diferencia

(en %)

Diferencia

(70/73-05/08 kg/ha)

trigo

1.051

2.476

135

1.425

soja

1.000

2.842

184

1.842

maíz

1.879

7.333

286

5.454

girazol

552

2.021

266

1.469

sorgo

2.2029

5.610

176

3.581

maní

1.100

2.556

132

1.456

prom. kg/ha/año

1.268

3.803

196

2.537

Fuente: Área de Economía, Estadística e Informática. INTA. Marcos Juárez, Secretaría de Agricultura Pesca y Alimentación de la Nación, Secretaría de Agricultura de Córdoba.

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En Córdoba, la cantidad de agua aplicada en los principales cultivos, varía según la localidad, aumentando desde el centro Sur hasta el noroeste.

foto: archivo

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Monitoreo

En resumen, podemos decir que el riego suplementario utilizado con todos los cuidados que requiere el monitoreo de los acuíferos y de los suelos regados, puede ser una alternativa sobretodo para que pequeños y medianos productores puedan crecer sin necesidad de aumentar sus superficies productivas, ya que esto genera la salida de productores del sistema, además se evitaría el avance de la agricultura sobre ambientes frágiles y susceptibles de deteriorarse fácilmente (erosión, desmonte, contaminación, etc.). Otra ventaja es la posibilidad de incorporar producciones alternativas que amplían en el espectro de negocios, mejorando la diversidad de cultivos y/o pasturas disminuyendo el efecto detrimental del monocultivo.