La Copa Utta en Santa Fe

“Se resolvería un gran problema social”

La serie de carreras con sentido federal está haciendo historia en la hípica nacional; el sexto paso de la misma tendrá como escenario nuestro hipódromo de Las Flores.

Juan Raúl Moncada

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El Dr. Carlos Daniel Felice es el máximo referente de la Unión de Trabajadores del turf y estuvo en Tucumán presenciando una nueva etapa de este exitoso producto que es la Copa Utta, que en su primera temporada ya ha generado expectativas importantes en propietarios, profesionales y público en general. Felice destacó el trabajo que se realizó en Tucumán para este evento, reflejando uno de sus viejos axiomas sobre las bondades de los productos que se pueden realizar en el interior del país. Dentro de dos semanas la carrera se disputará en nuestra ciudad. La serie ya marcó un antes y un después en lo que significa el turf del interior del país. Sucede que la creación ha tenido una enorme repercusión en sus primeros pasos y ya muchos profesionales y también propietarios piensan en adquirir ejemplares para participar en la serie, la misma que reivindica la actividad de tierra adentro y, sobre todo, la capacidad de los trabajadores de la hípica para lograr un producto de excelencia.

—Indudablemente, la apuesta de Utta a una serie de carreras como ésta en un momento difícil es grande...

—Si se busca trascender las situaciones de crisis, es necesario crear un contexto de confianza que permita desarrollar un modelo “colaborativo” entre todos los actores de la actividad. La Copa busca como meta de largo plazo relaciones asociativas en donde existan reglas de juego claras, financiación y certidumbre en la toma de decisiones.

—¿Cómo nace esta copa?

—Los motivadores son el desarrollo, el crecimiento y la mejora de la calidad del producto hípico, estas motivaciones demandan visiones compartidas, acciones articuladas y objetivos comunes. Para lograr ese objetivo, por ejemplo, en nuestra próxima plaza -nuestra ciudad de Santa Fe-, se requiere un esfuerzo conjunto, incluido el gobierno municipal, que debe ver la actividad como un hecho cultural social y lúdico. Con este consenso se generarían resultados fructíferos que nos darán sustentabilidad y herramientas para sobrevivir y, lógicamente, trascender en el tiempo.

—¿Cómo vio el espectáculo de Tucumán?

—La carrera fue magnífica, en un escenario hípico excepcional que denota lo que el interior federal demuestra en materia de capacidad organizativa para eventos de jerarquía. Todo fue programado con su debido tiempo y orden y en la misma jornada todo salió a la perfección sin contratiempos, mostrando la gran capacidad de la gente que está trabajando en el hipódromo.

—El próximo paso es Santa Fe, su ciudad...

—Los santafesinos debemos mostrar que tenemos uno de los mejores hipódromos del país, con una pista de arena natural que debe ser una de las más bonitas y unas instalaciones que están a la altura de cualquier otro hipódromo. Nuestra ciudad tuvo y tiene una larga tradición en el turf, no nos olvidemos que de aquí salieron profesionales de primer nivel y durante muchos años los cuidadores santafesinos fueron considerados los mejores del país. Para citar un ejemplo se me viene a la memoria lo que pasó con Branding, el alazán que fue el único caballo que le ganó a Yatasto y que por una lesión fue traído a Santa Fe para seguir con su recuperación; los santafesinos ganamos la mayoría de los primeros Provincias Unidas, cuando la carrera era la más importante del interior y estaba a la altura de los grandes premios porteños, cuando se organizaban viajes y se llenaban colectivos -como lo hace hoy el fútbol- para ir a alentar a nuestros caballos. Creo que Santa Fe, con el apoyo del gobierno, debe recuperar lo que históricamente fue la actividad; muchísimas familias encontraban en ella su sustento. Estoy plenamente convencido de que, si la actividad funcionara como debería y recibiera el apoyo del gobierno como en otras provincias, Santa Fe resolvería un gran problema social. Estoy seguro de que las villas de emergencia que hoy son un problema en los alrededores del hipódromo no existirían si el turf estuviera a pleno.

Dr. Carlos Daniel Felice

Foto: EL LITORAL