XVII Congreso de Aapresid

El campo y el dilema del agua

Algunos de los referentes de las empresas de biotecnología comentaron los nuevos desarrollos genéticos para intensificar la producción y aprovechar al máximo cada gota de lluvia. Se celebró un simposio específico del tema.

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Soja quemada. Los científicos trabajan para que los cultivos puedan desarrollarse a pesar del déficit hídrico.

Foto: Juan Manuel Fernández

Campolitoral y Prensa Aapresid

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Los científicos advierten que existe el riesgo de que en las próximas décadas el agua sea un cuello de botella crítico. El problema es conocido. Se estima que para el 2050 en el planeta van a vivir más de 9.000 millones de personas. Y en la agricultura ya no queda mucho margen para dos cosas: ampliar la superficie cultivable y seguir “consumiendo” agua como en los últimos dos siglos.

Por eso, en el XVII Congreso de Aapresid se realizó un Simposio Internacional del Agua. La meta fue analizar los avances biotecnológicos que están investigando las empresas para intensificar la producción utilizando menos recursos hídricos.

El líder de investigación y desarrollo en Latinoamérica de Syngenta, el brasileño Gloverson Lamego Moro, habló en castellano. “Al llegar al Congreso me han preguntado por qué es tan importante el tema del agua —comenzó Moro—. Es importante por necesidad y por conocimiento”.

Dijo que un tercio de la población ya sufre su falta y que ese porcentaje se duplicará hacia el el 2030. Además agregó que el cambio climático será otro factor excluyente que provocará grandes sequías en todo el mundo. “Frente a esto, es preciso desarrollar el conocimiento y aplicarlo al mejoramiento de las plantas para tolerar la sequía” y sostener la productividad en el largo plazo.

Syngenta está enfocada en dos líneas de trabajo: un enfoque químico y el otro genético. Por ejemplo, lograron aumentar entre un 10 y un 15 por ciento la producción de arroz usando un químico que suprime las respuestas de las plantas a las condiciones de estrés hídrico.

Moro además se refirió a las investigaciones desarrolladas para maximizar la tolerancia a la sequía durante el período de floración (según su visión el momento más crítico de utilización del agua). “Si somos capaces de proteger la planta aquí, podemos garantizar rindes mayores y sobre ese aspecto puntual venimos trabajando en Syngenta”, destacó y anunció que en el 2011 lanzaran al mercado sus primeros híbridos con tolerancia a sequía.

Duplicar los rindes

En Rosario también disertó Dusty Post (experto en tecnología de maíz de Monsanto). El especialista contó los resultados positivos que están obteniendo en ensayos de maíz con semillas que logran desarrollarse a pesar del déficit de humedad.

También dijo que para el 2030 Monsanto se compromete a duplicar los rindes en sus cultivos centrales de maíz, soja y algodón con respecto a la cantidades arrojadas en el 2000. “En Estados Unidos se pasará de producir 8,6 tn/ha de maíz en 2000 a 18,84 tn/ha en 2030”, aseguro Post. El mismo incremento del aprovechamiento está estimado para la soja que ascenderá de 2,49 tn/ha a 5,38 tn/ha y para el algodón que subirá de 708 kg/ha en 2000 a 1456 kg/ha en 2030.

Por su parte, Jeffrey Schussler, investigador responsable de ensayos de estrés hídrico de Pioneer Hi-Bred International, explicó los mecanismos fisiológicos para mejorar la tolerancia a sequía en maíz. El especialista se refirió al desafío de construir conocimiento sobre el legado de más de 50 años de mejoramiento para obtener óptimos niveles de tolerancia a la sequía y puntualizó las diversas pruebas que están realizando en los terrenos más adversos de Norteamérica y Chile, con híbridos desarrollados especialmente para lograr una mayor cantidad de granos en la planta con un uso reducido del agua.

Schussler concluyó explicando que el objetivo de esa compañía es mejorar la estabilidad del rendimiento del maíz bajo sequía sin costos de productividad.

 

“En Estados Unidos se pasará de producir 8,6 tn/ha de maíz en 2000 a 18,84 tn/ha en 2030”, aseguro Dusty Post, de Monsanto.

 

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el dato

Acuíferos al límite

Las regiones agrícolas de la India están perdiendo más de 33 centímetros cúbicos de agua subterránea cada año a causa de la sobreexplotación de los acuíferos. Se estima que más de 108 kilómetros cúbicos de agua subterránea se han esfumado entre 2002 y 2008 (se usa para riego), el doble de la capacidad del mayor lago de agua dulce del país, el Waingaga Superior. Estos datos, que se publicaron en la revista “Nature”, surgen de un estudio que realizaron científicos del Centro Espacial Goddard (NASA), Matt Rodell y Jay Farmiglietti e Isabella Velicogna (UCI Earth system). Para tomar las mediciones se utilizaron satélites de la NASA, que “peinaron” las regiones agrícolas de la India (los estados de Rajastán, Punjab y Haryana). “Si no se toman medidas para un uso sostenible de este agua, las consecuencias para los 114 millones de habitantes de la región pueden incluir el colapso de la agricultura, así como una severa escasez de agua potable”, afirmó Rodell.

 

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en relación

Biotecnología “Made in Santa Fe”

La directora del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (UNL), Raquel Chan, también disertó en el Congreso de Aapresid. Chan se refirió al trabajo de investigación que viene realizando —en conjunto con el Conicet y con la empresa Bioceres— para desarrollar semillas tolerantes a la sequía, al frío, a la salinidad y a los insectos.

En primer lugar, Chan sinceró que el camino a recorrer entre el trabajo de laboratorio, que de por sí lleva varios años, hasta llegar a un producto comercial es largo, tortuoso e involucra inversiones de fondos y trabajo con alto riesgo. Lo que viene haciendo el equipo de la Dra. Chan —explicado en palabras sencillas—, es usar un grupo de genes de la planta de girasol para conferir a otras plantas y cultivos mayor resistencia a condiciones de sequía.

La planta modelo, la de los ensayos en laboratorio, es la Arabidopsis. Los estudios de Chan confirmaron que la variante transgénica que desarrollaron toleraba mejor la sequía, los insectos y hasta los daños que provocaba el viento. El paso siguiente fue estudiar si estás “fortalezas” se trasladaban semillas de soja, maíz y trigo.

La Dra. Chan concluyó su disertación con una muy buena noticia. Comentó que los resultados preliminares les permiten sugerir que los mecanismos moleculares y fisiológicos que aportan tolerancia a la sequía se conservan en los cultivos de soja, maíz y trigo.

 

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Panel de biotecnología. En la foto el brasileño Gloverson Lamego Moro (Syngenta), Dusty Post (Monsanto) y Miguel Rapela (UNLP), que fue el moderador.

Foto: Prensa Aapresid

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“Los resultados preliminares nos permiten sugerir que los mecanismos moleculares y fisiológicos que confieren resistencia a sequía se conservan en los cultivos de soja, maíz y trigo”.

Raquel Chan

Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (UNL)