Una década bajo amenazas

Entretelones de un secuestro

Laura Borda, madre del joven secuestrado y liberado en Buenos Aires tras el pago de un rescate, dijo que viven amenazados desde que denunció un caso de narcotráfico.

Télam

La madre de Santiago Borda, el joven secuestrado ayer y liberado siete horas después tras el pago de un rescate, aseguró que su familia había realizado una denuncia por narcotráfico en 1998 y que, desde entonces, sufren “una permanente persecución”.

De todas formas, Laura Borda intentó desvincular el hecho del secuestro de su hijo de 29 años con esa denuncia por narcotráfico y aseguró que no pidió custodia para su familia.

“En 1998 hicimos una denuncia por estupefacientes y tuvimos que tener custodia, tuvo que intervenir (el entonces ministro de Seguridad bonaerense León) Arslanian y ahí nos cambió la vida totalmente. Es un tema muy, muy grave”, dijo la mujer en declaraciones formuladas esta mañana a Radio Continental.

Laura explicó que, desde entonces, sufrieron varios “hechos desagradables” y uno de ellos ocurrió hace un mes, cuando el auto de Santiago Borda, el Citroen C3 que ayer apareció incinerado tras el secuestro, fue encontrado bañado en sangre.

“Fue un hecho más (el del auto), de entre unos cuantos que nos vinieron agobiando desde el año 1998. Esto fue hace un mes, el auto estaba estacionado y a la mañana cuando Santiago iba al hospital, el automóvil estaba del otro lado y aparentemente bañado en sangre. Lo tomamos como una clara amenaza”, agregó.

“Yo necesito creer que este episodio del secuestro no tuvo que ver con todas las cosas que nos estuvieron pasando. Sufrimos una persecución, hay denuncias puntuales. Yo agradezco la intervención de Gendarmería, del doctor Arslanian y del juzgado federal”, señaló.

La mujer aseguró que desde el año 1998 realizó denuncias por “amenazas de violación, de mutilación, de muerte y fueron con testigos, pero todas ellas fueron desestimadas”.

Respecto del secuestro de su hijo, ocurrido ayer entre la una de la madrugada y las 7.45, dijo que los secuestradores realizaron una investigación previa.

“A estos individuos no los conocemos, pero evidentemente estuvieron haciendo un seguimiento, porque tenían un conocimiento de los chicos y del resto de la familia”, dijo.

Santiago Borda fue capturado cuando llegaba a su casa de la calle Rossetti al 2000 del barrio porteño de Villa Ortúzar por tres hombres y una mujer.

Según los investigadores, los delincuentes pasaron al muchacho a otro vehículo y se lo llevaron cautivo, mientras que el Citroen C3 de la víctima fue incinerado frente a la cancha de Deportivo Riestra, en Villa Soldati.

Si bien en la primera llamada extorsiva los delincuentes exigieron 50 mil pesos de rescate, finalmente pactaron por mucho menos, y la víctima fue liberada sana y salva.

El hecho es investigado por personal de la División Antisecuestros de la Policía Federal y por la Justicia Federal.

Entretelones de un secuestro

El auto de Borda, que apareció quemado tras su secuestro, había aparecido bañado en sangre pocos días antes del incidente.

Foto: Télam