Argentina debe pensar en la necesidad de sumar puntos para llegar a Sudáfrica
Con el Mundial como único objetivo
Esta noche, a las 21.30, se jugará en Rosario el gran choque de las Eliminatorias Sudamericanas, entre la selección que dirige Diego Maradona y su clásico rival, Brasil. La expectativa en todo el país es enorme.
Redacción de El Litoral
Télam
El seleccionado argentino se enfrentará esta noche a Brasil, en Rosario, en un partido que puede ser determinante para su suerte en las Eliminatorias Sudamericanas porque, de ganar, estaría a un paso de clasificarse al Mundial de Sudáfrica 2010. El partido se jugará desde las 21.30, ante un colmado estadio de Rosario Central, porque los hinchas arrasaron con todas las entradas, y el árbitro será el colombiano Oscar Ruiz.
Todos los clásicos son diferentes, todos son especiales, pero este tiene un condimento particular para nada menor, que es el de jugarse fuera de la Capital Federal, lejos del estadio Monumental y en una cancha elegida por el cuerpo técnico y los jugadores. Pero esto puede resultar un boomerang, como bien reconoció Carlos Tevez, quien marcó que, si las cosas no le salen bien a la selección desde el comienzo del partido ante los brasileños, la presión del Gigante de Arroyito puede jugar en contra.
La mayor preocupación del cuerpo técnico argentino pasó por la ausencia de Jonás Gutiérrez, el hombre al que Maradona apostaba para tapar las subidas de Maicon y ganarle la espalda al lateral. La sensación que quedó en estos días es que había más preocupación por Maicon que por lo que pudiera inventar un talentoso como Kaká o por el vértigo que puede llegar a imponer Robinho.
No hay dudas de que Maradona pensó en todos los detalles, de que disfrazó a Jesús Dátolo de Jonás y de que tiene un plan para tapar a las estrellas del conjunto brasileño. Sin embargo, el técnico argentino también sabe que, por más previsiones que se tomen, cuando los talentosos están inspirados no hay marca que valga, algo que Diego vivió en carne propia en su época como jugador.
Para este encuentro, el mejor futbolista de todos los tiempos decidió emplear el mismo esquema táctico que usó en Quito y en Moscú, un 4-4-2 que, de todos modos, será flexible. ¿Por qué será cambiante el esquema argentino? Porque, por derecha, tanto Javier Zanetti como “Maxi” Rodríguez se transformarán en volantes ofensivos cuando se ataque y serán dos laterales bien definidos cuando haya que defender.
Además, Juan Sebastián Verón tendrá más libertades que Javier Mascherano en el doble cinco que formarán y se sabe que tanto Tevez como Lionel Messi son de bajar para entrar en contacto con la pelota.
Los factores determinantes
El partido tendrá muchas claves y una de ellas será el dominio de la pelota, porque eso lo buscarán los dos desde el inicio. Se sabe de la buena técnica de los brasileños, a la que los argentinos les tratarán de responder con el criterio de Mascherano y las pelotas cruzadas de Verón, para que Messi o Tevez sorprendan, algo que se trabajó en el entrenamiento del miércoles.
También será determinante la lucha por la postura de juego porque, si bien habrá un momento de análisis del rival en pleno partido, uno de los dos equipos tomará las riendas del encuentro y ése será el que tendrá más chances de ganar, aunque en el fútbol no existe lo exacto.
Si el partido resulta, como muchos creen, trabado, peleado en todos los sectores, los que marcarán la diferencia serán los talentosos, los que por sí solos pueden ganar un partido. En ese caso, la inspiración que tengan Messi, por el lado argentino, o Kaká, por el brasileño, también puede llegar a ser fundamental.
De todas formas, la verdad comenzará a florecer hoy, cuando con los dos equipos en cancha empiece a rodar la pelota. Está todo listo para que se juegue uno de los partidos más importantes del mundo, un clásico con historia que, en este caso, al seleccionado argentino le puede dar el pase al Mundial, que es el objetivo que hoy por hoy tienen los jugadores y Maradona.