decoración

Un detalle en piedra bien logrado consigue realzar el diseño de cualquier obra de arquitectura. textos ARQ. ROBERTO PISAN

Muros con alto impacto visual

Un detalle en piedra bien logrado consigue realzar el diseño de cualquier obra de arquitectura.

Textos ARQ. ROBERTO PISAN

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“La piedra es eterna”. Ése parece ser un comentario que siempre está presente cuando se habla de usar este material para revestir un muro exterior. Le imprime carácter, personalidad y distinción a una obra.

Ese es el valor agregado que puede aportar este rico material a pesar de los años, ya que el tiempo no desmerece sus virtudes. Muy por el contrario: el tiempo es naturalmente el socio inseparable de la piedra y comparte su transcurrir, otorgándole belleza y encanto inigualable.

Sus diversos colores, medidas, espesores y tipos de rugosidad se adaptan perfectamente a cualquier proyecto, trascendiendo las épocas y los estilos.

Disponibles en la ciudad, las piedras argentinas y también aquellas provenientes de Brasil son una tentación posible para lograr resultados únicos y de alto carácter e impacto visual.

Pórfidos de Chubut, lajas irregulares y recortadas, rocas patagónicas y cuyanas para realizar muros, piedras cortadas a disco, forman parte de la variedad que tendrá a su disposición quien decida “soñar” su casa.

esas PIEDRAS QUE ENCANTAN

La piedra, un producto nada revolucionario frente a otros, se afirma en la actualidad como el material de mayor sobriedad, singularidad y vigencia en el tiempo que se puede ofrecer a cualquier tipo de obra de arquitectura.

Las rocas son el fruto de un proceso geológico de millones de años, y según los minerales de su composición y las condiciones a las que han estado sometidas, las hay de distintos tipos, durezas y colores. Se destacan principalmente por su resistencia y buenos resultados como revestimiento exterior.

El secreto para lograr una adecuada selección del material a utilizar en cada espacio, es determinar cuáles son las piedras naturales y las texturas que mejor se adaptan en apariencia y función al uso al que estarán destinadas.

Ahora se pueden encontrar en la ciudad de Santa Fe, al alcance de su mano y de sus posibilidades económicas, los revestimientos en piedra que pudo admirar en la Costa Atlántica (en lugares como Pinamar, Cariló o Mar de las Pampas, por ejemplo) o en la misma Punta del Este.