MAFIA DE LOS MEDICAMENTOS
Lorenzo declaraba hoy por las
muertes de Ferrón, Bina y Forza
Se trata del llamado “Yabrán de los medicamentos”. Está detenido por orden del juez Oyarbide, pero hoy declaraba ante otro magistrado por las muertes de los tres jóvenes empresarios.
Télam/DyN
Néstor Lorenzo, el dueño de la firma San Javier que está involucrado en la causa de la “mafia de los medicamentos”, declaraba hoy como testigo en la causa por los asesinatos de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, ocurridos hace 13 meses.
“Lorenzo ya declaró en esta causa hace tiempo y no tiene mucho para aportar. Pero si lo citaron, irá a contestar las preguntas que quieran hacerle”, dijeron a DyN fuentes allegadas al gerenciador de San Javier.
El llamado “Yabrán de los medicamentos” por la ex ministra de Salud Graciela Ocaña fue detenido el viernes 4 de septiembre en el marco de esa causa que dirige el juez federal Norberto Oyarbide y liberado 24 horas después, a la espera ser citado a indagatoria.
Pero como en sus declaraciones públicas Oyarbide aludió a la vinculación de su causa con el triple crimen de General Rodríguez, el fiscal de esa investigación dispuso convocarlo nuevamente para preguntarle si guarda alguna información que esté relacionada con esos asesinatos.
La pregunta del millón
Como el fiscal Bidone todavía no dio con la clave de por qué se concretaron esas ejecuciones, se aguarda que Lorenzo pueda aportar alguna revelación. De hecho, según reportaron sus viudas, Ferrón y Forza habrían sido proveedores de medicamentos de la obra social de bancarios, a cargo de Juan José Zanola, también sospechado en la causa que encabeza Oyarbide.
Forza (34 años), Ferrón (37) -ambos empresarios de droguerías- y Bina (35) desaparecieron el 7 de agosto de 2008, tras reunirse en un bar del barrio porteño de Liniers para planear un negocio vinculado con la venta de efedrina para la elaboración de drogas sintéticas que les iba a reportar grandes ganancias.
Luego de la reunión no se supo más nada de los jóvenes, hasta que seis días después, el 13 de agosto, aparecieron acribillados en un descampado de General Rodríguez.
Antes del hecho, Lorenzo había denunciado y responsabilizado a Sebastián Forza por la venta de medicamentos adulterados ante el Instituto Nacional de Medicamentos (Iname).
Según publicó el diario La Nación, el día en que los jóvenes aparecieron asesinados, la Asociación Bancaria y el Banco de la Provincia de Buenos Aires (Bapro) conformaron un fideicomiso millonario para garantizar el pago a la droguería San Javier, de Lorenzo, que se transformó en la principal beneficiaria para abastecer de remedios oncológicos y para hemofilia de alto costo a la obra social de los bancarios.
Pero según esa información, Ocaña entonces objetó el acuerdo y en los primeros días de septiembre de 2008 se cambiaron los beneficiarios del fideicomiso y San Javier habría perdido el negocio.