Tras la aspiración presidencial

Los Kirchner avanzarían ahora con

una reforma política y financiera

Un escenario electoral a medida a cambio de financiamiento a partidos pequeños, y un gravamen sobre la actividad financiera a cambio de planes sociales. La estrategia “K” para sostener alianzas con la centroizquierda.

De la redacción de El Litoral

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Alentado por el triunfo en la votación de la ley de Medios, el gobierno nacional impulsaría -incluso antes del 10 de diciembre- la sanción de una reforma política y una nueva ley de entidades financieras, según revela hoy el diario Página 12, cuya línea editorial está alineada con la administración kirchnerista.

El matutino porteño revela que ésa fue la instrucción que Cristina Fernández de Kirchner encomendó a sus diputados. La presidenta quiere aprovechar la mayoría relativa que obtuvo en las alianzas circunstanciales con los legisladores de Solidaridad e Igualdad, el ARI de Tierra del Fuego, el Partido Socialista, Encuentro Popular y Social, Proyecto Sur de Pino Solanas y Claudio Lozano.

La reforma política podría redefinir el escenario del acceso al poder presidencial en 2011. Los cambios en la composición parlamentaria del 10 de diciembre no serán a favor de los Kirchner, por lo que el anticipo de Página 12 sugiere la posibilidad de una nueva embestida “K” sobre el Congreso, que todavía no termina de sancionar la polémica ley de Medios.

Tras la dura derrota electoral del 28 de junio, el kirchnerismo distrajo a propios y extraños proponiendo la reforma política y convocando al diálogo en tal sentido. Elisa Carrió descreyó, Gerardo Morales terminó calificando la iniciativa como “una hipocresía”, Cobos siguió con su propia agenda de reuniones de campaña y lo propio hicieron Carlos Reutemann, Eduardo Duhalde y los dirigentes del PRO.

Con el frente opositor atomizado y distraído en sus propias especulaciones presidencialistas, el kirchnerismo dio un golpe de efecto con la ley de Medios Audiovisuales y podría forzar la marcha nuevamente antes de fin de año con la reforma política, mientras sus opositores -siempre divididos- todavía no digieren el avance kirchnerista sobre el negocio de la comunicación.

Monedas de cambio

El financiamiento para los partidos más pequeños es la oferta que el kirchnerismo tendría para renovar la atención de la centroizquierda. Eso y la sanción de una ley para atender la pobreza, un tema de alta sensibilidad no sólo para los intereses electorales del oficialismo, sino de alta prioridad para todo discurso progresista e incluso de la Iglesia Católica.

Según Página 12, Cristina Fernández no ha rechazado del todo la idea de una reforma a la ley de entidades financieras, tal como lo reclamara el senador socialista Rubén Giustiniani, quien tiene un inesperado rol protagónico en los intereses kirchneristas.

La estrategia oficial no sería avanzar con el proyecto del senador socialista, pero sí con otro tipo de gravamen a la actividad financiera hoy exenta, para financiar programas sociales.

La estrategia de sociedades circunstanciales con la centroizquierda es una necesidad kirchnerista desde el próximo año y hasta la fecha de una nueva elección presidencial.

El déficit de Scioli

Agobiado por un déficit financiero de más de 5 mil millones de pesos, y aun cuando el gobierno nacional no cumple con la ley de coparticipación, Daniel Scioli impulsó nuevos impuestos en Buenos Aires, entre ellos un gravamen a la operación en los puertos de su distrito, que generó quejas como “doble retención” entre los productores y advertencias de un beneficio comparativo para los puertos de Santa Fe.

“Tenemos un gobernador que, en vez de exigir lo que le corresponde a su provincia, carga en la espalda de los productores agropecuarios y del pueblo entero los problemas presupuestarios que no puede resolver por inoperancia y por falta de coraje ante el gobierno nacional”, dijo Hugo Biolcati, titular de la SRA.

El diputado nacional Pedro Azcoiti advirtió que “este impuesto significará una retención encubierta que perjudicará una vez más a los productores, ya que los exportadores se lo trasladarán a ellos.

Extorsión a provincias

El gobierno envió al Congreso un proyecto de ley que prorroga por dos años el denominado Impuesto al Cheque; además, quiere extender otros gravámenes (Ganancia Mínima Presunta, impuesto a los cigarrillos, Bienes Personales) y Ganancias hasta el 2019. Parado sobre un esquema fiscal que concentró recursos en nombre de la crisis, el kirchnerismo no quiere -con la nueva composición del Congreso- que las provincias recuperen recursos coparticipables o espacio imponible para actualizar sus impuestos. En cambio, ofrece a los gobernadores asistencia financiera y, luego, préstamos para financiarlos, a cambio de votos en el Congreso según los intereses de la “agenda K”.

/// EL DATO