RESIDUOS PELIGROSOS

¿Qué hacer con las pilas usadas?

Las 10 toneladas de pilas recolectadas en Buenos Aires plantearon nuevamente el problema de su disposición final. La recuperación de material no es redituable económicamente, pero implica beneficios para el medio ambiente.

De la redacción de El Litoral

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Las 10 toneladas de pilas recolectadas en la ciudad de Buenos Aires todavía aguardan su disposición final. Se pensó en enviarlas al relleno sanitario de seguridad de Córdoba, pero los vecinos rechazaron que fueran enterradas en su provincia. Con el objetivo de definir la disposición final de estos residuos, el gobierno porteño llamó a licitación pública. Mientras tanto, las pilas permanecen almacenadas en contenedores en Buenos Aires.

Esta situación reflotó un tema que cada tanto vuelve a aparecer en la agenda pública: ¿qué pasa con las pilas y baterías una vez que ya se agotaron?

Residuos peligrosos

“La pila siempre es un residuo peligroso por lo que contiene. Pero, generada en el domicilio, no es considerada un residuo peligroso porque los residuos domiciliarios son muy difíciles de controlar”, explicó el subsecretario de Gestión Ambiental de la provincia de Santa Fe e investigador del Conicet, Carlos Martín.

A la hora de analizar el nivel de contaminación de una pila, hay que tener en cuenta sus componentes -litio, cadmio, mercurio-, el tiempo de duración y los impactos ambientales que produce su fabricación. Según Martín, los enfoques más modernos proponen “analizar el ciclo de vida”, que implica pensar “no solamente en el producto y el residuo que genera una vez utilizado, sino en todos los residuos que generó y la energía que consumió en su proceso de fabricación”.

No juntarlas

Debido a que la recuperación de materiales implica grandes inversiones, en la Argentina se trata de un área nueva. Hasta que el reciclado de pilas no se haga de manera sistemática, la recomendación general -tanto desde la Secretaría de Ambiente de la provincia como de la Nación- es no acumularlas.

“Cuando uno se pone a juntar pilas, se está transformando en un generador de residuos peligrosos”, explicó Martín y agregó: “El líquido que sale de las pilas que se sulfatan acelera la degradación de las otras. Si se ponen en un mismo lugar pilas comunes y blindadas, se acelera el proceso de degradación de todas. Por eso no hay que juntar las pilas”.

¿Qué se puede hacer, entonces? Hasta tanto no haya una política ambiental seria y a largo plazo, la opción más viable es arrojarlas a la basura.

En relación con el relleno de seguridad de Córdoba, el funcionario reflexionó: “En términos de sustentabilidad, el relleno es lo último que uno debería utilizar para un residuo peligroso porque lo único que hace es mantener aislado al contaminante, pero, ¿por cuántos años? ¿Y con qué capacidad? Pensar sustentablemente implica hablar de miles de años”.

Otras opciones

En otros países existen varios tratamientos para pilas (Ver cuadro: Procesos para el tratamiento de pilas usadas). “Como cualquier residuo peligroso, se pueden inertizar, que es quitarles la capacidad de contaminación. Hay aislamientos muy modernos, como colocarlas en una matriz de vidrio. Si no, se las puede procesar y extraerles algunos materiales para reprocesarlos”, detalló el ingeniero Martín.

Sin embargo, aclaró que “ninguna recuperación de residuos es rentable porque lo que se obtiene en dinero es pequeñísimo en relación con lo que se invierte”. Pero gracias al reciclado se pueden evitar los costos difusos o indirectos. “Son costos que no los paga directamente la sociedad, pero, cuando hay un accidente porque se prende fuego un basural, o un problema de contaminación, de alguna manera los termina pagando”.

Propuestas

Si el proceso de recuperación de materiales no es redituable desde el punto de vista económico, ningún privado encabezará este emprendimiento. En este marco, correspondería al Estado definir una política de reciclado.

En otros países existen algunas alternativas, como que el propio fabricante de pilas o celulares asuma el costo de recuperación de los productos que genera. “La telefonía móvil tendría que empezar a hacerse cargo de los residuos que genera con las baterías de celulares”, ejemplificó Martín.

Sin embargo, no toda la responsabilidad corre por cuenta de los fabricantes. Existen hábitos de consumo, que es responsabilidad de cada uno cambiar (Ver: ¿Qué podemos hacer como consumidores?). “La sociedad tecnológica nos muestra constantemente que lo que tenemos es viejo al poquito tiempo de haberlo comprado. Si cambiamos de celular cada año, estamos descartando una batería; lo mismo pasa con todo el residuo electrónico de las computadoras. Recién ahora se está pensando en uniformar las baterías de los celulares para que se pueda usar la misma batería en diferentes modelos”, concluyó el subsecretario de Gestión Ambiental.

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RESIDUOS PELIGROSOS

¿Qué podemos hacer como consumidores?

En principio se recomienda utilizar los artefactos eléctricos conectados a la red y así evitar la utilización de pilas. Si su uso es inevitable, es conveniente comprar pilas recargables, de esa manera se produce una gran reducción en el volumen de residuos a desechar, puesto que cada vez que recargamos la pila evitamos tirar a la basura una unidad. También se recomienda comprar aquellas pilas que provengan de marcas y países desarrollados, puesto que el control sobre el proceso de producción de la pila y la normativa ambiental aplicable son más estrictos. Como resultado obtendremos un residuo con menos contaminantes al tiempo de desecharlo. Particularmente, se sugiere adquirir las pilas con el rótulo “Libre de mercurio (Hg)” o similar, dado que este elemento es el más contaminante de los contenidos en ella. Así, las pilas de marcas reconocidas enmarcadas dentro de las leyes de los Estados Unidos, Europa y Japón, que prohíben la adición de mercurio, podrían ser arrojadas a la basura común, siempre que se tenga la seguridad de que no poseen ese metal. El consumidor debería priorizar su compromiso ambiental antes que el supuesto menor costo de pilas baratas, ya que finalmente deberá pagar, en forma indirecta, tratamiento más caros, o bien, la recomposición de los daños que se causen al ambiente.

PROCESOS PARA EL TRATAMIENTO DE PILAS USADAS ///

Los elementos que contienen las pilas más perjudiciales para el medio ambiente son el mercurio y el cadmio. Por cada 100 kilos de pilas recolectadas se obtendrá 1 kilo de mercurio y 100 gramos de cadmio.

• Sumitomo: Proceso térmico. Los productos recuperados son mercurio, cinc y ferro-manganeso. Fue probado en Japón en una planta piloto.

Las pilas son colocadas en un horno a 800°C.

Se recupera el mercurio por condensación

El calentamiento pasa el mercurio al estado de vapor, el cual es enfriado en un equipo aparte y vuelto a condensar.

En un segundo horno a 1400°C

Se evapora el cinc, que se recupera por condensación y se obtiene escoria y ferro-manganeso (que en principio podría ser utilizado para la industria metalúrgica).

Se descomponen los materiales orgánicos.

• Voest-Alpin: Los principales productos recuperados son plata, hierro, mercurio, cinc y dióxido de manganeso.

En una primera instancia se separan las pilas que contienen plata y se las somete a una etapa térmica para la recuperación del mercurio, y posteriormente se obtiene la plata.

Las pilas sin plata son molidas y el hierro es recolectado en un separador magnético.

El proceso continúa como el Sumitomo con dos hornos consecutivos.

El primero separa el mercurio y el segundo separa el cinc y un residuo de dióxido de manganeso.

• Recytec: Logra separar mercurio, hierro, dióxido de manganeso, sales y metales (cinc, cadmio, cromo, níquel, cobre y plata). Se utiliza en Suiza y Alemania.

La primera parte del proceso, al igual que en el Sumitomo, se realiza a altas temperaturas.

Las pilas son enviadas a un horno para recuperar mercurio.

Luego son molidas y se realiza la separación magnética del hierro.

Las pilas ingresan a un conjunto de celdas en las que se realiza la separación de metales.

Este proceso permite una recuperación de sustancias mayor a los anteriores, pero su complejidad operativa es más elevada.