Guerra jugó un rato, Cólzera expulsado, Amerisse y Márquez lesionados

Más que gol lo que le

falta son delanteros

Unión apenas empató de local con la CAI. La pasó mal en el primer tiempo y fue más en el complemento donde hizo figura al arquero Sciutti.

Darío Pignata

[email protected]

Nadie puede ignorar que Sciutti, el arquero de la CAI, fue la gran figura de la cancha anoche en el 15 de Abril. Con cinco voladas espectaculares, le ahogó el grito de gol a un estadio repleto de hinchas tatengues que se fueron en silencio con el 0-0 final. De las atajadas, una fue más complicada que la otra. En el primer tiempo, una cruzada abajo al “Coqui” Torres y otra arriba —volando espectacularmente— a Calgaro en el ángulo alto. En el complemento, se le quedó parado como una estatua viviente al pibito Ricky Acosta y con las piernas mantuvo el cero; le quemó las manos un remate de Weiner, casi de sobrepique; finalmente, cuando el partido se moría, se estiró abajo para evitar lo que era gol de cabeza del uruguayo Correa.

El primer análisis podrá marcar que “a Unión le faltó gol”, cuando en realidad lo que le está faltando al “Turco” Alí es poder disponer de variantes a la hora de mirar los delanteros que tiene en el banco a la hora de los recambios. Es cierto que este juego se nutre de los famosos accidentes y está en los planes tener que sobreponerse a una lesión en medio de un partido (le pasó a Claudio Guerra ayer) y/o una expulsión infantil como la que protagonizó un acelerado Cólzera en Mendoza. Pero la realidad marca que, de paso, tiene al grandote Nicolás Amerise con una pubialgia que lo margina sin tiempo preciso de retorno como toda pubialgia y a Fernando Márquez recuperándose de un desgarro en el posterior del muslo derecho. No es habitual que un plantel se quede, en el arranque de un campeonato, con cuatro delanteros menos.

Porque además hay que partir de una base: a Unión le costó mucho la temporada pasada cuando tenía a Claudio Guerra “dulce” para el gol y al “Picante” Pereyra en un excelente momento. Anoche, el tándem se conformó con Guerra en sequía y con Weiner titular, casualmente el eterno suplente de Pereyra en todos los torneos.

Caminos y atajos

Un equipo puede llegar de distintas maneras a generar situaciones de gol. Lo puede hacer empujando por arriba o lo puede hacer buscando por abajo. Puede apostar al toquecito o elegir el pelotazo. Se puede jugar con enganche o sin enganche. Unión amontonó ayer diez llegadas y cinco anotaciones netas de gol, las que terminó salvando Sciutti con sus voladas espectaculares.

Hoy por hoy, con el esquema elegido de 4-4-2, los dos pistones que están obligados a poner en marcha el motor del equipo son los carrileros: Donnet en la derecha y Torres a la izquierda. Anoche, lo de “Coqui” fue apenas discreto y lo del “Mati” inofensivo siempre. Pero tampoco funcionaron los mecanismos alternativos que Unión supo tener en los partidos anteriores, a saber:

— 1) No presionaron los volantes centrales, algo que resumió Calgaro a la perfección: “No nos sumamos con Saucedo casi nunca y llegamos con poca gente arriba en el primer tiempo”.

— 2) No pasó nunca al ataque con claridad el paraguayo Derlis Cardozo, que ni siquiera acertó esta vez con su pegada de zurda.

— 3) No hubo ningún aporte de desequilibrio individual de los delanteros, que se podrán quejar que la pelota no llega limpia pero tampoco generan nada por peso propio en el mano a mano.

En este punto, los aportes de Ricky Acosta y Fernando Pagés resultaron más que interesantes, claro que en cuentagotas y entrando los dos como recambio. Si el equipo está invicto en cinco partidos, con tres victorias y dos empates, prendido arriba en la parte alta de la tabla es porque algunas cosas se hicieron bien.

Seguramente, no se trata de cambiar, pero sí de corregir. Porque, por ejemplo, en el primer tiempo la CAI le sacó la pelota a Unión, la manejó mucho mejor y jugó siempre cómodo en Santa Fe. En esta etapa, el equipo de Alí se vio superado. De haber estado más derechito para el arco y con menos errores de la terna arbitral —dudoso gol anulado y off side mal cobrado—, los sureños se hubieran ido ganando los primeros 45 minutos de juego en el 15 de Abril.

Brilla por los números

Si alguien hubiera imaginado que en cinco fechas, con tres partidos afuera y dos en casa, Unión iba a tener 11 puntos y peleando arriba en el ascenso, debiera jugar al Quini. Es que este plantel no está armado con nombres rutilantes y tampoco pudo darle continuidad a la base de una gran campaña anterior. Se reforzó como pudo y siguieron varios que ni siquiera jugaban con Quiroz.

Tampoco tiene, por ahora, todo el potencial a disposición. Porque incluso hoy tiene afuera en recuperación a dos casi seguros titulares: Paulo Rosales y “Tarrito” Pérez. Además de lo ya mencionado de los delanteros, con Amerise y Márquez entre algodones.

Conociendo al “Turco”, no creo que cambie el esquema de juego del 4-4-2 con el que arrancó. Es más, tampoco veo motivos. Lo que sí puede hacer el entrenador es buscar variantes con otros nombres si es que los titulares no logran imponer sus condiciones a la altura de las exigencias. La frescura de Ricky Acosta está al alcance de la mano y ayer Pagés entró con muchas ganas.

Pero lo que urge está en el bloque de ataque. A Cólzera le quedará, casi con seguridad, un partido más de suspensión y no podrá estar el jueves contra Ferro en Caballito. En el caso de Guerra, cuya lesión no fue grave, deberá encontrarse rápidamente con el gol. Como sea. Y apurar los tiempos de Amerise y Márquez. Porque si bien ayer pareció faltarle gol frente a la CAI, lo que en realidad le está faltando a Unión son delanteros.

Encima que se le cerró el arco en este campeonato —cuatro jugados, ningún gol marcado—, el artillero Claudio Guerra debió abandonar la cancha en el primer tiempo por una falta descalificadora del arquero Sciutti que Sabino no cobró. Además, era una jugada clara de gol para Unión.

Foto: Mauricio Garín

partidos, con tres victorias y dos empates, prendido arriba en la parte alta de la tabla es porque algunas cosas se hicieron bien.

Seguramente, no se trata de cambiar, pero sí de corregir. Porque, por ejemplo, en el primer tiempo la CAI le sacó la pelota a Unión, la manejó mucho mejor y jugó siempre cómodo en Santa Fe. En esta etapa, el equipo de Alí se vio superado. De haber estado más derechito para el arco y con menos errores de la terna arbitral —dudoso gol anulado y off side mal cobrado—, los sureños se hubieran ido ganando los primeros 45 minutos de juego en el 15 de Abril.

Brilla por los números

Si alguien hubiera imaginado que en cinco fechas, con tres partidos afuera y dos en casa, Unión iba a tener 11 puntos y peleando arriba en el ascenso, debiera jugar al Quini. Es que este plantel no está armado con nombres rutilantes y tampoco pudo darle continuidad a la base de una gran campaña anterior. Se reforzó como pudo y siguieron varios que ni siquiera jugaban con Quiroz.

Tampoco tiene, por ahora, todo el potencial a disposición. Porque incluso hoy tiene afuera en recuperación a dos casi seguros titulares: Paulo Rosales y “Tarrito” Pérez. Además de lo ya mencionado de los delanteros, con Amerise y Márquez entre algodones.

Conociendo al “Turco”, no creo que cambie el esquema de juego del 4-4-2 con el que arrancó. Es más, tampoco veo motivos. Lo que sí puede hacer el entrenador es buscar variantes con otros nombres si es que los titulares no logran imponer sus condiciones a la altura de las exigencias. La frescura de Ricky Acosta está al alcance de la mano y ayer Pagés entró con muchas ganas.

Pero lo que urge está en el bloque de ataque. A Cólzera le quedará, casi con seguridad, un partido más de suspensión y no podrá estar el jueves contra Ferro en Caballito. En el caso de Guerra, cuya lesión no fue grave, deberá encontrarse rápidamente con el gol. Como sea. Y apurar los tiempos de Amerise y Márquez. Porque si bien ayer pareció faltarle gol frente a la CAI, lo que en realidad le está faltando a Unión son delanteros.

3

Fallos polémicos

En el primer tiempo, mientras el juez asistente salió corriendo para la mitad de la cancha convalidando gol de la CAI, el juez Sabino lo anuló por supuesta falta contra Ojeda. Luego, a instancias del mismo Iluminatti —asistente 2— le cortó mal por off side de Soto Torres, donde el “10” de la CAI estaba habilitado. Finalmente, era infracción y expulsión de Sciutti contra Guerra (ahí se lesionó) y no cobró nada.