Complicada situación para Gorosito
Sin luz al final del túnel
River Plate sigue sin encontrar el rumbo, cada vez está peor y perdió ante Arsenal por 1 a 0 en Sarandí, en un partido que terminó con la hinchada insultando a sus jugadores.
Redacción El Litoral
Agencia Télam
River le sumó resignación a su endeble presente futbolístico para alcanzar un nuevo récord negativo: quince partidos sin ganar en condición de visitante, además de quedar a quince puntos de la zona de promoción con su nueva derrota, esta vez ante Arsenal en Sarandí.
El elenco que conduce Jorge Burruchaga aprovechó el desconcierto defensivo de River desde el comienzo, porque Alexandre Medina fue derribado de manera infantil por Gustavo Cabral, para que el árbitro Cristian Faraoni sancionara correctamente el penal, que transformó en gol Cristian Alvarez.
Lejos de escarmentar, el conjunto dirigido por Néstor Gorosito volvió a trastabillar en la última línea, en una acción que rozó el amateurismo. A los 10, un choque entre los centrales y el arquero “millonario” —ante la presión de los delanteros— derivó en un tanto mal anulado a Medina, por decisión del juez de línea, que levantó su banderín ante una infracción u off-side inexistentes.
Arsenal, que no tuvo mayores problemas a lo largo de todo el partido, y en la etapa inicial pudo ampliar la ventaja. ¿River? Poco y nada. Sin reacción, con Ariel Ortega luchando solo, pero esa lucha era contra el rival, contra sus compañeros y contra sí mismo, porque su cabeza piensa una cosa y su cuerpo hace otra.
Para que el clima sea peor en el vestuario riverplatense, Gorosito le pasó factura de los problemas defensivos a Cabral, al disponer el ingreso de Nicolás Sánchez en su lugar, a los 35 minutos del primer tiempo.
Lo único que generó esta versión pálida de River en el primer tiempo fueron dos tiros libres, primero en los pies de Ariel Ortega, después de Matías Abelairas, pero ambos con el mismo destino: las manos de Cristian Campestrini.
Sin variantes
Para el segundo tiempo, Gorosito hizo ingresar a Cristian Fabbiani, para ver si algo podía cambiar en cancha. Pero fue más de lo mismo y lo más importante fue su cruce verbal con los hinchas.
River tuvo la pelota y Arsenal jugó de contragolpe, pero los arqueros fueron espectadores de lujo, más allá de un remate desde afuera del área de Buonanotte que embolsó Campestrini. Los minutos transcurrieron y sólo una chance de gol tuvo River, en los pies de Fabbiani, quien solo y con el arquero vencido, tiró la pelota por encima del travesaño.
Cuatro puntos sobre quince en el campeonato local y una eliminación temprana en la Copa Sudamericana parecen ser demasiado para Gorosito, que no sería despedido pero tampoco tendrá espaldas para mantenerse en el cargo hasta diciembre, sobre todo luego de que la gente lo despidiera con insultos y un hiriente “andate Pipo” que se escuchó en Sarandí, junto con los insultos para los jugadores.
