Lo impulsa a nivel nacional el ex presidente Adolfo Rodríguez Saá
Proyecto de ley de
propina obligatoria
El Senado de la Nación, además del proyecto de ley de radiodifusión, tiene otros muchos temas en agenda. Entre ellos el que impulsa la obligatoriedad de la propina, que haría que una parte importante del sueldo del mozo no la pague el empleador sino el cliente.
De la redacción de El Litoral
“Mozo, la cuenta y su 10%”. La propina, hoy voluntaria y producto tanto de la generosidad del cliente como del esmero del mozo, podría ser dispuesta por Ley.
Un proyecto en el Senado de la Nación pretende fijarla en un 10 %. El debate ya se ha disparado en los medios de comunicación, aunque por ahora tiene más el tono de una nota de color que de una iniciativa con chances serias de prosperar.
El texto normativo proviene del llamado peronismo disidente, originario de San Luis: lo impulsan sus senadores por el PJ Liliana Negre de Alonso y el presidente interino Adolfo Rodríguez Saá.
El proyecto no tiene por ahora respaldo gremial de la UTGRA, la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina, sostuvo que el tema merece un amplio debate, pero aún no fijó una posición sobre un cambio tan radical para sus afiliados. Es que la aparición de la propina obligatoria puede retrotraer la situación de quienes sirven las mesas, hoy en relación de dependencia, a los tiempos del laudo obligatorio (ver aparte).
La iniciativa dispone que la propina obligatoria se cobre mediante la emisión de la correspondiente factura, algo que quizá interese al oficialismo y a los organismos recaudadores, ya que hoy es casi imposible obtener la debida factura. Generalmente, no se la entrega si el cliente no la reclama.
Los fundamentos del proyecto dicen que el objetivo es que “el empleado no sólo tenga una expectativa de percepción de la propina, sino también que ésta sea un derecho inherente a su trabajo”.
En este sentido, Negre de Alonso dijo a la prensa en Buenos Aires que “el trabajo de mozo implica una actividad enteramente dedicada al servicio del prójimo. La cual está expuesta, muchas veces, a malos tratos y bajos salarios. Por eso, resulta muy importante la regulación de dicha actividad atento a que los mozos tienen condiciones de trabajo especiales consistentes en la propia atención al público en un momento especial del cliente: de entretenimiento, de negocios, de espera mientras transcurre una operación quirúrgica de un familiar, de lectura, de meditación, de festejo, entre otras cosas; siendo su presencia fundamental para contribuir al éxito del evento”.
El texto sostiene que “la propina resulta ser un ingreso de vital importancia para los mismos. Por ello, lo que se pretende con este proyecto es darle certeza a la misma”.
Si bien el artículo 113 de la ley de Contratos de Trabajo tiene incorporada la propina siempre que ésta sea habitual y permitida, para que la propina contemplada en dicho artículo “tenga relevancia salarial tiene que haber una expectativa de su percepción razonable”, considera la senadora.
En comisiones
El tema está en la Comisión de Asuntos Laborales que preside el radical Gerardo Morales. En su articulado, dispone la propina obligatoria para “los mozos y las mozas de los restaurantes, bares y otros establecimientos análogos”.
Además de fijarla en un 10% “con respecto al monto total de la consumición correspondiente”, su tercer artículo indica que “a los efectos de registrarse por escrito, se llamará Propina Obligatoria”.
El artículo 4 habla de la “prohibición de su descuento” e indica que “el monto obtenido por el trabajador proveniente de las propinas por él recibidas no podrá ser descontado de su remuneración ni de los adicionales que perciba el mismo de conformidad al convenio colectivo”.
El quinto plantea que como excepción la propina no será obligatoria “para consumiciones inferiores a $ 10”.