Críticas desde el ARI al modelo

Para García, se acentúa la

concentración en el campo

La diputada nacional Susana García denunció que sigue el proceso de concentración y exclusión en la actividad agropecuaria de nuestro país y fundamentó su apreciación en los datos preliminares del Censo Nacional Agropecuario 2008.

De la redacción de El Litoral

polí[email protected]

La diputada arista Susana García asegura que en el año 1988 existían en el país 421.221 explotaciones agropecuarias y en el 2002 se registraron 333.533, mientras que los datos registrados por el último censo arrojan un total de 273.590 explotaciones.

A su vez -dice la legisladora- la superficie ocupada por esas explotaciones también se redujo de 177.437.398 millones de hectáreas que ocupaban en 1988, pasaron a 171.331.163 en el año 2002 y a 153.153.822 en el año 2008. En consecuencia, sólo en 14 años (1988-2002) desaparecieron más de 100.000 explotaciones agropecuarias y en seis años (2002-2008) más de 59.000 dejaron de existir.

Los datos de los dos últimos censos agropecuarios “reflejan la intensidad y orientación concentradora del modelo productivo”, asevera la diputada.

Para García, “los números reflejan graves alteraciones en la estructura social agraria porque esos establecimientos que desaparecieron son productores, familias, hombres, mujeres y jóvenes dedicados al trabajo del medio rural ligados a una forma de vida que los identifica, distribuye y arraiga territorial y culturalmente.

También implica la desaparición de una serie de relaciones sociales y vínculos de muchas comunidades ligadas esencialmente a la producción agropecuaria en forma principal, accesoria o relacionada, que daña directamente la microeconomía lugareña”.

Cresud, la contrapartida

La diputada santafesina contrastó esos datos con el crecimiento de la superficie productiva de la empresa Cresud que es un 140% superior en cinco años ya que pasó de poseer 147.965 hectáreas en 2004/05 a 357.832 en la campaña 2008/09, además de las 356.796 hectáreas en reserva.

Para la legisladora “esto es un ejemplo o contracara del perjuicio social que se está produciendo y promoviendo desde el gobierno nacional que consolida la posición de las empresas controladoras de grandes extensiones de tierra, sea por su compra o alquiler, especialmente en lugares geopolíticos estratégicos, a costa de la cesión de chacras, sea por venta o alquiler, por parte de los productores agropecuarios, lo que conlleva al excesivo éxodo rural, la pérdida de empleos, el desarraigo, la pobreza, la exclusión y la frustración social”.

García no duda en afirmar que “avanzamos hacia una mayor concentración no sólo económica, sino también social y política, que atenta directamente contra los sectores más desfavorecidos y explica la desigualdad profunda y dolorosa de la Argentina del siglo XXI”.

Según la diputada, “los datos notifican la mentira oficial acerca de la defensa de la justicia social, la distribución de la riqueza, el cuidado de la mesa de los argentinos, entre otros aspectos que sólo se describen desde un atril en Olivos”.

En una comunicación aportada a El Litoral, García dice que basta con recorrer “el paisaje nacional para ver el despoblamiento rural, las crisis de los pueblos, comunidades e instituciones ligadas a la producción agraria, las grandes extensiones verdes sin población y, a la vez, un proceso de urbanización hegemónico y desequilibrado que alimenta la despoblación en la ruralidad y la marginalidad en los conglomerados urbanos”.

1.jpg

La legisladora se refiere en forma dramática al despoblamiento rural.

Foto: Archivo/El Litoral