Elecciones 2009

Los cabos sueltos y no tan

sueltos que dejó la elección

Los cabos sueltos y no tan sueltos que dejó la elección

 

Teresa Pandolfo

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Las elecciones municipales de mitad de mandato se caracterizan por su dinámica abiertamente lugareña aún cuando se pertenezca a expresiones tradicionales políticas.

Se vota al hombre-candidato o en apoyo de una gestión y ante un desencanto o desacuerdo, se elige otro signo partidario. Las votaciones se mueven en ese nivel de decisión.

El Frente Progresista Cívico y Social se impuso con claridad en la capital de la provincia y ajustadamente en Rosario, pero también fue la expresión más votada.

La elección rosarina resulta muy interesante porque demuestra la movilidad del voto. El Frente, pese a salir primero en la ciudad del sur, no dejó de sentir el peso del desgaste de tantos años de gobierno y perdió la quinta banca puesta en juego. Según los datos provisorios estuvo lejos de las votaciones en instancias electorales anteriores.

También la lista justicialista - que nucleó a los ganadores de las primarias del 2 de agosto-, obtuvo menos apoyo que el resultado de la suma de las listas participantes en la interna: entre 60 y 70.000 sufragios menos y el obeidista Osvaldo Miatello no ingresó al Concejo rosarino. A partir de allí en la tercera posición el voto se despolarizó: la UCR no frentista sacó dos bancas, otra el Pro y otra el Proyecto Sur, electores todos a los que no convencieron ni el proyecto oficialista ni la propuesta del peronismo. En general, en toda la provincia la UCR hizo muy buena performance.

En Santa Fe

En nuestra capital, fue claro y merecido el triunfo de los candidatos del Frente. En la opinión de esta periodista la gestión de Mario Barletta en la intendencia fue determinante para ello. Un voto mayoritariamente no ideológico que premió la calidad de un gobierno municipal con iniciativas para resolver los temas de fondo de la ciudad.

En el ámbito del peronismo, entre la lista encabezada por Roberto Campanella y 100% Santafesino -que llevó como primer candidato a Sebastián Pignata-, se dirimió en los hechos la interna del PJ no resuelta en el máximo nivel dirigencial. Claramente, el favor de los votos fue para la agrupación conducida por Oscar “Cachi” Martínez.

En una primera lectura: ¿qué nos están marcando estos datos?

En primer término que el Frente Progresista ya cuenta con un candidato a gobernador: Mario Barletta.

Seguramente, si la coalición se mantiene como se cree hasta ahora, habrá más de un postulante para el 2011 a la Casa Gris. El socialismo anotará uno o más de sus hombres: Miguel Lifschitz ya ha mencionado sus aspiraciones en tal sentido, en tanto se considera que Hermes Binner se inclina por Antonio Bonfatti.

La coalición necesita organizarse como tal y precisa una autoridad . Lo ha expresado muchas veces Barletta y al intendente santafesino le asiste la razón en el planteo.

En el peronismo

En la vereda de enfrente aparece un justicialismo golpeado. Muy lejos quedaron los números del comicio del 28 de junio, en la ciudad, por ejemplo. Con 100% Santafesino ganó la renovación. El votante apostó por nuevas caras, a propuestas concretas y útiles, aún sabiendo que sus postulantes debían hacer “camino al andar”. No se trató sólo de una forma distinta de encarar la campaña.

Lo de Santa Fe sirve como ejemplo: es importante que el peronismo en la provincia sepa leer y asumir el mensaje de las urnas. En primer lugar, debe definir liderazgos y cursos de acción. Conducción, diálogo entre las corrientes internas y organización; renovación de metodologías y de mensajes, fueron factores que estuvieron ausentes a la hora de organizar la campaña local y para “el día después”. El resultado fue otro cuando hubo dirigencia consustanciada con el compromiso que se avecinaba.

El ciudadano elector no tiene por qué ser un descifrador de jeroglíficos. Quiere contar frente a sí con un ámbito dinámico de participación en el que pueda hacer carrera si le interesa la política, en tanto a los que no toman esa opción, en el momento de una elección, saber claramente cuál es la propuesta.

Al peronismo, fundamentalmente, le faltó liderazgo en este comicio y vale como confirmación de lo expresado que en los lugares donde sus principales dirigentes estuvieron en los actos, el PJ remontó resultados que antes habían sido adversos.

Sería deseable que el senador nacional Carlos Reutemann y sus aliados hicieran una acertada lectura del mensaje de las urnas en beneficio de la militancia y de pasos futuros: poca presencia y demasiadas curvas en el camino marea, desdibuja esfuerzos y, sobre todo, malogra posibilidades.