Nada compromete a los primeros sospechosos

No hay detenidos por el robo y homicidio de Arroyo Leyes

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Quién mató a Cuevas en Arroyo Leyes: no tiene respuesta. Tampoco se sabe si existe una banda de la costa, si los asesinos son parte de ella o un grupo de imitadores.

Foto: Alejandro Villar

No hay rastros de los encapuchados que una semana atrás asaltaron a los Cuevas, y mataron al padre de familia además de dejar malherido a uno de sus hijos.

 

José Luis Pagés

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Ya no quedan detenidos en relación al crimen consumado, en el marco de un asalto perpetrado una semana atrás en Arroyo Leyes, en la jurisdicción policial de la subcomisaría 8a.

Nada relaciona con el asesinato del frutillero Esteban Cuevas a los cuatro hombres -un padre de familia, sus dos hijos y un amigo común- demorados al comienzo de la investigación.

Los primeros en caer bajo sospecha fueron apresados en la misma localidad costera, pero pronto quedó claro que ninguno de ellos estuvo, durante la noche del sábado, en el lugar del hecho.

Tampoco aparecieron elementos de interés para la causa, como cuchillos o armas de fuego, cuando con orden judicial los agentes de Homicidios allanaron esa casa de familia.

Como en los primeros momentos el cruento suceso fue interpretado como un enfrentamiento de familias, la detención de esos hombres dio a pensar que esa hipótesis no había sido descartada todavía.

Contra aquella presunción, la del enfrentamiento por la posesión de tierras de cultivo, se sabe ahora que el expediente policial lleva por carátula “Homicidio en ocasión de robo”.

A las 3.50 del sábado anterior, una banda en la que formaban varios encapuchados irrumpió en las tierras de los Cuevas, mató al padre de familia (45) e hirió gravemente a Alvaro, el hijo de 25 años de edad.

La banda actuó al modo del grupo que asaltó a De Santis, en Villa California, a Morini en Rincón, a Manzur en Colastiné Norte, a Rappaport y Romero en Arroyo Leyes.

Enmascarados derribaron puertas a la madrugada, irrumpieron y al unísono redujeron a las víctimas para golpearlas primero y preguntarles después dónde escondían el dinero. En todos los casos, tales sujetos torturaron físicamente a los dueños de casa -excepto a Manzur- y los presionaron psíquicamente, amenazando a las mujeres o niños de la casa.

Si los hombres que actúan al estilo de los grupos comando son los mismos, si forman en distintos grupos de una misma banda o si en algunos casos se está ante la acción de imitadores son interrogantes que inquietan a los pobladores de la costa, tanto como no saber aún quiénes asesinaron a Cuevas y dejaron a su hijo malherido.

También, posiblemente para algunas de estas preguntas busca respuesta la autoridad judicial y preocupan a los funcionarios policiales, como al subcomisario Hugo Tarragona, quien tras desempeñarse al frente del destacamento Colastiné, está a cargo de la subcomisaría de Arroyo Leyes.