Ganados y carnes

Comienza a declinar la oferta

missing image file

Merma. Pese a que en gran parte del país no ha llovido, la oferta de ganado para faena empieza a mermar.

Foto:Archivo

Después de haber logrado un máximo en julio, la oferta ganadera ha comenzado a declinar y eso se refleja en los precios. Las entregas para faena están mermando, en el caso de la vaca porque las matanzas en los meses previos fueron extraordinarias.

 

Ignacio Iriarte

La oferta ganadera, después de haber logrado un máximo en julio, ha comenzado a declinar, y eso se refleja en los precios.

Pese a que en gran parte del país no ha llovido, o no ha llovido lo suficiente para revertir la dramática situación forrajera, la oferta de ganado para faena empieza a mermar. En el caso de la vaca, porque las faenas de los meses previos fueron extraordinarias (350 mil vacas en junio), porque mucha vaca ya no está en condiciones de ser movilizada, o porque al costo de reposición de un vientre “cosa que inevitablemente habrá que hacer el año próximo” vale la pena retenerlo y correr el riesgo de que el animal se muera en el campo.

La demanda por vaca está muy firme, sostenida desde el mercado interno (hay muy poca vaca carnicería) y por la exportación, con Rusia y Venezuela muy demandantes. Los países limítrofes y competidores (Uruguay, Paraguay y Brasil) tienen la vaca mucho más cara que en nuestro país y ya no están en condiciones de abastecer la demanda internacional.

Aun con la fuerte suba del precio de la vaca, esta categoría cotiza hoy entre un 30 y un 40 por ciento debajo de los países limítrofes, lo que estimula la venta “hormiga”, o lisa y llanamente, el contrabando de cortes o incluso de medias reses.

De colección

Mucha vaca nueva, originalmente ofrecida para faena, es redestinada al campo, a hacer vientres cuya demanda se descuenta será muy intensa en los próximos años.

Conforme avance la primavera, la oferta de vacas será cada vez menor, en un contexto de una demanda interna e internacional muy firme.

Los precios no suben más porque en más de la mitad del país ganadero la situación de los campos sigue siendo terminal y esto obliga a vender. El agudo faltante de novillo induce también a muchas plantas exportadoras a cubrir la gran capacidad de sus playas de faena con vaca, categoría que en la medida en que finalmente llueva en forma abundante y generalizada, tenderá a ser por varios meses una pieza de colección.

Además, y como queda dicho, la cotización interna de la vaca en gancho sigue estando “pese a la amplia apertura actual de las exportaciones” hoy por debajo de lo que vale en el resto del Mercosur.

Miles de criadores en todo el país han gastado fortunas en rollo y grano para conservar aunque sea una parte del rodeo de vientres, pero la seca ha sido y todavía es tan larga y tan dura, y sus efectos acumulativos tan destructores, que en la mayoría de los casos no han logrado salvar el rodeo y se han quedado sin capital de trabajo.

Se ha vendido parte del stock para salvar al resto, pero se hizo sobre la base de la esperanza de que en algún momento iba a llover y la sangría económica se iba a cortar.

/// en relación

 

Menos ganaderos

La combinación de seca extrema, precios muy bajos para el ternero y para la vaca (35-40% de los kilos que vende el criador son de vaca) y de la hostilidad oficial terminarán con miles de pequeños ganaderos, cuyos campos, cuando la situación climática se revierta, serán arrendados a otros ganaderos más grandes o por inversores ajenos al sector. La primera vacunación de 2010 revelará seguramente una caída sorprendente en el número de productores ganaderos en todo el país.