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Al alcance de la mano

Las plantas y sus frutos tienen propiedades excelentes para estimular la belleza, no sólo incluyéndolas en la dieta -lo cual nos ayudará a estar más sanas-, sino aplicadas en el cuerpo como extractos o lociones.

FUENTE TRATAMIENTOSBELLEZA.COM.AR / FOTO EL LITORAL

En la naturaleza hay ciertos elementos que son especialmente ricos en propiedades útiles para tratamientos de belleza; como el aloe vera, el huevo, la rosa mosqueta, la centella asiática, la ortiga, fangos, algas y la mayoría de las frutas y verduras. La siguiente es una lista de algunos de ellos y sus posibles aplicaciones.

Aloe vera: es una de las plantas más ricas en nutrientes para la piel, tanto del rostro como del cuerpo y del cuero cabelludo. Tiene minerales, vitaminas, aminoácidos y enzimas. Todo ello, combinado, estimula la regeneración celular. Además, es astringente y reduce la apertura de los poros, evita erupciones y enrojecimientos. En el cabello, detiene su caída, y le da brillo y fuerza. El único cuidado que debemos tener es controlar la hidratación, ya que puede resecar las superficies donde lo apliquemos.

Centella asiática: es una hierba que aparece citada como ingrediente en los productos contra la celulitis. Es porque ayuda a combatirla estimulando al sistema linfático para reducir la retención de líquidos. La usamos en infusiones, con una cucharadita de la planta en una taza de agua caliente. Aunque debemos tener cuidado de no exagerar: dos tazas al día es suficiente.

Ortiga: posee silicio, magnesio, vitaminas A, E, y C. Si bien al tacto no es muy amigable, para el cabello es ideal. Además, es remineralizante: regenera cartílagos. Así que si tenemos uñas débiles, es el elemento adecuado. Para el cabello, podemos preparar un tónico: colocamos hojas de ortiga secas en una botella y las cubrimos con vinagre de manzana. Las guardamos durante 15 días en un lugar oscuro, agitando cada día para que se mezcle bien. Cumplidas las dos semanas, colamos el vinagre y lo dejamos reposar otros 15 días. Finalmente, lo utilizamos para el último enjuague del cabello.

Té verde: es diurético y antioxidante. Pero además reduce el colesterol malo, retarda el crecimiento de tumores, ayuda a combatir bacterias de la boca, retarda el desarrollo de la diabetes, quema las grasas, protege los cartílagos, contiene fluoruro (que fortalece los huesos) y reduce la presión sanguínea, entre otras muchas cosas. Incluir un par de tazas al día en nuestra rutina es una idea muy saludable.

MÁS SUGERENCIAS

Existen más productos naturales aptos para uso cosmetológico:

Miel de abeja: es un humectante natural y ayuda a retener la humedad. Aplicada pura en el rostro, aclara las manchas oscuras y pecas. Podemos dejarla actuar una hora y retirar con agua.

Azúcar: es exfoliante. Por ejemplo, para suavizar zonas ásperas podemos aplicar una mezcla de azúcar, miel y aceite, y estimular con una suave fricción. Luego habrá que enjuagar la zona con agua.

Frutilla: es astringente, por lo que es especialmente recomendada para pieles grasas. Podemos pisarla y aplicarla como una mascarilla. La retiramos luego de quince minutos con agua fresca.

Membrillo: combate las arrugas. Una excelente loción rejuvenecedora puede hacerse con dos partes de semillas de membrillo más cien de agua. Lo ideal es aplicarla antes de ir a dormir y dejarla actuar toda la noche. También sirve para curar los labios cuando están secos y se hacen pequeñas grietas: debemos cocinar las semillas y aplicarlas en la herida.

Limón: es astringente y blanqueador. Mezclado con azúcar, sirve de exfoliante. Y si aplicamos su jugo en el pelo y luego nos exponemos al sol, aclara nuestro tono.

Ananá: contiene vitaminas, fibras y sales minerales. Comerlos ayuda a reducir el colesterol y detener el avance de la celulitis. Además cumple funciones desintoxicantes porque es diurético. De forma externa, es muy bueno contra el acné: debemos aplicarnos el agua que se obtiene al hervir su piel.

Caléndula: esta hierba silvestre contiene ácidos grasos, alcoholes y ácido salicílico. Aplicada como bálsamo o crema es cicatrizante, y combate erupciones.