Se jugó la primera cuarta parte del torneo de Primera B Nacional...
Alí sorprendió a más de uno
con este liderazgo absoluto
Ha resuelto satisfactoriamente todas las situaciones planteadas, como la de improvisar una defensa casi completa.
Renzo Gonzalo Vera fue la figura tatengue en el partido del viernes ante el difícil Boca Unidos. Volvió a jugar de marcador central, algo que pocas veces hizo en Unión.
Foto: Pablo Aguirre
Enrique Cruz (h)
Se cumplió la cuarta parte de la temporada y Unión está puntero. Recién un 25 por ciento de un torneo extenuante, con duración suficiente para ser cambiante y que, como ya se dijo muchas veces, no sólo importa empezar bien sino terminar mejor. Unión sólo ha perdido una vez y lo hizo en circunstancias anormales y con un arbitraje polémico, que desnaturalizó por completo el partido ante Belgrano dejando al equipo de Alí con 8 jugadores. Luego, consiguió algunos resultados agónicos en medio de producciones con facetas buenas y malas que, sin embargo, tuvieron un común denominador: la irrenunciable actitud a entregarse por entero y a sacrificarse por el resultado.
Diego Calgaro, el jugador más inteligente desde lo táctico que tiene el plantel del Turco Alí y fiel exponente de esa actitud ante la lucha que muestra el equipo, señaló después de la victoria ante Boca Unidos que “seguramente ustedes (por el periodismo) van a decir que Unión jugó mal, pero lo que importa es que se ganó”.
No es así. Unión no jugó mal ante Boca Unidos. Quizás se vio superado por el rival, que jugó un muy buen partido y manejó la pelota más tiempo que Unión, pero eso no le quita ningún mérito al equipo. Al contrario, revaloriza el triunfo y su actuación.
Unión es un equipo tremendamente compacto. Sabe a qué juega, tiene una idea clara. Pretende ser profundo por los laterales y muere en la búsqueda si no lo consigue. Lucha en el mediocampo y si tiene que replegarse estratégicamente para quitarle espacios al rival, como ocurrió en el segundo tiempo ante Boca Unidos, lo hace con solidez.
El equipo, como todos, tiene cuestiones consolidadas y otras por conseguirse. Ejemplos: 1) Ojeda sigue generando desconfianza en la gente, no sale bien armado en los centros, pero el viernes fue clave para ganar el partido con dos o tres atajadas de real mérito; 2) Guerra no venía jugando bien, perdía ante los defensores rivales, quedaba atrapado y sin respuestas, pero el viernes apareció, metió un gol, casi clava otro antológico de media chilena y fue importante para ganar los tres puntos; 3) Cólzera, Jorge Torres y Ricky Acosta aciertan y se equivocan en proporciones parecidas, pero nadie les puede reprochar la actitud positiva que tienen para pedir la pelota sin esconderse; y 4) Alí tuvo que improvisar una defensa con apenas un solo sobreviviente titular y, sin embargo, consiguió mantener solidez: otro buen indicio.
Está haciendo un buen trabajo Alí. Se nota que el Turco hacía lo suyo en el cuerpo técnico que compartió tanto tiempo con su amigo. Y ahora lo está demostrando. Ha ido más allá con este equipo de lo que muchos suponíamos, al menos en este arranque. Lo armó bien, no equivocó las contrataciones, trajo jugadores comprometidos y cambió algunas mentalidades.
Ese compromiso se observa, por dar un ejemplo, en la obstinada actitud de Diego Calgaro para no pedir el cambio y elongar permanentemente el pubis durante el partido. Se observa mayor concentración. Se pueden cometer errores, obviamente, pero hay un registro de atención más profundo, sobre todo en los jugadores jóvenes. Fue de menor a mayor lo de Suárez, no desentonaron Maidana y Zurbriggen ante los correntinos, respondió Ricardo Acosta en el espacio que dejó Matías Donnet por su fractura en las costillas, se “mata” Weiner si le toca entrar y aparece Vera, que perdió la titularidad luego del primer partido, siendo la figura del equipo ante Boca Unidos y dejando una imagen más sólida en ese puesto de marcador central, que evidentemente es el que mejor le sienta y en el que puede disimular —al igual que Yacob— errores que se observan con nitidez cuando le toca jugar como lateral.
El Turco va ampliando un plantel que tiene buena cantidad de profesionales aunque gran mayoría de juveniles o jugadores inexpertos. Desde que empezó, le tocó debutar a Caprio en el arco, a Ricardo Acosta, a Zurbriggen y a Maidana. Además, se consolidó Pedro Suárez, y Alexis Fernández es un jugador que está listo para reemplazar a cualquiera de los “5” que falte sin desentonar. Es cierto que la base de jugadores conocidos, expertos y con rodaje en primera, no es tan importante en la cantidad, pero a medida que los chicos empiecen a rendir satisfactoriamente, ese número de jugadores a disposición se irá incrementando. Y esto es algo saludable en un torneo extremadamente largo, con muchos viajes y situaciones adversas a resolver, como le pasó al Turco el viernes, obligado a cambiar el 75 por ciento de la defensa titular.
