Santa Fe, con valores similares a Córdoba

Energía: el país tiene las tarifas más bajas de Latinoamérica

En las provincias de la Región Centro la energía eléctrica es hasta 9 veces más económica que en algunos países latinoamericanos. La Fundación para el Desarrollo Eléctrico (Fundelec) recomienda aumentar las tarifas en el país para que se acerquen a los costos reales. Critica especialmente los subsidios de que goza Buenos Aires.

 

De la redacción de El Litoral

[email protected]

La Argentina tiene tarifas eléctricas que están desactualizadas. Y los 14.000 millones de pesos que cada año el Estado nacional vuelca en subsidios al sector han desnaturalizado la relación entre los valores en las boletas a los usuarios y los costos reales de producción, transporte y distribución de la energía.

Un informe de la Fundación para el Desarrollo Eléctrico (Fundelec) advierte que “una rápida mirada sobre los valores mayoristas permite ver el retraso en las tarifas de los generadores: considerando los valores corrientes de la energía eléctrica, mientras que en la Argentina se paga entre U$S 35 y 40 el megavatio (MW), en México, U$S 75; Uruguay, U$S 91; Brasil, entre U$S 95 y 100; Chile, U$S 130. La tarifa más alta de la región corresponde a Panamá, donde se pagan más de U$S 150 por MW”.

Además, la entidad advierte que el país sufre un cuadro de “dispersión tarifaria” en el que las provincias pagan más que Capital Federal y el Gran Buenos Aires, y compara esas desigualdades con la política de Brasil tendiente a unificar el costo final para sus 190 millones de habitantes, que viven en 26 Estados.

Fundelec recuerda que otro informe de 2006 planteó la misma recomendación, “la necesidad de producir una paulatina convergencia de las tarifas a nivel nacional, con el objetivo de lograr la sustentabilidad del servicio en nuestro país”.

Ejemplos

En el escenario regional, la distribución de energía tiene valores irrisorios respecto de otras ciudades latinoamericanas:

* Por un consumo de hasta 150 kilovatios y expresado en pesos argentinos, un usuario de San Pablo (Brasil) abona $ 118; un uruguayo de Montevideo, $ 289; un chileno que vive en Santiago, $ 130, mientras que los argentinos que habitan en Capital, GBA, La Plata y Gran La Plata (área de concesión de las distribuidoras Edenor, Edesur y Edelap) gastan $ 23,95. Los valores suben según la mirada se aleje de la metrópoli porteña, ya que un usuario de la provincial cordobesa Epec paga $ 32,62; el de la santafesina EPE, $ 34,96.

* Por un consumo de 450 KW/h y siempre expresado en pesos argentinos, en San Pablo pagan $ 353; en Montevideo, $ 520; en Santiago, $ 373, mientras que en la zona de Edenor, Edesur y Edelap ese consumo cuesta $ 50,72. En tanto, en Córdoba son $ 121,34; en Santa Fe, $ 118,10, y en las distribuidoras de concesión nacional porteñas, apenas $ 50,72.

*Por 700 KW/h y siempre expresado en pesos argentinos, el usuario en San Pablo desembolsa $548; en Montevideo, $ 724; en Santiago, $ 576, mientras que en Buenos Aires, GBA, La Plata y Gran La Plata se pagan solamente $ 72,76. En Córdoba, $192,43, y en Santa Fe, $ 188,37.

*Por un consumo de 1.100 KW/h (aquí empieza a influir el elemento subsidio en la Argentina), un usuario de San Pablo paga $ 861; uno de Montevideo, $ 1.049; uno de Santiago, $ 953, mientras que los que habitan el área de Edenor, Edesur y Edelap gastan, con el subsidio del Estado al 100 % (aplicado para el bimestre junio-julio), $ 123,72 y, con el subsidio al 70 % (aplicado al bimestre agosto-septiembre), $ 144,34. En Córdoba, $ 313,99, y en Santa Fe, $ 300,82.

Los valores considerados por Fundelec fueron tomados en agosto último, por lo que no se incluyeron en la comparación el aumento del 9 % que regirá en Santa Fe desde el 15 del corriente. Tampoco el 12 % que se discute en Córdoba.

Fundelec tomó el escalón de consumo de 700 KW/h y de 1.100 KW/h, un valor más alto que el promedio nacional de gasto eléctrico, hoy instalado en torno a los 550 KW/h bimestrales entre los usuarios residenciales.

Comparación

El informe de Fundelec compara el precio de la energía en el nivel mayorista (en generación y con altos subsidios estatales) con los que se pagan en el primer mundo, según datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo (OCDE). En Argentina se paga entre 35 y 40 dólares; en Francia, 61; Estados Unidos, 62; Noruega, 65; Corea, 68; Nueva Zelanda, 77; España, 89; Suiza, 94; y Finlandia, 95.

/// EL DATO

 

Subsidio

El aumento del costo de la generación no se ha trasladado a los hogares, la diferencia fue subsidiada por el Estado nacional. A partir de octubre de 2008, la Secretaría de Energía de la Nación a través de su Resolución SE Nº 1169/08, aplicó una reducción de estos subsidios que fue compensada a través de un aumento diferenciado en las tarifas eléctricas aplicado a los sectores residenciales de mayores ingresos de todo el país y a las grandes industrias. Sin embargo, los recursos de amparo y las quejas de lo usuarios hicieron que se restituya el subsidio para el bimestre junio-julio y de un 70 % para agosto-septiembre.

 

/// EL INTERIIOR

El 45% de los consumidores eléctricos se hallan en Buenos Aires y el Gran Buenos Aires (GBA), pero el 80% de total de demanda nacional se concentra en 4 provincias (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza).

Las asimetrías entre porteños y provincianos (aun si se consideran las provincias más importantes) se deben “recomponer, en términos de justicia y equidad, dentro de una banda de precios más razonable”, sostiene Fundelec.

Brasil logró, a través de la “ecualización tarifaria”, una convergencia de los valores de la energía en todo su territorio, “obteniendo de este modo un desarrollo más armónico, tanto a nivel industrial como social del país entero”, subraya la entidad argentina.

Una convergencia tarifaria debe partir de que todos los habitantes del país “deben tener precios de la energía similares, con el fin de reponer la equidad en el consumo de un servicio público esencial”, agrega Fundelec.

Subsidios cruzados (como en Brasil) pueden restablecer el equilibrio: “los mercados concentrados de las ciudades citadas deberían aportar parte de esa recaudación, tendiente a fortalecer el Fondo de Desarrollo Eléctrico del Interior, con el fin de lograr una calidad de servicio equivalente”.

Cada consumidor debe pagar por su servicio, “por lo menos, el costo que demanda” desde la generación y el transporte, hasta la distribución de la energía.