Entrevista al economista Agustín Monteverde

“La situación fiscal del país es su talón de Aquiles”

El gasto corriente sube al 30 %, en tanto que los recursos tributarios nacionales cayeron un 11 %. Se estima un déficit consolidado de 40.000 millones de pesos para 2010.

Teresa Pandolfo

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Doctor en Economía y profesor de las universidades del Cema y de El Salvador, Agustín Monteverde estuvo en Santa Fe invitado por el Lawn Tennis Club, Capitel Constructora y Pilay SA. Compartió un panel junto con el doctor Vicente Massot. Destaca entre los principales problemas del país, la situación fiscal cuyo déficit se ha disparado.

“Desde hace tres años, la inversión extranjera directa es negativa. Además, tenemos una situación energética que está siendo sobrellevada gracias al parate económico. Si la actividad económica no se hubiera reducido, seguramente habríamos estado pasando dificultades tanto en el invierno como el verano aunque esto también sigue sin resolverse”, dice en una entrevista con El Litoral

Por eso -continuó-, si tuviera que elegir el talón de Aquiles del kirchnerismo refiero a la situación fiscal, que es sumamente preocupante. Hay una brecha creciente entre los ingresos públicos y particularmente los ingresos corrientes versus el gasto de igual orden. Mientras el gasto corriente sube a tasas insospechadamente altas con promedios del 30 % y en algunos casos por encima de ese guarismo, los recursos tributarios del sector público nacional cayeron un 11 %. ¿Cuánto tiempo aguanta el fisco esta situación?

Al comentársele que lo mismo sucede en las provincias, donde han aparecido y/o profundizado los déficits, respondió que “cuando vemos el consolidado Nación-provincias, la situación se agrava”.

“Cuando vamos al 2010 y sin incorporar algunas variables, podemos pensar en un déficit de consolidado del orden de los 40.000 millones de pesos. Sin ningún arreglo con los deudores ni tampoco el hecho de avenirse a las inspecciones del artículo 4º de la Carta Orgánica del FMI va a traer milagrosamente plata del cielo”, responde a raíz de las últimas gestiones de Amado Boudou y Martín Redrado en Estambul.

Para el orador “estas cosas despiertan ciertas euforias en los mercados financieros, porque son movimientos especulativos, y todo movimiento en ese sentido plantea posibilidades de recupero, teniendo en cuenta que estaba en el subsuelo el valor de esa deuda. Pero -dice-, de ninguna forma se puede pensar que la Argentina volverá a los mercados internacionales a tasa razonables.

Explica que mientras Brasil coloca fondos a 40 años a menos del 6 por ciento, la Argentina está claramente excluida de los mercados voluntarios de deuda y a tasas que sean soportables por el país.

“La inversión extranjera como ya hablé es negativa pero si hablamos de la inversión interna, nos preguntamos ¿qué puede quedar de ella? La inversión es el resultado del ahorro y éste ha sufrido enormemente de la mano de tasas de interés negativas. Se lo ha desalentado como forma de fomentar el consumo”.

En la misma línea de discurso dice que las tasas de inflación “no fueron una casualidad porque se trató de un país donde la expansión monetaria era creciente, en una época donde la demanda de dinero había comenzado a detraerse y consideró que “la inflación es muy alta para la ferocidad con que se paró la economía”.

Escenario de mediano plazo

Monteverde sostiene que ve “posibilidades enormes para la Argentina por que cuenta con sectores competitivos de base estructural, no coyuntural, no por tipo de cambio. Se trata de sectores de competitividad real, sin protecciones infinitas”. Pone como contrafigura que el superávit comercial está basado en medidas del gobierno que no permiten el ingreso de una cantidad enorme de productos. Cita a la industria alimentaria como uno de esos rubros con un papel preponderante en el futuro. “Ahora, que la Argentina sepa explotar y desarrollar esos recursos, es otra cosa”, puntualiza.

En el plano político, Monteverde comparte la opinión del punto de inflexión que fue la elección del 28 de junio pasado para los Kirchner y al ser consultado si se podrán recomponer políticamente, hace un análisis diciendo que “al kirchnrismo le han surgido dos aliados inesperados: uno es Brasil: lo poco que puede mostrar son los sectores industriales que son exportadores, son sus ventas al Brasil. El otro aliado sorprendente es el campo”.

“Pero aclara que los dos juntos no pueden transformar un presente y todo un contexto de decisiones erróneas y manejo, en algo positivo. Creo que en el mejor de los casos pueden darle aire a una caja, que realmente está muy necesitada. Y esto no es poca cosa y acá viene la lectura política del tema económico: está en duda si esa práctica hegenómica, de patrón de estancia, la puede seguir desarrollando con una caja debilitada y con una perspectiva más desalentadora”.

Agrega que “por supuesto siempre puede utilizar cajas semipúblicas, como lo ha hecho con frecuencia”. “Le diría -agrega- que el Banco Central es un candidato natural al manotazo del señor Kirchner y la inflación es otra forma de morigerar los problemas financieros del gobierno”.

Sostiene finalmente que todos “los problemas no pueden resolverse con un poco más de tracción a las exportaciones y un buen desempeño del campo en lo que hace a la cosecha, aunque sea un aliado inevitable”.

De todas maneras subraya que los valores de los commodities no son los de antes -se están recomponiendo un poco- y estos ingresos eran los que hacían la diferencia de la caja.

En este punto advierte que el crecimiento del déficit de las empresas públicas está creciendo a un ritmo del 185 % anual, a lo que hay que sumar los subsidios en un país que ha diseñado una arquitectura de precios que requieren necesariamente del subsidio y ahora tenemos que ver cómo se desanda ese camino.

Indica que el único rubro del gasto que puede controlar actualmente Néstor Kirchner es el gasto de la obra pública, que estalló en los días previos a las elecciones y luego volvió a bajar, “pero esto no es el rubro principal dentro del gasto público: el rubro central fiscal es el gasto corriente y allí no se puede hacer mucho: son sueldos, gastos de servicios del Estado y crece ferozmente, casi a un 150 % interanual. ¿Néstor Kirchner va a llevar a cabo una reforma del gasto? ¿Va a entrar con tijera? Hoy por hoy parece difícil.

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Agustín Monteverde durante su alocución en el Lawn Tennis

Foto: Flavio Raina

Recuperar confianza

—¿Cómo se recupera la confianza en la Argentina?

—No nacerá por dos o tres movimientos aislados. La confianza nace de una visión que impulsa a toda la política y no sólo a la política económica en pos de ciertos objetivos.

“La inversión no es detenida porque no se negocia con la deuda en default, sino que se da por una falta de reglas de juego permanente. Cuando no hay seguridad jurídica, cuando es imposible planear y hacer negocios. En la Argentina, la única regla que se respeta es “yo gobernante la cambio todas las veces que se antoja y siempre a mi conveniencia’ ”, dice Agustín Monteverde.