Mañana es el Día Internacional para la Reducción de Desastres

Consejos de un experto sobre cómo comunicar en una emergencia sanitaria

El estadounidense Dan Rutz ofreció una charla sobre la comunicación de temas de riesgo, mediante una videoconferencia. Sugirió a los periodistas ser honestos con el público, nutrirse de fuentes confiables y brindar información veraz a sus audiencias, ya que permite “salvar vidas”.

 

De la redacción de El Litoral

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“En comunicación de riesgo, la gente puede manejar las malas noticias y, de hecho, lo hace mejor que si tratamos de encubrir una cuestión”, aseguró Dan Rutz, reconocido comunicador estadounidense durante una videoconferencia que ofreció días atrás desde la Embajada de Estados Unidos en Argentina, ubicada en Buenos Aires, hacia el Centro de Telemática de la UNL, organizada por el Canal Si Televisión.

El tema que analizó el experto -quien preside el Equipo Mundial de Comunicación para la Salud del Centro Nacional de Marketing en Salud, perteneciente a los Centros de Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC)- fue “Periodismo científico como vehículo para la comunicación pública”, en particular, sobre la comunicación de temas de riesgo, en especial los vinculados con los sectores más pobres de la sociedad.

Luego de la exposición, tres panelistas pudieron realizar preguntas y comentarios sobre los conceptos vertidos por el Dr. Rutz: Rafael Palacios, periodista conductor del programa Tiempo de Salud, emitido por Canal Si Televisión; Mirtha Streiger, docente investigadora del Centro de Investigaciones sobre Endemias Nacionales Dr. Ramón Carrillo, dependiente de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas; y la periodista del diario El Litoral encargada del área de Salud, Lic. Mariana Rivera.

El experto estadounidense admitió en su charla que “es uno de mis temas favoritos hablar sobre cómo los medios pueden ayudar a la salud pública para llegar a una gran cantidad de personas sobre diferentes temas. En la salud pública, dependemos de los medios para dar información y para recibirla porque hay más periodistas que expertos en salud pública. Sabemos lo importante que es el trabajo de los periodistas porque son los ojos y los oídos de la sociedad. Si hay una enfermedad en un lugar, las posibilidades serán que el periodista lo dará a conocer muy al principio, cuando ocurre este hecho. Si hay una amenaza a la salud pública, los periodistas lo van a averiguar antes que nosotros, incluso se van a enterar antes, por eso los respetamos y tenemos una estima muy grande por ellos”.

Rutz advirtió a los periodistas que “cuando escriben una historia durante una emergencia es fundamental transmitir al público lo que la gente necesita”, al tiempo que reconoció que “los medios son una manera excelente de llegar a una gran cantidad de personas y rápidamente. Por eso, debemos entender que los medios siempre van a estar presentes en una emergencia. Desde el gobierno, pensamos que es conveniente que ellos estén presentes y que podemos hacer lo mejor posible para cooperar con ellos y tratar de pasar por la crisis juntos. Pero tenemos que saber que cuando no estamos en situación de emergencia pero siempre hay otras amenazas de salud, y los medios pueden estar interesados en cubrir dichas cuestiones”.

Información creíble

En otro orden, Rutz aseguró que “la información creíble nos ayuda a pasar situaciones estresantes con menor ansiedad e, incluso, puede salvar nuestras vidas. Al mismo tiempo, una información confusa puede poner en peligro la vida del público y, por eso, una respuesta exitosa necesita de que todos hagamos lo mejor posible, que hagamos nuestro trabajo juntos (periodistas y gobierno)”.

Al respecto, aseguró que “los funcionarios de salud, al igual que los periodistas, queremos hacer nuestro trabajo bien, queremos servir al público, generar una buena voluntad por parte de la comunidad. Ambos dependemos de una información creíble y tenemos que entregar la información a tiempo, oportunamente, cuando la gente más lo necesite. No tiene sentido si llega tarde, tiene que llegar cuando la gente más lo necesita. Los periodistas, dentro de un contexto de crisis, como profesionales y seres humanos, deben tratar de brindar información oportuna, lo que está por pasar. Si pueden compartir esa información éticamente deben hacerlo. Un ejemplo de esto sería un terremoto, un ciclón o una tormenta que se avecina, que se pueden predecir. Los medios deben hacer conocer al público que hay un peligro inminente y deben cubrir esa noticia. También si hay una enfermedad infecciosa inminente, los medios deben dar el alerta”.

Y agregó: “Los periodistas tienen que buscar fuentes creíbles de información porque, a veces, en una emergencia de salud, va a haber personas que van a tratar de atrapar la atención de los periodistas que no tienen buena información pero quieren explotar la situación. Los periodistas tienen que estar muy atentos y consultar a expertos técnicos, que saben que tienen buena información”.

Ayuda en la sociedad civil

Consultado en relación con si le parecía importante dar participación a las organizaciones de la sociedad civil para poder transmitir los mensajes durante una emergencia sanitaria, planteó que “en una emergencia de salud pública todos son actores. Por lo que la respuesta a su pregunta es definitivamente sí. Son importantes en términos de ayudar a coordinar una respuesta y también, en una sociedad, grupos de este tipo pueden llegar a unas audiencias que nosotros no podríamos llegar”.

“Deberíamos entonces -acotó- mirar a esta cuestión de manera innovadora y ver cuáles son las organizaciones de la sociedad civil para poder llegar a estas audiencias a las que no llegamos, como iglesias de distintas fe, ONGs que trabajan específicamente en salud, la comunidad empresarial, la comunidad académica y de las escuelas, representantes de los grupos de la población, buscar los líderes de opinión de cada grupo para involucrarlos en la emergencia en salud pública. Ellos pueden ayudar de una manera muy significativa. Cuantas más personas podamos involucrar para convencer será más útil para pasar la emergencia y para la sociedad enfrentarla, de manera que menor cantidad de personas se verán afectadas”.

Por último, planteó que “en salud, la mala información puede dañar a las personas así como la buena puede ayudarlos. Eviten la tentación de distorsionarla cuando haya una emergencia de salud. Deberían lograr que los funcionarios también sean responsables sobre esa información, pero ustedes también junto con ellos. Los actos de la naturaleza están más allá del control de cualquier persona. En la pandemia de gripe A, sabíamos que iba a llegar a la Argentina, tarde o temprano; no había nada que cualquier ser humano pudiera hacer para evitarla. Lo único que los funcionarios podían hacer es facilitar las cosas para que el proceso fuera más lento, el proceso y probablemente lo hicieron. Pero si iba a estar en un país, iba a estar en ése y otros. Comenzó en México y Estados Unidos y se propagó por toda América, Asia y Europa, es la naturaleza de la gripe que se propaga de manera rápida”.

Compromiso para reducir desastres

Mañana se conmemora el Día Internacional para la Reducción de Desastres, fecha instituida por la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres, la Organización Panamericana de la Salud, el Banco Mundial, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, el Plan Estratégico, Unicef y la Unión Europea.

Bajo el lema “Invertir hoy para una mañana más seguro”, la fecha plantea el perfil de la reducción del riesgo de desastres y alienta a todos los ciudadanos y gobiernos a tomar parte en la construcción de comunidades y naciones más resistentes.

Cabe recordar que el año pasado fue lanzada la Campaña Mundial 2008-2009 para la Reducción de Desastres: “Hospitales Seguros Frente a los Desastres”. Advertía que “cuando fallan los hospitales y las instalaciones de salud debido al surgimiento de un desastre, el precio que debemos pagar es muy alto. En comparación, el costo de lograr que los hospitales sean seguros frente a los desastres es bajo. Los daños que ocasionan las catástrofes a los sistemas de salud representan una tragedia humana y generan pérdidas económicas y golpes devastadores a los objetivos del desarrollo, y estremecen la confianza y la seguridad social. Por ello, la seguridad de los hospitales y de las instalaciones de salud frente a los desastres es un requisito económico y un elemento social, moral y ético imprescindible”.

Cabe recordar que la periodista de El Litoral Mariana Rivera ganó el Concurso de Fotografía y Reportaje escrito de la Campaña Mundial para la Reducción de Desastres: “Hospitales Seguros frente a los Desastres: Reducir el Riesgo, Proteger las Instalaciones de Salud, Salvar Vidas”, por una nota publicada el pasado 7 de abril sobre la inundación de 2003 que afectó a los hospitales Alassia y Vera Candioti de nuestra ciudad.

Consejos de un experto sobre cómo comunicar en una emergencia sanitaria

Tres panelistas locales pudieron hacerle preguntas al disertante, que se encontraba en la Embajada de Estados Unidos en Buenos Aires. Foto: Luis Cetraro

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Periodistas, docentes, estudiantes de Comunicación y profesionales de la salud presenciaron la videoconferencia. Foto: Luis Cetraro

Capacitación y responsabilidad

Dan Rutz también fue consultado con relación a si considera que en las instituciones generadoras de información relativa a la salud debe haber profesionales que tengan la capacidad de codificar esa información de acuerdo con los destinatarios o si ellos deben sólo estar donde se define la política de salud pública.

Según planteó, “los periodistas tienen que tener la capacidad técnica con respecto a los temas que cubren. Creo que los periodistas de salud tienen que tener un alto nivel de profesionalismo, más que los periodistas generales, a pesar de que todos tienen que ser éticos y creíbles. En las cuestiones de salud, donde la vida de las personas está en juego muchas veces, los periodistas deben hacer su trabajo de manera responsable porque los riesgos son más elevados”.

Y continuó: “Estados Unidos apoya la capacitación de los periodistas a través de talleres, becas, afiliaciones con socios como la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre otras instituciones. Queremos alentar a aquellos periodistas que tienen esa conciencia, que quieren ver que la comunidad prospere y haga bien su trabajo. Desde el gobierno, los alentamos a hacer su trabajo bien y ayudarlos en esa función pública. Es el modelo que tratamos de promover para otros.

Por último, Rutz -quien también es miembro de un grupo de expertos que está preparando la comunicación del Reglamento Sanitario Internacional- explicó que este documento “es un acuerdo internacional de todos los Estados miembro de Naciones Unidas y creo que todos menos un país lo han firmado, que se revisó en 2005. El período de implementación va a llevar unos años. Refleja la realidad de que las enfermedades infectocontagiosas que amenazan a la salud no respetan los límites internacionales. Por esto, un problema en Argentina va a serlo en Chile, Uruguay, entre otros países.

Este reglamento hasta entonces se había concentrado en dos enfermedades solamente y ahora se agregó una gran cantidad de amenazas para la salud. La comunicación oportuna de las amenazas para la salud es importante para este reglamento internacional. Los países que tienen buena vigilancia epidemiológica deberán comunicar estas amenazas para que la comunidad lo sepa. En la página de OPS, figura la Guía para la Comunicación de Brote de Epidemias, destinada a los periodistas”.