Todo pasa en la B de la Liga Santafesina
La violencia en ascenso
Actos de violencia y desorden se produjeron últimamente en los campos de juego del ascenso liguista. También hubo disturbios en algunas canchas donde juegan las categorías de inferiores.
Lanzaro, presidente, y Garau, vice, estarán mañana en la reunión con los máximos dirigentes de los clubes del ascenso. Todos apuestan a una solución urgente.
Foto: Mauricio Garín.
Juan Carlos Haberkon
Atención. De nuevo, malas noticias. Malas noticias, al menos, para los que imaginaron, supusieron, que esta nueva Comisión Directiva de la Liga Santafesina tendría salidas mágicas para todo lo malo que venía ocurriendo en los últimos años, en los torneos que organiza la casa mayor del fútbol local.
Cuando parecía que esta nueva dirigencia nos aseguraba la felicidad en medio año de juego y en todas sus categorías, volvió la violencia. Es más, venía amagando y se dio hace un mes aproximadamente, cuando hubo serios incidentes. Primero, en la cancha de San Cristóbal, en un partido de la Liga Senior, después fue el turno en Central Helvecia, donde los agresores fueron el cuerpo técnico de Central San Javier y varios hinchas de esa institución, y si a eso le sumamos algunas escaramuzas en algunos partidos de inferiores, donde casi siempre son los padres los responsables, estamos en condiciones de afirmar que una ola de violencia se está gestando y que no hace otra cosa que ensuciar el buen nombre y honor de los dirigentes, y de la Liga misma.
El dato en cuestión siguió el sábado, cuando un jugador de Don Sebastián le pegó a Ricardo Spacessi, el árbitro principal del partido que jugaban Nacional y el equipo de Santo Tomé. Los jugadores fuera de control agredieron a los uniformados y trataron de quitarle el arma reglamentaria a uno de ellos, tras lo cual el juez dio por suspendido el juego.
Dos días más tarde, el lunes, con serios incidentes en Atenas, Gustavo Galarza debió suspender el partido que jugaban el local y Agua y Energía. La violencia se había gestado en las tribunas, donde se juntaron los hinchas de uno y otro equipo y todo terminó en una batalla campal entre ellos.
Ese mismo día, y en un partido normal, dos jugadores de El Quillá y Pucará se tomaron a golpes de puño, ante la atenta mirada de todo el público que presenciaba el partido.
Estos datos, criticados desde todo punto de vista, hicieron que Alberto Garau, presidente del Consejo Auxiliar, llamara a todos los directivos para una reunión donde se tratarán los pasos a seguir.
Ahí está la Liga Santafesina. Ahí están estos dirigentes que dijeron que no iban a permitir más violencia y lo cumplieron en la primera parte del año. Cuando se encaminaba por la buena senda, aparecieron los de siempre, ésos que creen que los torneos se ganan apretando árbitros, generando violencia en base a los golpes, o simplemente apostando a todo lo ilegal que ensucia el fútbol nuestro de cada día.
Recordamos que el vale todo, no importa cómo ni quiénes son los damnificados, avanza con autoridad. Ilegítima autoridad, por supuesto. Pero avanza. Y las técnicas para sacar ventajas, trasladadas en muchos casos desde adentro del campo hacia afuera y también desde las tribunas hacia dentro del campo, contagian.
Un llamado a la reflexión
El Litoral hizo una consulta sobre el tema. Los que hablaron fueron el presidente del Consejo Auxiliar, el presidente del colegio de árbitros y el máximo referente de un club del ascenso.
Alberto Garau, el vicepresidente de la Liga Santafesina de Fútbol y a cargo del Consejo Auxiliar que nuclea a los clubes del ascenso, le dijo a nuestro diario que “éste es un problema social que no escapa a la realidad que vivimos todos los argentinos. La gente busca un lugar donde descargar sus broncas y lo hace en una cancha de fútbol o cualquier otro lugar. Para mí, éste no es un problema de la Liga Santafesina en particular. Igual, tenemos que hacer un llamado a la reflexión a través de los dirigentes de cada uno de los clubes que participan del presente torneo”.
“En la reunión (se hará mañana en la Liga) trataremos ese tema para saber qué pasos hay que dar de ahora en más. Los directivos son los primeros que debemos saber o tratar de conocer cuáles son los problemas de cada jugador y qué hincha, socio o simpatizante ingresa a la cancha. Los participantes de los torneos son todos clubes de barrio y todos sabemos quiénes somos y cómo actuamos”, agregó el dirigente.
La mirada arbitral
Roberto Carreño es el presidente del Colegio de Árbitros y es uno de los que habitualmente recorre las canchas de la Liga. Consultado sobre el tema, el conocido y respetado árbitro dijo: “Opino que éste es un tema social, fruto de lo mal que estamos viviendo, pero no nos equivoquemos y no carguemos todas las tintas sobre ese aspecto. Acá hay dirigentes que saben muy bien quiénes son los revoltosos en cada club y ellos mismos deberían erradicar la violencia desde ese punto. Es hora de que los que rigen los destinos de cada club se pongan al frente de los problemas y traten de buscarle una solución. Todos debemos aportar nuestro granito de arena y está claro que cada uno debe hacerlo desde su ámbito. Los árbitros fueron muy castigados en los últimos tiempos y eso es algo que no se va a permitir bajo ningún punto de vista”.