100.000 ofendidas en Italia

Mujeres contra el machismo de Berlusconi

Más de 100.000 mujeres firmaron una petición en Italia difundida ayer en la que se declararon ofendidas por el primer ministro Silvio Berlusconi, una iniciativa lanzada por un diario local después de que el premier hiciera un comentario sexista sobre una política de oposición.

Berlusconi, en el ojo del huracán por sus escándalos sexuales, hizo su comentario durante una llamada telefónica en un programa de entrevistas de la RAI, a comienzo de octubre, en el que participaban también Rosy Bindi, una ex ministra de 58 años que suele vestirse de forma recatada, usa lentes y tiene canas. “Usted es siempre más bella que inteligente”, le dijo Berlusconi y Bindi le respondió: “No soy una de esas mujeres a su disposición”, recordó la agencia de noticias Ansa. Las declaraciones del primer ministro italiano causaron indignación y llevaron a que tres importantes intelectuales italianas -Michela Marzano, Barbara Spinelli y Nadia Urbinati- redactaran un manifiesto feminista en el que afirman que Berlusconi utiliza el cuerpo de las mujeres para sus fines políticos, degradando al sexo femenino y la democracia.

“Es evidente que el cuerpo de la mujer se ha convertido en un arma política de capital importancia en las manos del presidente del gobierno”, dice el texto.

Fue entonces que el diario La Repubblica, que ha sido demandado por Berlusconi, organizó la petición y reportó que más de 100.000 mujeres habían participado en ella. Muchas de las participantes enviaron sus fotografías al sitio de Internet del diario con la frase “ofendida por el primer ministro”.

Los enredos de Berlusconi y las mujeres comenzaron hace meses cuando su esposa anunció que se divorciaba de él, pues el primer ministro había asistido al cumpleaños de una modelo de 18 años y por su decisión de promover a ex bailarinas desnudistas como candidatas al Parlamento Europeo.

Después varias mujeres, incluyendo una prostituta, revelaron que un socio de Berlusconi les había pagado para asistir a fiestas en las casas del primer ministro. El socio, que está siendo investigado por un caso independiente de corrupción, ha declarado que Berlusconi nunca supo que se les había pagado a las mujeres.

El primer ministro italiano niega pagarle a mujeres para tener sexo y denuncia lo que afirma es un campaña de los medios para descalificarlo, aunque ha reconocido que no es un “santo” y que ama a las mujeres hermosas, de cualquier manera, el primer ministro insiste que los italianos lo quieren así.

GB