ESTILOS DIFERENTES

Uruguay elige entre dos viejos rivales

José Mujica y Luis Alberto Lacalle son los principales candidatos. Todas las encuestas dan ganadora a la izquierda. La única duda es saber si logrará más del 50 % de los votos y evitará la segunda vuelta.

Uruguay elige entre dos viejos rivales

Los seguidores de Lacalle confían en que Mujica no ganará en primera vuelta y sueñan con el ballottage.

Foto: AFP

 

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AFP/EFE

Sus estilos lucen irreconciliables como el agua y el aceite, aunque el ex guerrillero José “Pepe” Mujica y el ex presidente Luis Alberto “Cuqui” Lacalle, principales rivales en la elección del domingo en Uruguay, tienen un pasado político común.

Hace poco más de 50 años, ambos militaban en el Herrerismo, que debe su nombre a Luis Alberto de Herrera, abuelo y mentor de Lacalle y uno de los principales caudillos del Partido Nacional.

Ambos han recordado esa militancia común, en especial, una convención de la juventud partidaria en 1958, cuando Lacalle tenía 17 años y Mujica, 24, y durante la cual se armó una gran trifulca.

Más allá de la anécdota, los distintos senderos que ambos tomaron terminaron por dejarlos en las antípodas.

Mientras Mujica fue uno de los fundadores de la guerrilla izquierdista tupamara surgida a comienzos de los ‘60, Lacalle siguió la carrera política que lo llevó a la Presidencia entre 1990 y 1995.

Y, mientras Lacalle hacía campaña para salir elegido diputado por primera vez en 1971, cuando Uruguay vivía años convulsionados, Mujica participaba en una masiva fuga de la Cárcel de Punta Carretas en sePtiembre de ese año.

Recapturado en 1972, cuando policías y militares derrotaron a los tupamaros, Mujica pasó a ser uno de los “rehenes” de la dictadura (1973-1985), preso en diferentes cuarteles en condiciones infrahumanas, hasta su liberación en 1985, con la restauración democrática.

Lacalle ocupó su banca de diputado hasta la disolución de las cámaras por el presidente Juan María Bordaberry, que dio el golpe de Estado junto con las Fuerzas Armadas el 27 de junio de 1973. Fue arrestado por algunas semanas, proscripto y espiado, como la mayoría de los políticos del país.

En los comicios de 1984, Lacalle fue elegido senador y luego alcanzó la Presidencia en 1989, año en que Mujica y los tupamaros se integraron a la coalición de izquierda Frente Amplio (FA), por la que hoy es candidato presidencial.

El primero en llegar

Mujica fue el primer dirigente tupamaro en ingresar a la Cámara de Diputados, en 1995 y, tras las elecciones de 1999, pasó a ocupar una banca en el Senado.

Cuando en 2005 el Frente Amplio asumió el primer gobierno de izquierda de la historia del país, su sector fue el más votado dentro de la coalición y Mujica, el encargado de tomar juramento a los senadores, entre ellos, al dos veces ex presidente Julio Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000), del Partido Colorado, uno de sus rivales políticos de siempre.

“No voy con ánimo de pizarrero (sobrador), más bien voy con ánimo de contribuir a crear una atmósfera de concordia”, aseguró entonces el ex guerrillero, quien se había dicho dispuesto a “abrazarse con las culebras” para lograr acuerdos.

Conocido por su estilo informal de hablar y vestir que mantuvo como legislador y, luego, como ministro de Ganadería, entre marzo de 2005 y marzo de 2008, la carrera presidencial lo obligó a hacer algunas concesiones: aceptó lucir traje -nunca corbata- e intentó, no siempre con éxito, moderar su lenguaje llano, popular y, muchas veces, polémico.

“El traje tiene un simbolismo, y es que con esa indumentaria Mujica trata de aproximarse a lo que la población piensa que es un presidenciable”, dijo el analista Juan Carlos Doyenart.

De hecho, su imagen ha venido sufriendo lentos y sucesivos cambios, que incluyen un cuidadoso acicalado con un prolijo peinado y un bigote bien recortado.

Lacalle, que vistió siempre el ropaje de lo que hasta ahora en Uruguay había sido propio de las principales magistraturas, se enfrentó a un candidato atípico, seguido sin pausa por las cámaras de la TV.

El ex mandatario consideró en declaraciones al diario El Observador que Mujica “es de teflón”, porque le resbalan los errores propios y no le penetran los dardos ajenos.

Por su parte, Mujica señaló al mismo diario que “lo único que tenemos en común (con Lacalle) es que somos orientales” (uruguayos).

Miles viajan desde la Argentina

Miles de ciudadanos uruguayos comenzaron a viajar hacia distintas localidades del país vecino para participar mañana en las elecciones presidenciales que definirán al sucesor de Tabaré Vázquez.

Según se estima, más de 20 mil uruguayos se iban a trasladar durante la jornada de hoy desde las terminales del Puerto de Buenos Aires, ante el corte del Puente General San Martín, que une las ciudades de Gualeguaychú y Fray Bentos. No obstante, se encuentran habilitados los pasos entre Colón y Paysandú, y de Concordia con Salto.

De los 600 mil ciudadanos de Uruguay que viven fuera del país, casi la mitad reside en la Argentina, de los cuales están habilitados para participar de los comicios unos 40 mil, lo que otorga especial importancia en un padrón cercano a los 2.500.000 votantes.

Para facilitar la llegada a ciudades como Colonia y Montevideo, la empresa Buquebús realizó promociones con descuentos de hasta el 50 por ciento en el valor de sus pasajes, y agregó servicios extra para permitir un mayor caudal de pasajeros.

Uruguay elige entre dos viejos rivales

Decenas de miles de personas participaron en el cierre de campaña del Frente Amplio en pleno centro de Montevideo. Foto: EFE

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Con plebiscito incluido

Los uruguayos no sólo eligen presidente mañana. También deberán decidir si apoyan o rechazan la derogación de la ley de amnistía a militares represores (que impide juzgarlos por delitos cometidos durante la última dictadura) y si están de acuerdo en que, por carta, puedan votar los ciudadanos de ese país que viven en el exterior.

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