El alto costo del trastorno bipolar

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Esta afección, que se caracteriza por la alternancia de períodos de euforia y depresión, dificulta a quien la padece para establecer y sostener relaciones, tanto en lo efectivo como en lo social o laboral. En esta patología psíquica suele ser difícil obtener un diagnóstico preciso, condición que dificulta su abordaje.

FUENTE PRO SALUD NEWS / FOTO EL LITORAL

Las noticias sobre la salud de la actriz Celeste Cid pusieron “en el tapete” las características del trastorno bipolar, una condición psiquiátrica y orgánica caracterizada también como “enfermedad maníaca depresiva”, pues en ella se alternan los episodios de estas características -de larga evolución-, que son sucedidos por otros en los cuales la euforia excesiva y la hiperactividad son los puntos centrales.

De esta manera, las fases de exaltación y alegría alternan con depresiones intensas, durante las cuales el desánimo, la incapacidad para disfrutar, la falta de energía y las ideas negativas son moneda corriente.

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Como consecuencia de estas constantes y bruscas alteraciones, la calidad de vida de quienes padecen trastorno bipolar se ve seriamente afectada, siendo difícil mantener una situación familiar estable, una pareja y un trabajo.

En cuanto al abordaje de esta condición, las confusiones y los retrasos en el diagnóstico generan una situación de incertidumbre que imposibilita la realización del tratamiento adecuado. Además, la falta de reconocimiento de esta enfermedad, que es “estigmatizante” y provoca aislamiento, incrementa el agravamiento de los síntomas.

En nuestro país, los afectados tardan en ser diagnosticados correctamente alrededor de ocho años. Con la investigación, que fue realizada en tres centros públicos de Córdoba, Mendoza y Buenos Aires, pudimos determinar que el 75 por ciento de los encuestados, antes de alcanzar un diagnóstico ajustado, había atravesado otros incorrectos. El tema del empleo, por ejemplo, es muy puntual porque un paciente bipolar que se encuentra en tratamiento médico puede perfectamente trabajar. Parte del problema con el desconocimiento de la enfermedad es que los pacientes por lo general tienen un nivel educativo y un rendimiento por encima de la media”, detalló el doctor Sergio Strejilevich, jefe del Programa de Trastorno Bipolar del Instituto de Neurociencia de la Fundación Favaloro.

Si bien en la Argentina no hay cifras que indiquen cuál es la prevalencia del trastorno bipolar, los especialistas estiman que es posible extrapolar las cifras de Europa y Estados Unidos, lugares en los cuales se calcula que el cinco por ciento de la población padece esta afección.

Características

De acuerdo con los especialistas, la enfermedad maníaca depresiva es un trastorno psiquiátrico pero también orgánico, pues la causa de su desarrollo podría ser la alteración biológica de determinadas funciones del cerebro.

Aunque no es posible afirmar -luego de un episodio- que una persona padezca este problema, lo cierto es que, por tratarse de una afección de carácter crónico, un sólo antecedente cuenta para que sea necesaria la realización de un diagnóstico adecuado. No obstante, es posible que entre la fase depresiva y la maníaca pasen muchos años.

Fases y síntomas

La fase maníaca puede durar de días a meses y abarca síntomas como: agitación o irritación, elevación del estado de ánimo, hiperactividad, incremento de la energía, falta de autocontrol, pensamientos apresurados, autoestima elevada (delirios de grandeza, creencias falsas en habilidades especiales), poca necesidad de sueño, compromiso exagerado en las actividades, control deficiente del temperamento, comportamientos imprudentes, incurrir en excesos de comida, bebida o consumo de drogas, deterioro de la capacidad de discernimiento, promiscuidad sexual, gastos exagerados, tendencia a distraerse fácilmente.

La fase depresiva de ambos tipos de trastorno bipolar involucra síntomas de depresión grave como: dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones, trastornos en la alimentación, pérdida del apetito y de peso, consumo exagerado de alimentos y aumento de peso, fatiga y desgano, sentimiento de desesperanza, culpa y falta de valor, pérdida de la autoestima, tristeza permanente, pensamientos suicidas, trastornos del sueño, somnolencia excesiva, incapacidad para dormir, apatía por las actividades que alguna vez fueron placenteras, aislamiento.

+datos Los episodios

Existen dos tipos de depresión o trastorno bipolar: el desorden bipolar tipo I, caracterizado por el desarrollo de uno o más episodios maníacos o maníacos depresivos; y el trastorno bipolar tipo II, en el cual el paciente experimenta hipomanía (una forma más atenuada de manía con síntomas menos severos), aunque presenta una historia de episodios depresivos mayores.

En caso que los cuadros depresivos y maníacos ocurran simultáneamente, se los denomina mixtos.