AL MARGEN DE LA CRÓNICA

Parar no cuesta nada

Fue una semana plagada de paros en el sector público santafesino ante la mirada cómplice de algún sector de la política, la indiferencia de muchos y el hastío del ciudadano medio que trata de vivir dignamente de un empleo, de su actividad privada y observa no contar con los privilegios de los estatales que tienen sus haberes al día y que por realizar la medida de fuerza no ganan ni pierden absolutamente nada.

Quizás el caso más emblemático es el de la docencia que ha ingresado en la ya conocida historia de paros de 24 horas que se irán extendiendo y ampliando hasta el final del ciclo lectivo exigiendo un nuevo aumento de sueldos. No alcanzan los argumentos del gobierno de haber constituido la paritaria, mejorarle condiciones laborales o responder positivamente a planteos que vienen realizando desde hace años sobre traslados y titularizaciones. Sin plata, habrá paro de aquí en más. Tampoco se sabe si ha mejorado o no la calidad educativa.

Los viales constituyen el otro sector que viene realizando sucesivos paros, con cortes de calles incluidos, expresando su malestar con el administrador provincial de Vialidad, diferencias que no pudieron ni siquiera encauzarse en el marco de la conciliación obligatoria. Los agentes denuncian sentirse perseguidos y el funcionario entiende que exigir que registren su entrada y salida no implica persecución alguna.

En tanto, en varias dependencias del Poder Ejecutivo (API, Desarrollo Social, Ipec) hubo protestas y manifestaciones por estructuras que no aparecen o suspensiones que se consideran injustas. En otras dependencias no hay paros declarados pero se demoran expedientes porque el personal aduce estar discutiendo estructuras y categorizaciones.

En el medio de todo esto, el vecino, el ciudadano, se encuentra preso de estas situaciones, y deberá desdoblarse para atender a sus hijos que no tienen clases y esperar que el piquete no obstruya su paso hacia el trabajo porque sabe que si llega tarde puede tener una falta injustificada que se notará en el recibo a fin de mes.