La seguridad en Rosario

La lucha contra las

economías delictivas

Vecinos de varios barrios comenzaron a diseñar estrategias propias de protección contra el delito. Desde el gobierno señalan que lo que crecieron fueron los delitos más visibles, como arrebatos y hurtos, porque se comenzaron a desarticular las denominadas economías delictivas.

De la corresponsalía de Rosario

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En varios puntos de Rosario los propios vecinos decidieron diseñar estrategias para enfrentar los problemas que derivan de la inseguridad. En algunas zonas de Alberdi, en el norte de la ciudad, en barrio Parque, en las inmediaciones del pulmón verde de la Independencia, y en Arroyito, hay casos de vecinos que aplican iniciativas, muchas veces juntamente con la Policía, para evitar el crecimiento de delitos comunes, como los arrebatos y hurtos.

En estos sectores de la ciudad, los vecinos pusieron carteles para anunciar que los habitantes están en “alerta” y se intercambiaron teléfonos para avisar si detectan algún hecho extraño y hasta juntaron dinero para arreglar un móvil policial.

En la zona sur, un grupo de pobladores del barrio Saladillo amenazó la semana pasada con escrachar la casa particular del ministro de Seguridad, Daniel Cuenca, una protesta que disparó el repudio del gobernador Hermes Binner.

Los vecinos de Hilarión de la Quintana y Castro Barros, donde fue asesinado brutalmente el repartidor Darío Tirabase, quien en un intento de robo recibió un disparo en la boca, plantearon sus quejas a las autoridades y consiguieron según contó Sergio Nassi, uno de los habitantes de esa zona, que encabezó las protestas que la seccional 11º sea subdividida en cuatro zonas y también que se incrementen los patrullajes.

Tanto la organización de los vecinos en el diagrama de estrategias conjuntas con la policía para evitar robos y el estallido de bronca de los pobladores de Saladillo marcan que por diferentes motivos, entre ellos el rol de los medios de comunicación, hay una percepción del crecimiento del delito. Por este motivo, la semana pasada se reunió el Consejo de Seguridad Ciudadana, que fue presidido por el intendente Miguel Lifschitz junto a las principales autoridades especializadas en el tema.

Desarticulación de red

En diálogo con El Litoral, Enrique Font, criminólogo de gran trayectoria, quien está a cargo de la Secretaría de Seguridad Comunitaria provincial, consideró que actualmente hay un incremento de los delitos conocidos como “oportunistas”, entre ellos arrebatos y hurtos de objetos en vehículos. “Es decir que, el aumento de estos delitos, que afecta a mucha gente con cosas pequeñas, vinculados a un aumento de la violencia interpersonal, genera una sensación de mucha indefensión”, advirtió el funcionario.

Font señaló como un punto significativo de la violencia que parece haber crecido en algunos sectores de la ciudad la desarticulación de algunos eslabones de lo que se denominan “economías delictivas”. “Durante esta gestión en Rosario, por primera vez, se desarticularon cinco cocinas de cocaína. Esto tiene un gran impacto porque transforma los mecanismos de financiación ilegal a los que están vinculados algunos grupos. Otro ejemplo concreto, que no tiene sólo que ver con la política de seguridad sino con un conjunto de factores, es el desbaratamiento de redes vinculadas con el fútbol y las barras bravas y el negocio de drogas. Esto produce que eslabones más periféricos de estas economías, sin el mecanismo de regulación que tenían anteriormente, se dediquen a otras actividades delictivas”.

Para Font estas medidas “tienen que ser acompañadas con estrategias de inclusión sociocultural para cubrir esa área de vacancia que deja el negocio, la corrupción y la violencia”.

Según advirtió Font, en esta primera etapa el Ministerio de Seguridad empezó a mantener reuniones con los distintos actores involucrados para atacar cuatro tipos de delitos: salideras bancarias, robo de autos, robo de motos y drogas. De acuerdo con las cifras oficiales, la Unidad Regional II recuperó hasta agosto de 2009, 452 motos robadas; en 2008 había recuperado 388 unidades, pero en 2007 no encontró ni una sola en todo el año. Con los autos robados y recuperados pasó algo parecido, ya que mientras en 2007 la Policía rosarina recuperó 97 coches robados, esa eficacia saltó en 2008 a 436 unidades, y hasta agosto pasado iban 542 automóviles recuperados en el presente año.

“Para ser creíble hay que explicar cómo se resuelven estas cosas. Mi opinión personal, es que lo más deseable es seguir con la Policía provincial y que los municipios tengan un rol en la estrategia de seguridad, que intervengan en las metas o objetivos de cada ciudad en su territorio”, explicó el funcionario.

No compre robado

La concejala rosarina Mariana Alonso presentó un proyecto para impulsar una campaña de concientización bajo el nombre “No compre robado. Hoy usted gana, mañana y siempre perdemos todos”. La iniciativa estaría a cargo de la Secretaría de Gobierno a través de la Guardia Urbana Municipal (GUM), en coordinación con otros programas municipales y provinciales y organizaciones involucradas en la temática.

/// EL DATO