Semana del Arte

en San Carlos

Centro

Marta Casalegno Gosso

L.C.: 5.122.017. San Carlos Centro.

Señores directores: “Pensar la ciudad al borde”. (...) El borde demarca, pero lejos de limitar, propone. Un borde que pide el paso, el movimiento, el cambio (...)” (Roberto Echen)

Escuchando a jóvenes coordinadoras de esta movida cultural decir a la comunidad en tono tranquilizador: “Es la semana de arte; cuando termine la semana todo vuelve a la normalidad. El Arco de Entrada vuelve a pintarse de blanco”, no pude dejar de sonreír. Las intervenciones artísticas de nuestros jóvenes parece que nos han inquietado. Es que en esta querida ciudad comenzaron a oírse voces que nos obligaron a escucharlas. Nada más ni nada menos que las voces de nuestros niños y nuestros jóvenes, y deben haber volado en libertad por el bochinche que provocaron. En lo que va del año, el Sr. Tonucci nos habló de los derechos de los niños, y luego un grupo de artistas de nuestro medio -¡qué orgullo!- se expresa y nos expresa a través de sus obras; y acá viene el problema, nos obligan a pensar y pensarnos, nos cambian lugares, colores, paredes, monumentos, árboles de la plaza, arco... Y claro, los viejos conservadores nos preguntamos si no estábamos mejor con cada cosa en su sitio, todo pintado de algún color armónico, es decir, sin inquietarnos por nada, porque alguien se ocupa, por nosotros, de que todo esté “bien” en su lugar.

Es muy cierto que a la gente adulta le cuesta poner en práctica, en mi caso con mis nietos, las propuestas de la Ciudad de los Niños. No en vano llevamos a cuestas cierta educación que nos fue impartida durante varias decenas de años; pero no podemos dejar de aceptar esa gran verdad que dice: Una ciudad pensada para los niños es una ciudad buena para todos.

También es cierto que las expresiones del arte pueden agradarnos o no, pero ¡qué bueno que nos movilicen expresando nuestra aceptación o rechazo! ¡Qué bueno que participemos, con respeto, de lo que nos acontece como comunidad!

Son cosas que suele generar el arte. Entonces: ¡felicitaciones! a artistas y responsables de esta semana “distinta”.

Aunque después todo vuelva a la “normalidad”, la obra estuvo, eso no puede borrarse con pincel y pintura, sacando cintas o descolgando jaulas, estuvo y ya forma parte de nuestra historia; realmente una parte muy interesante y merecedora de valiosas lecturas.

A los jóvenes artistas, futuro de San Carlos y del país, quienes hoy se unen para compartir esta propuesta, les deseo que esa visión abierta y plural del arte la vuelquen a su quehacer ciudadano; porque cada vez son más necesarios criterios amplios y el respeto por el decir y el hacer del otro. Y que esa puerta, puesta en la entrada norte de San Carlos Centro, nos signifique una puerta franca, abierta a un futuro superador.