Cremaron los restos de Teresa Ramírez
Denuncian movimientos extraños en torno a la escena del crimen
Esta mañana los hijos de la mujer descuartizada hablaron de sus temores, mientras el asesino anda suelto.
Rosa y sus hermanos despedían los restos de su madre, esta mañana.
Foto: Danilo Chiapello
José Luis Pagés
Rosa Ronchetti, hija de la mujer brutalmente asesinada y descuartizada en barrio Loyola Sur, denunció anoche que personas desconocidas que se movilizaban en una camioneta blanca llamaron a la puerta de la casa -posible escenario del crimen- y también que tantearon el picaporte, con intenciones de entrar.
Rosa, quien nos refirió esto junto al crematorio municipal esta mañana, cuando junto a sus hermanos esperaba por la ceremonia de cremación de los restos de su madre, agregó que, aterrada ante los sospechosos movimientos, llamó a la policía.
Luego, fuentes policiales confirmaron que ciertamente Rosa requirió anoche la presencia de los agentes de la URI por las razones expresadas, y agregaron que desde ese mismo momento distintas patrullas de la repartición vigilan la casa de calle Piedrabuena al 6700, inmueble que en estos momentos es ocupado y está al cuidado de ella.
Buscado
En tanto, nada se sabe acerca de la suerte y paradero de Carlos Arguello, compañero de Teresa Ramírez, quien es buscado por su presunta responsabilidad en el espantoso crimen que investiga el Dr. Darío Sánchez, como un caso de “homicidio calificado”.
Rosa, al igual que sus numerosos hermanos, piensa que existen sobradas razones para hacer recaer en Arguello las peores sospechas porque -según saben-, el hombre solía tener comportamientos sumamente violentos.
Además, los hijos de Teresa coinciden al señalar que el de ser golpeador no era el único defecto de Arguello, cuya captura requiere la ley desde el último domingo, cuando surgieron las primeras evidencias de que algo terrible había ocurrido en la casa de barrio Loyola.
Antecedentes
Rosa y sus hermanos refieren que los hechos por los que fue denunciado años atrás Carlos Arguello tuvieron graves características, tanto que no se explican “por qué no fue apresado entonces y por qué no pagó sus culpas como las debía pagar”.
Los hijos de la mujer cuyas partes cortadas a cuchillo aparecieron entre el domingo y el lunes en distintos puntos río Salado, hicieron referencia a atentados contra la integridad sexual presuntamente cometidos por Arguello, contra personas indefensas. “Pero, ¿quién lo protege?”, preguntaron.
Los familiares de Teresa Ramírez piden que la policía encuentre y detenga al asesino y descuatizador -quien quiera que sea-, porque todos ellos, mientras aquél ande suelto, temen por su propia seguridad.
“Que lo encuentren, que lo guarden bien guardado y que lo juzguen como debe ser”, dijo uno de ellos, mientras que otro de los hermanos pidió “que lo vean los médicos y que después lo encierren donde lo tengan que encerrar”.
Las mentiras
Según los hijos de la víctima, Carlos Arguello mintió cuando dijo telefónicamente el último fin de semana que Teresa había viajado a San Cristóbal. “¿A qué iba a ir ella a San Cristóbal, si ahí no conocía a nadie?”, se preguntó Rosa. Y ante ese interrogante, recibió como respuesta: “No sé, pero ella me llamó y me dijo que a la vuelta me lo va a explicar”.
Rosa se ofreció a buscar a su madre en la Terminal de Colectivos, cuando él dijo que estaba en camino de regreso, pero -según la muchacha- en ese mismo momento, la desalentó diciendo que su madre no volvería más.
“Con todo eso, fui a la policía para denunciar que algo anormal pasaba con mi mamá. Un policía habló a la casa y fue atendido por Arguello quien le dijo que en ese preciso momento salía en busca de su esposa, todo para darse tiempo a escapar”, reflexionó Rosa con inocultable amargura.
Teléfono roto
Después, Rosa aseguró que al entrar a la casa vacía -junto a la policía-, lo primero que encontró fue el teléfono roto, debajo del televisor, el mismo aparato de su madre con el cual Arguello dijo que habían tenido una conversación.
La hija de Teresa agregó después otros datos de tiempo y lugar, todos ellos tendientes a demostrar que Arguello estaba vivo cuando su madre ya estaba muerta.
La muchacha, al igual que todos sus hermanos está convencida de la responsabilidad de Arguello en la muerte de Teresa Ramírez, a la vez que hizo saber de su sospecha: el hombre no se alejó del vecindario y merodea alrededor de la escena del crimen.
Las partes de Teresa Ramírez, la mujer descuartizada fueron entregados a la familia luego de haber sido examinados e identificados en el Instituto Médico Legal de la ciudad de Rosario.
En el barrio Loyola Sur, nadie sale de su asombro y todos lamentan el trágico fin de una mujer que vivió entregada a su familia y a los vecinos más necesitados a través de Cáritas y el programa Prohuerta.