AL MARGEN DE LA CRÓNICA

Ellos también tienen su día

La provincia de Santa Fe tiene una ley que instituye al 9 de noviembre de cada año como “Día de las escuelas y maestros rurales santafesinos” en homenaje al natalicio de Angela Peralta Pino, una de las más incansables educadoras rurales. Y la Cámara de Diputados se hizo un lugar para reconocer la tarea de ese sector de la docencia olvidada y desconocida para gran parte de los ciudadanos especialmente aquellos que habitan en grandes centros urbanos donde siempre hay una escuela cerca.

Mario Lacava recordó que a Peralta Pino se la conocía como “la docente caracol” ya que con su casilla recorrió desde marzo de 1940 hasta 1961 los caminos del interior de los departamentos 9 de Julio y San Cristóbal alfabetizando a chicos que de otra manera no hubiesen tenido acceso al conocimiento elemental.

Con los años la tarea fue y es seguida por un importante número de docentes que abren día a día edificios escolares en parajes alejados de centros urbanos a la espera de la llegada de alumnos que en muchos casos pernoctan en el lugar. Y como recordó José Tessa, docente, que durante alguna de las inundaciones que padeció el norte debieron volar hacia una escuela rural. “Todo era monte y agua visto desde un pequeño avión, hasta que divisamos el techo rojo de la escuela”.

A la misma hora del homenaje en Diputados, a pocos metros, un sector de senadores declaraba en emergencia a la educación rural.

Cambiaron las épocas, hoy las comunicaciones han acortado distancias aunque no toda la provincia tiene disponibilidad de redes ni siquiera de conexión a la red eléctrica. Es cierto que el avance de la agricultura ha reducido a mínimas expresiones la producción rural. Lo cierto es que educar a cada uno de los ciudadanos de la provincia debe seguir siendo un objetivo irrenunciable y por lo tanto, será necesario extender el ejemplo de Peralta Pino a muchos rincones para tender a lograr la igualdad de los ciudadanos.