Piamonte pidió justicia

Marcha de silencio por la

muerte de una joven madre

María Silvia Solís falleció el 30 de septiembre producto de una infección ocasionada por un aborto. Tres días después apareció un feto a pocos kilómetros de la pequeña comunidad.

Corresponsalía El Trébol

Algo más de 120 personas pidieron justicia en Piamonte, por una joven de 22 años, a la que le practicaron un aborto y a causa de ello sufrió una infección que la provocó la muerte. El reclamo por María Silvia Solís se llevó a cabo el miércoles y estuvo encabezada por su padre, Adrián Solís, que aseguró que “tiempo después no se sabe nada”.

La joven falleció el 30 de septiembre, en el hospital Iturraspe de la capital, fue trasladada de urgencia desde la pequeña comunidad de 4.000 habitantes, situada en el departamento San Martín. Tres días más tarde la policía daba cuenta del macabro hallazgo de un feto humano, tirado en una zanja a pocos kilómetros de Piamonte.

Como consecuencia se produjo la detención del novio, el padrastro y la suegra de Solís, quienes recuperaron la libertad días después.

A pesar de lo polémico del tema la comunidad de Piamonte acompañó a los familiares de la joven, quienes emprendieron una marcha de silencio por el acceso principal de la localidad, frente a la Virgen que le da la bienvenida a los viajantes. El reclamo considerado “histórico”, se inició a las 19.30 y contó con la presencia de una gran cantidad de gente con velas, rezando y con carteles, que clamaron por justicia.

Toda la familia

“A mí me dejaron con la boca cerrada. Recién hoy (por el miércoles) tuve un contacto con el juzgado donde me dijeron que siga adelante con la marcha”, expresó Adrián Solís. A su lado estaba su esposa y varios de sus hijos. Todos con fotos con la cara de la joven muerta.

Alejandra, madre de María Solís, no dudó en señalar que alguien de la policía le sugirió que no hiciera la marcha. Según su relato un comisario le habría hecho esa observación junto con lo que la mujer comprendió como una amenaza.

“No sé qué pasó con mi hija. Nunca me avisaron que estaba mal o enferma. Yo la llevé al hospital donde duró tres días y falleció. Yo sospechaba que estaba embarazada, pero no me daba mucha cuenta. Estaba gordita. Ella lo negaba cuando el padre le decía que quería tener una nieta”, remató la mamá.

Mabel Esther Franchi, ex-directora de la Escuela Nº 278 de Piamonte y organizadora de la marcha, manifestó haber sido docente de María, por lo que “voy a apoyar a esta familia”. También reconoció que recibieron “propuestas intimidatorias para no realizar la marcha”, por lo que recurrieron a la Justicia, donde “entregamos el petitorio”.

Marcha de silencio por la muerte de una joven madre

Los padres y hermanos de la chica fallecida pidieron que se investigue qué pasó con María Solís.

Foto: Corresponsal El Trébol

Como se pide.

La señora Cecilia Arenaza, testigo en el juicio por delitos de lesa humanidad, por haber sido inquilina de una casa-quinta ubicada en Calle del Sol al 200 de Villa California, en San José del Rincón, se comunicó con la redacción de El Litoral para aclarar que no reconoció la existencia de un baño como el que describen las víctimas del caso. Pedimos disculpas a la testigo por el error involuntario publicado en la edición del miércoles 18 del corriente, en página 28.

/// aclaración

La autopsia.

La autopsia realizada sobre el cuerpo de María Silvia Solís, indicó que la muerte se produjo “como consecuencia de un aborto mal realizado”, por lo que en estos momentos, la investigación se centra en saber si fue autoprovocado o si una o más personas colaboraron en la realización. Al mismo tiempo, otra de las cuestiones que intenta develar la Justicia es si el feto encontrado en una alcantarilla en cercanías a la localidad tiene o no relación con este hecho.

/// EL DATO

Sangre en la casa

Tras la aparición del feto en una zanja a dos kilómetros al este de Piamonte, los allanamientos en el domicilio de calle Almirante Brown al 700, donde residía María Silvia Solís junto a su concubino y los padres de éste, fueron positivos. Además, a través de peritajes de criminalística mediante reactivos, se encontraron rastros de sangre en el baño de la vivienda y en el garaje.

También a través de investigaciones, comenzó a desenmarañarse el misterio del feto seccionado. Se presume que alguien en la vivienda llevó el feto en una bolsa al garaje y los perros del lugar lo despedazaron. Esto dejó evidentes rastros de sangre en el lugar que fueron detectados por las fuerzas de investigaciones de la Unidad Regional XVIII.

Por eso, al percatarse de lo sucedido, habrían metido en la bolsa lo que quedaba del feto y lo arrojaron a la zanja en la que fue encontrado días después.