SANTIAGO VERONESI

Santafesino abocado a la restauración del Colón

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Primero trabajó en el convento de Santo Domingo y la iglesia Nuestra Señora del Rosario de Capital Federal.

Foto:ARCHIVO

A partir de un curso de conservación que concretó en Italia, está trabajando en el Teatro Colón. Tiene 25 años y cuenta cuál es su tarea específica en el edificio histórico.

 

DE LA REDACCIÓN DE EL LITORAL

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Primero trabajó en el convento de Santo Domingo y la iglesia Nuestra Señora del Rosario en Capital Federal. Ahora está abocado a la restauración del Teatro Colón.

Santiago Veronesi es santafesino y en octubre de 2007 dejó su trabajo en Santa Fe para encarar un curso de restauración, conservativa y arquitectónica, que organizó el ente italiano Kantea y que condujo en este país el Comité de Asociaciones Vénetas Argentinas (Cava).

El curso tuvo un desarrollo de 600 horas, 420 teórico-prácticas y 180 de pasantía en una empresa. Así llegó a la empresa Leguizamón, Ezcurra y Asociados SRL, luego Leez, donde aún trabaja.

Dos semanas estuvo en Italia, a principios de abril de 2008, en Lucca y en Florencia donde conoció el patrimonio arquitectónico y cultural de las ciudades europeas. Cuando volvió a la Argentina siguió con la segunda parte del curso: la pasantía. “Cuando me incorporé estaban restaurando el convento de Santo Domingo e iglesia del Rosario, el envolvente exterior y casi todos los claustros del convento. Finalizada la obra siguieron con el salón Dorado, Salón Blanco y Foyer del Teatro Colón. Comenzamos la segunda quincena de junio con los primeros acercamientos: pruebas y ensayos de limpieza, reconocimiento de los materiales, relevamientos de patologías, etc. Estimamos el fin de nuestra intervención para fines de marzo de 2010”.

Veronesi aclara que a la restauración se llega en última instancia, “cuando hay un correcto mantenimiento del edificio se minimiza la intervención, siempre es más adecuada una actitud conservativa que una intervencionista”.

TAREA ESPECÍFICA

La intervención que está realizando en el Teatro es la parte de solados de madera y mármol de Carrara, limpieza, consolidación, encerado y lustrado de estucos símil mármol; limpieza, reintegración, encerado y lustrado de todos los mármoles ornamentales incluidas barandas, balaustres y zócalos; finalmente también las aberturas interiores.

“Algunas de las patologías que encontramos fueron suciedad adherida a la cera vieja de los estucos, cemento de contacto sobre los solados de madera y mármol de Carrara de las escaleras con el que se adhirieron las alfombras, hongos en la masa de los estucos, sales por filtraciones de agua, faltantes en estucos y desprendimientos”.

Específicamente Santiago está abocado al relevamiento de patologías y relevamientos fotográficos: “Antes de poder comenzar a intervenir cualquier local, debemos presentar a la dirección de obra un mapeo fotográfico de todas las superficies del local en cuestión y al mismo tiempo entregar el correspondiente plano con las patologías detectadas”.

“Para mí estar en la restauración, más allá del Colón, significa una experiencia extraordinaria y privilegiada”, concluyó con satisfacción.

Las obras que actualmente tiene la empresa en la que trabaja son el Colón y la iglesia San Ignacio de Loyola en la Manzana de las Luces.

/// OPINIÓN

Atentados

Santiago Veronesi

En la ciudad de Santa Fe he visto verdaderos atentados contra el arte arquitectónico, desde demoliciones completas hasta injertos incompatibles.

Salvar edificios aislados no ayuda mucho, si no se protege también el entorno paisajístico que les da marco. En ciudades europeas está terminantemente prohibido hacer modificaciones en el exterior de los edificios en las ciudades históricas. Y es de esperar sentirse en el mismísimo medioevo al visitar ciudades como Siena o Lucca.