“Por la música y por la amistad”

Casi cuatro décadas atrás, tres músicos, entonces jóvenes estudiantes del Colegio Inmaculada, formaron “New Sound” y con su estilo marcaron toda una época en la ciudad.

TEXTOS. NAIME ABUD. FOTOS. GENTILEZA THE NEW SOUND.

“Por la música y por la amistad”

Incluso desde antes de Cristo, filósofos como Aristóteles se preguntaban si la música era capaz de hacernos mejores personas. Hay quienes opinan que sí, y existen quienes creen que semejante afirmación carece de cualquier base empírica capaz de demostrarlo.

Lo que sí quedó claro para los integrantes del grupo “The New Sound” es que la música es capaz de perpetuar una amistad a lo largo de los años. Y es que casi después de cuatro décadas, estos melómanos siguen compartiendo reuniones semanales para disfrutar su afición.

El grupo se formó a finales de la década del ‘60 y durante cuatro años realizó presentaciones en la ciudad de Santa Fe y alrededores. Carlos García Puente, Blas Páez y Jorge Albornoz, todos alumnos del Colegio Inmaculada, tuvieron fácil acceso a las tertulias del cine Garay y lograron conquistar a numerosos exponentes de la sociedad santafesina.

La banda ensayó con guitarras españolas durante todo el año ‘66, antes de decantarse por un género más eléctrico y realizar su primera presentación en vivo en marzo de 1967 en el cumpleaños de 15 de Marilupe Goycoechea, la prima de Blas Páez.

LOS INTEGRANTES

La formación estaba compuesta por Blas en primera guitarra, Carlos en segunda guitarra y Jorge en bajo. Aunque en ese momento el grupo contaba con un integrante más a cargo de la batería, Antuco Francia. Sin embargo, cuando comenzaron a tocar, a comienzos del año ‘67, Antuco decidió separarse del grupo y optó por continuar con sus estudios de Literatura.

Durante el tiempo que duraron las presentaciones en vivo, varios integrantes pasaron por “The New Sound”: Eddie Collins fue el baterista que acompañó a la banda en su debut, sucedido por Alfredo Romero, quien a su vez fue relevado por Carlitos Nigro -cuando los días de la pandilla como grupo de rock ya comenzaban a vislumbrar su final-. El Turco Andión se les unió en un principio con la trompeta, hasta que fue reemplazado por Amilcar Bufano y su teclado. Todos ellos formaron parte del grupo en algún momento, pero fueron los tres compañeros de colegio -Carlos, Blas y Jorge- los que permanecieron inseparables desde el principio hasta el final.

Si bien nunca grabaron ningún material, sus conciertos llegaron a tener gran repercusión, y rápidamente se hicieron con un amplio grupo de seguidores. A pesar de sus escasos 16 años, los chicos poseían un gran nivel de responsabilidad, y supieron abrirse camino trabajando no solo como músicos, sino también como managers, empresarios y administradores de su propia banda.

Lejos de seguir los pasos de los grupos de la época, se distanciaron de las incipientes raíces del rock nacional y optaron por conquistar al público con temas de bandas internacionales como los Beatles y Creedence Clearwater. Además, un rasgo destacable es que en “The New Sound” siempre optaron por melodías instrumentales y la banda nunca contó con un cantante. La elección del estilo fue acertada y el grupo causó sensación.

UNA INTENSA TRAYECTORIA

Durante los cuatro años que duró el fenómeno, “The New Sound” arrasó. Tocaban viernes, sábados y domingos y, a veces, hasta dos funciones por noche. Todos los eventos sociales importantes contaban con su presencia: los cumpleaños de 15, las presentaciones en sociedad en el Club del Orden y la inauguración del gimnasio del Calvario, entre otros. Además, gracias a su gran versatilidad y capacidad de adaptación, también se hicieron asiduos de confiterías de moda como “07”, “Tía María” y “Toys”, y hasta llegaron a tocar para los presos de la cárcel de Las Flores; y en la parroquia del Padre Catena en el barrio del Triángulo.

En todo esto tuvo mucho que ver el esfuerzo propio -por supuesto-, pero no pasaba desapercibido que se los señalara como el “grupo oficial del Colegio Inmaculada”. Ciertamente esto les abrió muchas puertas, y que los curas del colegio se hallaran en perfecta armonía con las actividades extracurriculares de los alumnos también tenía su lado positivo; se les permitía faltar a clases de gimnasia, tenían siempre lugar de ensayo asegurado en un mini teatro de la institución, y construían ellos mismos todos sus equipos en la carpintería.

No obstante, esta independencia en el trabajo tenía sus inconvenientes. La precariedad de los elementos técnicos con los que la banda tenía que tocar establecía una marcada diferencia en cuanto a sonido con los demás grupos de la época. De todas maneras, lejos de amedrentarse por esos pequeños obstáculos, el trío le puso más empeño a la tarea y llegó a compartir escenario con importantes conjuntos del momento como “Los Fantasmas”, “Them” y “Majestuosos”.

EL ADIOS A LOS ESCENARIOS

Sin embargo, una vez terminado el colegio, había que tomar una decisión. Los días de “The New Sound” como grupo de rock habían llegado a su fin. Para ese entonces ya contaban con 123 temas en su repertorio, y continuaban siendo aclamados por el público. Sin embargo, las obligaciones de cada uno -que reducían considerablemente las horas de ensayo-, y el surgimiento de otros grupos de muy buen nivel musical hicieron que los integrantes decidieran decirle adiós a los escenarios. Carlos, Blas y Jorge eligieron los carnavales del Country del Jockey Club del añ0 “70 para saludar a su público por última vez. Después de un gran show de despedida, los tres amigos siguieron caminos separados para comenzar su vida universitaria, en algunos casos lejos de casa, pero nunca lejos de la música.

Las pocas oportunidades en las que volvieron a reunirse como grupo musical fueron ocasiones especiales: en la Iglesia de los Milagros, para el casamiento de Blas, algunos cumpleaños y para el 25º aniversario de bodas de Jorge Albornoz. Por ahora coquetean con la idea de volver a tocar el año que viene cuando los tres festejen su 60º cumpleaños.

Hoy, casi cuatro décadas después de haberse despedido de los escenarios, un odontólogo, un abogado y un psicólogo se reúnen una vez por semana para seguir compartiendo la música que tanto aman. Ya no tocan, pero disfrutan del placer de poder compartir un momento para escucharla. “The New Sound” los juntó cuando eran apenas tres adolescentes y la música los mantuvo unidos hasta el día de hoy. Ciertamente ninguno de ellos olvidará las experiencias vividas como banda de rock, pero sin duda lo más importante para los tres es la continuidad de una amistad que permanece y transcurre a través de los años. Por eso, el brindis oficial de “The New Sound” sigue siendo: “por la música y por la amistad”.

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Jorge albornoz, blas páez y carlos garcía puente.

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new sound en una de sus presentaciones.

+datos “Contrastes”

El miembro de “The New Sound” que continuó incursionando en la música fue Blas Páez. Actualmente toca junto a su hijo en la banda “Contrastes”, un grupo de composiciones propias liderado por una melodiosa voz femenina.

Evidentemente alejado del estilo que caracterizó sus comienzos en la música junto a “The New Sound”, Blas explora su lado más rockero y sigue cultivando su amor por la música, esta vez junto a su familia.