Delicatessen antiestrés

Delicatessen antiestrés

Si su ritmo de vida es similar a una carrera de Fórmula 1, desconecte el teléfono móvil, cierre la agenda y abandónese al placer de los masajes, un gesto hedonista que no debe perderse.

TEXTO. CARMEN MARTÍN. FOTO. EFE REPORTAJES.

Lo ideal sería disponer de tiempo suficiente para relajarse, pero la actividad diaria y su frenético ritmo, en la mayoría de los casos, impide disfrutar de un relajante baño o de las bondades de un buen masaje, delicias que ayudan a desconectarse y a vivir con más calma.

Masajes tailandeses, remodelantes, energéticos, con esferas chinas o a cuatro manos son algunas de las delicias antiestrés que ofrecen los centros de belleza más innovadores junto con sugerentes tratamientos con piedras de lava volcánica, diseñados para preservar la salud y la belleza, además de estar pensados para dedicar tiempo a uno mismo.

No lo piense más. Reserve un par de horas en su agenda, elija el tratamiento que más le seduzca y déjese mecer por manos expertas para aliviar tensiones, tonificar y reafirmar la piel al mismo tiempo que deleita los sentidos y recupera la calma.

MÁS OPCIONES

El Tui Na es un masaje vigoroso y profundo, realizado con movimientos manuales intensos. Resulta ideal para activar la circulación, combatir el estrés, el agotamiento psíquico y el insomnio, y lograr el equilibrio interior. Para realizarlo se requiere un conocimiento exhaustivo de los puntos energéticos corporales, de los meridianos y de la acupuntura.

Otra alternativa es que cuatro manos expertas, envueltas en aceites esenciales, trabajen los músculos de manera sincronizada, en diagonal y con movimientos circulatorios muy minuciosos. Después realizan pases más largos hasta conseguir aliviar tensiones y deshacer contracturas musculares hasta lograr un relax total.

CON PIEDRAS VOLCÁNICAS

Si se elige la opción de equilibrar Chakras con piedras volcánicas calientes, la sesión se inicia con un ritual de pies para relajar y una suave limpieza de cara. Continúa con una exfoliación completa de cuerpo, realizada con un cepillo de cactus que arrastra las células muertas, aunque en ningún momento se araña ni rasca la piel.

A continuación, tumbada boca abajo, se colocan las piedras volcánicas calientes sobre los Chakras -puntos energéticos del cuerpo- y se realiza un masaje corporal con aceites esenciales escogidos individualmente y piedras de lava volcánicas calientes para liberar y aliviar la tensión corporal, haciendo hincapié en la espalda donde el estrés se siente más cómodo.

También se trabaja alrededor de los ojos y las orejas para conseguir mayor confort, antes de comenzar con un masaje de cabeza mediante acupresión.

El tratamiento corporal completo concluye con un estiramiento suave para ayudar a liberar la tensión acumulada en cuellos y hombros, dejando al cuerpo con una sensación de suavidad, el espíritu en calma y el ánimo vital renovado.

Los Chakras son los siete centros de energía de nuestro cuerpo que afectan a nuestro equilibrio y armonía interior. Cuando los Chakras se bloquean o se congestionan, el cuerpo y la mente pueden resultar afectados.

TAILANDÉS O SUECO

La terapia de masaje tailandés consiste en mezclar estiramientos y presiones de manera equilibrada con las manos, los pies, los codos y/o las rodillas siguiendo las líneas energéticas del cuerpo. Resulta ideal para restablecer la energía y las emociones, además de reequilibrar el cuerpo y la mente.

Desarrollado por el precursor de la kinesioterapia, Henrik Ling, el masaje sueco propone una técnica “para aliviar dolores y tensiones acumuladas en la espalda, el cuello, las piernas y los hombros, además de estimular la piel y ayudar a modelarla figura”.

Con hidratantes o aceites esenciales para evitar la fricción con la piel, el profesional comienza la sesión desde las extremidades inferiores hacia el corazón con el fin de estimular la circulación de retorno.

HOT-STONE Y ESFERAS CHINAS

Originario de Arizona, el masaje con piedras calientes está indicado para remitir dolencias musculares y tensiones nerviosas. Se suelen utilizar piedras calientes de basalto -de distinto tamaño y a temperatura diferente- que, poco a poco, se van colocando sobre la espalda, el estómago, la nuca, las piernas, los brazos y entre los dedos de los pies con el fin de que el paciente recobre la energía. La sesión termina con un masaje relajante con piedras frías que eliminan las contracturas musculares, tonifica la piel y activa la circulación.

Otra alternativa es el masaje con esferas chinas. En este caso, además de relajar el cuerpo mediante el movimiento de estos elementos, consigue relajar la mente gracias al sonido del Yin y el Yan que emiten las esferas.