Un diagnóstico acertado para recuperarse de lesiones

Un diagnóstico acertado para recuperarse de lesiones

En la alta competencia y en la práctica esporádica, el riesgo de lastimarse siempre existe. Los métodos de diagnóstico mejoraron como también la preparación profesional. Ambos posibilitan rehabilitaciones rápidas. Pero, ¿hay chances de que esa evolución sea definitiva?.

FUENTE. PRO-SALUD NEWS. FOTO. EL LITORAL.

Tanto en la alta competencia como en el amateurismo, la exposición del cuerpo a un cierto nivel de actividad física permanente conlleva riesgos, sobre todo si implica realizar un deporte de contacto.

Es por eso que desde siempre y en todas las disciplinas se han dado casos en los cuales la integridad física de un deportista se ha visto perjudicada por lesiones, con el agravante de que en muchas ocasiones el daño no se circunscribe a unos días, semanas o meses (y se soluciona con la recuperación pertinente), sino que se vuelve permanente. Esta situación provoca la limitación de los movimientos y la actividad, inclusive muchos años después de ocurrida la lesión.

“Se sabe y está comprobado que el deporte competitivo no es saludable porque representa un riesgo en el momento pero, fundamentalmente, debido a que deja secuelas. Inclusive hay deportistas que se retiran antes de lo que deberían (o podrían) porque presentan situaciones invalidantes o de cierta incapacidad a edad temprana. También hay un gran número que debió recurrir a tratamientos quirúrgicos o a la colocación de prótesis”, comentó en diálogo con Pro-Salud News el Dr. Norberto Debbag, médico Cardiólogo Deportólogo.

LAS CAUSAS DE LAS LESIONES

“Entre las causas que más se relacionan con estas “patologías profesionales’ como son llamadas las lesiones cuando se desarrollan en deportistas “de elite’, se cuentan el sobreuso, es decir la repetición constante de determinados movimientos sin que exista tiempo suficiente de recuperación cuando, por ejemplo en una práctica, se presenta una molestia o dolor; la utilización de sobrecargas o pesos, algo que era muy frecuente en la década del “70, razón por la cual muchos hoy ex futbolistas e ídolos de esa época tienen colocadas prótesis de cadera; los impactos que -repetidos sobre determinadas articulaciones- pueden provocar el desarrollo de artrosis de carácter precoz; las desviaciones de la columna o los miembros inferiores, situación que provoca una mala biomecánica del ejercicio y favorece las lesiones; el sobreentrenamiento o la repetición de movimientos sobre el sitio del dolor y, finalmente, las malas técnicas de entrenamiento”, enumeró Debbag.

En este punto vale aclarar que cada deporte tiene sus lesiones “favoritas”. Es decir que mientras es más probable que un futbolista sufra daños en sus rodillas (esguince, rotura de ligamentos) o sus tobillos (fractura, luxación, esguince), en el tenis por ejemplo “la vedette” son los problemas de muñeca, abdominales, espalda y el “codo del tenista” (epicondilitis).

“El tobillo es, tal vez, la parte del cuerpo que más sufre con el fútbol. Con respecto a la rodilla, es bastante frecuente que tal vez alrededor de los 50 años los futbolistas, aunque también los basquetbolistas requieran prótesis”, sostuvo Debbag.

UNa evaluación OPORTUNa

Ya sea en el fútbol, el rugby, así como también en el voley -donde predominan los problemas en los hombros- y el hockey, con un alto porcentaje de molestias en la cintura, las muñecas y las rodillas, es importante poder contar con herramientas de diagnóstico por imágenes que permitan -ante la presencia del dolor o la molestia- saber qué es lo que está pasando para poner en marcha el abordaje adecuado.

Un mal diagnóstico puede perjudicar a un deportista tanto como una rehabilitación ineficiente o corta. Si el equipo médico no conoce qué está ocurriendo, es probable que se caiga en errores y que el jugador vuelva a la canchas falto de preparación o bien entrenado en exceso.

“Todos y cada uno de los métodos de diagnóstico por imágenes tienen utilidad en la evaluación de las lesiones deportivas. Su utilización dependerá del tipo de lesión y de la indicación médica. En este sentido no es lo mismo un problema muscular que uno tendinoso o articular. En términos generales, la Resonancia Magnética (RM) y la Ecografía (Eco), junto al examen radiográfico simple (RX), representan los métodos más utilizados porque resuelven la mayor parte de estas lesiones”, afirmó al ser consultado por Pro-Salud News el Dr. Alejandro Rolon, especialista en Diagnóstico por Imágenes, encargado del Área de Musculoesquelético del Centro de Diagnóstico Dr. Enrique Rossi (CDR) e integrante del cuerpo médico de la Selección Argentina de Fútbol y del Torneo de Tenis ATP de Buenos Aires.

Es decir que cualquiera de las tres herramientas mencionadas por el especialista es válida a la hora de diagnosticar. Eso, sin dudas, genera que a diferencia de lo que ocurría hace algunos años, hoy sea más fácil dar en la tecla. Sin embargo no sólo de cantidad de trata.

“Además de contar con más posibilidades, hemos progresado desde el punto de vista tecnológico. Creo que ‘el gran avance’ es haber aprendido a manejar de mejor forma estos métodos”, sumó el Dr. Rolon.