Polémica por el encuentro con Mahmud Ahmadinejad
Lula defendió la visita del
presidente de Irán a Brasil
Una delegación de 280 personas, entre los que hay 150 empresarios, acompaña a Ahmadinejad en Brasil.
El presidente de Brasil recibió, al cierre de esta edición, a su homólogo de Irán, Mahmud Ahmadinejad en Brasilia, quien inició así una gira sudamericana que continuará en Bolivia y Venezuela. En el Palacio de Itamaraty, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, mantendrán una reunión de trabajo y clausurarán un encuentro en el que participarán unos 300 empresarios de ambos países.
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A pocas horas de recibir en su país al presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, el mandatario brasileño Luiz Inacio Lula da Silva destacó hoy la necesidad de conversar con todos los actores para lograr la paz en Medio Oriente, objetivo que, afirmó, será imposible alcanzar con intolerancia.
Lula exaltó el papel que puede desempeñar Brasil en esas negociaciones y apuntó que pocas naciones tienen el privilegio de recibir en 15 días a los presidentes de Israel, Shimon Peres; de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abas; y de Irán, Mahmud Ahmadinejad, tres de los países con mucha responsabilidad con la paz en aquella convulsionada región.
En su habitual programa radial de los lunes “Café con el presidente”, Lula rechazó el criterio de que sólo debía recibir a uno de ellos. “Si usted tiene un conflicto, una divergencia muy larga, de mucho tiempo, no avanza si aísla a las personas”, señaló, según reprodujo Prensa Latina.
“Resulta necesario establecer un diálogo, una política muy seria de conversación para que usted pueda entonces creer que es posible establecer la paz en Medio Oriente”, agregó.
Ahmadinejad llegaba hoy en visita oficial acompañado por una comitiva de 280 personas, la mayoría empresarios, ya que el gobierno iraní aspira a estrechar lazos bilaterales con Brasil en unas 27 áreas, una de las cuales es la de producción nuclear, informó Ansa.
Ahmadinejad permanecerá en territorio brasileño sólo un día y con su visita, según autoridades y analistas locales, Brasil cierra la primera etapa de un ciclo de articulaciones en busca de mediar para la paz en el conflicto de Medio Oriente.
“Si Irán es un actor importante en toda esa discordia (en Medio Oriente), es importante que alguien se siente con Irán, converse para que volvamos a una cierta normalidad” allí, aseguró Lula, y completó: “Hay una serie de países que no conversan con Irán, es inútil dejar a Irán aislado”.
La visita
La intensa y controvertida visita de pocas horas a Brasil del presidente iraní en la que busca el apoyo de los brasileños a su programa nuclear, se da en medio de una gran polémica en el país sudamericano.
Ahmadinejad sugirió en un artículo divulgado por la embajada de su país en Brasilia que tendría sentido el apoyo de Brasil, ya que el país sudamericano tiene un avanzado programa nuclear con fines pacíficos.
“Si en esa polémica injusta de los países occidentales contra el programa nuclear iraní de fines pacíficos, el pueblo brasileño se pone del lado del pueblo iraní, será por una experiencia semejante en la que el pueblo entendió que unos pocos poderes arrogantes (...) intentan impedir que las otras naciones tengan acceso a ciencias avanzadas”, dijo Ahmadinejad en ese texto.
Brasil defiende el derecho de los países a desarrollar un programa nuclear pacífico y en reciente entrevista con el presidente Luiz Inacio Lula da Silva defendió agotar la vía diplomática para convencer “políticamente” a Irán para que acepte una solución para los problemas que despierta su programa nuclear.
Brasil defiende amplias y diversificadas relaciones con todos los países y, al tiempo que busca un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, se ha ofrecido como interlocutor en Medio Oriente.
La visita de Ahmadinejad ha generado gran polémica y protestas en Brasil.
“¿Brasil: qué invitado es ése?”, protestaron en Río de Janeiro agrupaciones judías, contra el racismo, de derechos humanos y homosexuales. “Nosotros, los movimientos sociales, deploramos esa visita”, declara un comunicado divulgado por varias ONG’s.
Pero ante la Cancillería brasileña, punto de llegada del iraní, fueron plantadas hoy dos pancartas de apoyo, una de las cuales da la “bienvenida” a Ahmadinejad, y aboga por Brasil e Irán “contra las guerras imperialistas patrocinadas por Estados Unidos e Israel”.
La agenda de Ahmadinejad en Brasilia incluye un encuentro con el presidente Lula, una visita al Congreso, una rueda de prensa y un discurso en una universidad de Brasilia con debate con los estudiantes, informó la embajada.
Ésta será la primera visita de un presidente iraní a Brasil, y el tercer encuentro con Lula, quien visitará Teherán en el primer semestre de 2010.
Una delegación de 280 personas acompaña a Ahmadinejad en Brasil, entre éstos más de 150 empresarios que participarán de un seminario económico.
El comercio bilateral ascendió este año de enero a octubre a 956 millones de dólares, de los cuales apenas 18 millones son importaciones brasileñas. La estatal petrolera brasileña Petrobras actúa en algunas áreas en Irán, aunque la prensa indicó la pasada semana que podría salir del país por falta de resultados.