“Rita y Li”, el último filme rodado en Santa Fe

Amistad más allá de las fronteras

El cordobés Francisco D’Intino eligió la ciudad para ambientar su nueva producción, que cuenta con las actuaciones de Julieta Ortega, Juan Palomino y Antonio Birabent, entre otros.

Amistad más allá de las fronteras

Julieta Ortega, quien interpreta a la paraguaya Rita, recibiendo instrucciones del director Francisco D’Intino. Foto: Gentileza producción.

 

Ignacio Andrés Amarillo

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Los transeúntes santafesinos, especialmente los que circulan habitualmente por la zona del Mercado Norte, vieron durante varias semanas algunas alteraciones en la rutina: cámaras, actores y técnicos tomaron nuevamente las calles de la ciudad, para la realización de un nuevo largometraje, cuyo rodaje comenzó en la última semana de septiembre.

Se trata de “Rita y Li”, una producción de Orsay Troupe SRL y Malevo Films SRL, dirigida por el cordobés Francisco D’Intino, que cuenta con el protagónico de Julieta Ortega y la presencia de destacados actores de la escena nacional.

Durante el proceso de gestación de este nuevo emprendimiento (que ocupó talento local, delante y detrás de la lente), el realizador conversó con El Litoral sobre su proyecto.

—¿Cómo surgió la idea de esta película y de venir a hacerla a Santa Fe?

—La película está enmarcada en lo que son las películas del cine argentino, que tienen todo un proceso previo de ingreso al Instituto, preclasificación, pedido de crédito... Lleva un tiempo, y llega un tiempo en que se acaba y hay que empezar con la película.

En el caso mío, las cinco o seis películas que he hecho primero las hago fuera de Buenos Aires; y segundo trato de no filmar en mi ciudad (Agua de Oro, un pequeño pueblo en las sierras de Córdoba), porque cuando filmo me gusta irme, no estar en el lugar donde vivo, lo que te da un cierto alejamiento de las cosas y los problemas cotidianos, y te metés más de lleno: hacer la película es como un viaje.

Ésta sería mi sexta película, hay una que terminamos hace poco, se va a estrenar después de terminar con ésta. He filmado en la Patagonia, en Catamarca, en montones de lugares. Surgió la posibilidad de venir a filmar acá a partir de un montón de hechos.

He tenido grandes amigos que eran de acá, que yo he querido mucho: entre otros el que fue director de la Escuela de Cine de Córdoba, Juan Oliva, que se instaló allá y su mujer está enterrada en mi casa, a él lo estamos por llevar ahora. Y un grupo grande de la Escuela de Cine de Santa Fe, algunos están todavía por acá, como Patricio Coll.

Por otro lado, estaba Atilio Perín, con quien yo estoy trabajando: acaba de hacer la fotografía y cámara de dos películas conmigo. Él me dijo “¿por qué no la hacemos en Santa Fe?”. Está la Escuela de Cine, está el “Conejo” (López), un viejo amigo mío de los 70. Ahí vinimos, echamos una mirada, y el tipo de ciudad que la película necesitaba tenía que ver con una ciudad mediana, no muy grande, con un ritmo no demasiado alocado para poder filmar tranquilos. Se dieron todas las condiciones para poder hacerlo acá: de golpe empezaron a aparecer algunas cosas lindas: básicamente un gran apoyo municipal; no de tipo económico, pero sí facilitar cosas. Cuando descubrimos ese Mercado (Norte), nos dijeron “lo tienen para que filmen tranquilos ahí”. Nos dieron una cuadra, eso no tiene precio, para poder ambientar otros negocios alrededor.

Historia e intérpretes

—¿De qué trata la película?

—Cuenta la historia de dos mujeres extranjeras, que la vida las hace encontrarse en la Argentina. Tiene que ver con el desarraigo, con el extranjero que se va a otro lugar: en este caso Rita es una paraguaya y Li es una china, que coinciden en un lavadero de ropa que Li regentea. Y en el medio de ese lavadero, y de las cosas que les van pasando, va surgiendo una relación de amistad muy profunda entre ellas dos, que son dos personas muy solas, muy desamparadas, en un medio no hostil, pero sí extraño para sus culturas y sus maneras de ser. Logran construir una amistad a partir de las diferencias culturales, alguna diferencia de edad: la necesidad de saber que el otro está les ayuda a eso.

En el medio, hay algunas vicisitudes que les suceden. Se supone que la película va a ser entretenida (risas).

Tenemos un elenco importante: una actriz japonesa, Miki Kawashima, Julieta Ortega, Juan Palomino, Antonio Birabent, Virginia Lago, Juan Manuel Tenuta. Y se sumaron unos siete u ocho actores de acá: la persona que coordinó el casting es Sergio Cangiano.

Con respecto a lo técnico, el proceso es similar, con 12 técnicos de afuera y unos 14 de acá: una mixtura de gente de la escuela de cine, con la idea de que más allá de lo laboral sea una buena experiencia.

—¿A la gente de acá la sumaron a través de Atilio?

—Sí, Atilio está ligado a la película y a la escuela, es un buen nexo.

—¿Cuál es el tiempo de rodaje previsto?

—Calculamos cinco semanas de seis días. Son las seis semanas comunes de rodaje; lo que pasa es que nosotros las achicamos, porque como estamos fuera de casa filmamos el sábado también, dejamos un solo día de descanso. Y eso les sirve a todos, porque la gente se puede volver una semana antes.

—Algunos de los actores debe tener problemas...

—Tenemos problemas grandes con los teatros, porque Palomino está haciendo teatro, Tenuta también (un gran éxito con Norma Aleandro y Mercedes Morán); Virginia está haciendo teatro, y Birabent está haciendo conciertos. La que está libre es Julieta (que es lo que más nos costó), porque tiene que estar toda la película: ella es Rita.

Recursos

—El Iscaa también está colaborando en este proyecto...

—Sí, dentro de sus posibilidades, porque tampoco está en nuestra intención sino lo contrario, tratar de colaborar con la escuela, por lo que significó y significa: está sacando técnicos muy buenos.

—Hablábamos de los créditos del Incaa. ¿Es complicado llevar esta película adelante?

—El Instituto tiene un proceso lento, hay aumentos de costos muy grandes ahora: hablar de películas de menos de un millón de pesos es cada vez más difícil. Los costos suben: alojamiento, transporte, insumos. Cuando yo empecé en el cine se hacía una película con 60.000 pesos. Después con 200.000, después 600.000. Ahora hay que hablar de 900.000, cuando lo cerrás un millón, películas chicas. No es caro, 250.000 dólares. Pero ya pensar en eso y la posibilidad de recuperación a través de la venta es complicado, no es tan sencillo.

—Por ahí se puede paliar por instituciones que apoyan, que si uno tuviera que pagar por todos los recursos...

—Pero no hay muchas, en tiempos de crisis no conseguís demasiado. Nos ha ayudado mucho la Municipalidad: yo he sido secretario de Cultura de Córdoba nueve años, sé cómo es. Lo que pueden hacer lo hacen y con buena predisposición.

Nos echó una mano en lo que es diseño de color Ricardo Calanchini: a pedido mío armó una paleta de color, para hacer una calle mágica; no siempre se tiene una cuadra para uno. Entonces hay que aprovecharlo al máximo.

El staff

Dirección: Francisco D’Intino.

Guión: Francisco D’Intino y Héctor Grillo.

Productor: Enrique Muzio.

Elenco: Julieta Ortega, Miki Kawashima, Juan Palomino, Antonio Birabent, Virginia Lago y Juan Manuel Tenuta.

Director de Fotografía: Atilio Perín.

Asistente de dirección: Aldo Romero.

Compaginación: Santiago Seminara.

Jefe de producción: Agustín Falco.

Música: Marcelo Piazza.

Asesor visual: Ricardo Calanchini.

Apoyan: Municipalidad de la Ciudad de Santa Fe, Instituto Superior de Cine y Artes Audiovisuales Nº 10 de Santa Fe y UPCN.

Talento local

El joven santafesino Agustín Falco, jefe de producción del filme, sostuvo que “para los estudiantes que estamos participando, algunos egresados también, significa una práctica importantísima, porque es una película con un nivel casi industrial, al que no estamos acostumbrados a trabajar nosotros. Además la oportunidad de trabajar con gente con tanta experiencia, como Francisco, Atilio, Aldo Romero (asistente de dirección), que va a hacer su película número 50, ya trabajó con todas las personalidades del cine nacional.

—Varios de ustedes trabajaron en la película de Daniel Bustamante.

—Sí, a mí me tocó encargarme de la producción en Santa Fe, porque a diferencia de ésta, aquella película se rodó en tres ciudades: Capital Federal, Santa Fe y San Luis. A mí me tocó coordinar producción acá. Pero ésta se filma íntegramente en Santa Fe, lo que implica que el trabajo sea mucho más grande y la responsabilidad mucho mayor.

—Ya hay como un staff semifijo filmando en Santa Fe...

—Sí, y la gente que labura responde bien, tiene mucha vocación y son muy profesionales. El Instituto de Cine ha ayudado mucho a generar esos valores.

Amistad más allá de las fronteras

El director de fotografía y profesor del Iscaa, Atilio Perín, en plena faena, rodando una escena con Ortega. Foto: Gentileza producción

Amistad más allá de las fronteras

El director con el jefe de producción Agustín Falco (al fondo) y parte del staff local, convirtiendo una ex pescadería en lavadero, en el Mercado Norte. Foto: Gentileza producción

Amistad más allá de las fronteras

El legendario actor Juan Manuel Tenuta, en un alto de la filmación, en el lavadero donde transcurre la historia. Foto: Luis Cetraro.