En barrio Candioti

Denunció que le robaron

$10.000 en la comisaría

Lo detuvieron por un confuso episodio ocurrido un mes atrás, cuando discutió con un ciclista que circulaba por bulevar Gálvez al 1100. El hombre es un vendedor de autos de Laguna Paiva.

De la Redacción de El Litoral

[email protected]

Un vecino de la localidad de Laguna Paiva, dedicado a la compra-venta de automotores, denunció ante la Justicia y los medios de comunicación haber sido despojado de $ 10.000 en la Comisaría 3ra. de barrio Candioti, luego de que lo arrestaran en circunstancias confusas, frente a la Casa del Maestro.

Néstor Ariño contó que el lunes 26 de octubre -un mes atrás- había viajado a Santa Fe con $ 75.000 para hacer algunos pagos de los que asegura, puede acreditar mediante facturas, recibos de extracciones de cuentas bancarias y pagarés, que están fechados esa día.

Según su relato eran las 20.15 cuando llegó a la esquina de la Casa del Maestro, donde tenía una reunión a las 21. Para hacer tiempo estacionó su Megane II y se bajó para ir al bar que está en la esquina de bulevar Gálvez y Laprida.

Pero al abrir la puerta del coche tuvo un encontronazo con un ciclista, que lo denunció por una presunta amenaza con arma de fuego, aunque él asegura que todo quedó en un entredicho.

Media hora después dos policías lo fueron a buscar al bar y le pidieron que los acompañe hasta la Comisaría 3ra. que está apocas cuadras del lugar.

Comprobantes y testigos

“Para mí, fue una gran sorpresa porque ni bien entré me hicieron pasar a una piecita y me pidieron que dejara todo lo que llevaba puesto. Pregunté si estaba detenido y me dijeron que sí. Pedí para hacer un llamado para avisar a mi familia y no me lo permitieron. A las 21, estaba dentro de un calabozo, despojado de mis cosas”, relató Ariño.

“A la 1.30 de la mañana me sacaron del calabozo y me preguntaron si quería declarar ahí o ante el juez. El sumariante que me atendió me sugirió que lo hiciera delante del juez porque la acusación era grave” -amenaza calificada por el uso de arma-. Además, le recomendaron:

—No venga con tanto dinero ni tantas alhajas -cadena, pulsera y reloj de oro-, llevar cuatro mil y pico de pesos en Santa Fe es una locura -le advirtió el sumariante-.

—¡Cómo cuatro mil, tiene que haber $ 14.000!

—Acá no están, esto es lo que me pasaron de la guardia -retrucó el oficinista-.

Tras el diálogo recreado por el denunciante hubo una discusión y lo regresaron al calabozo, para sacarlo una hora y media más tarde. Recuerda que lo entrevistó “una persona vestida de civil que me preguntó si yo no estaba confundido. Le contesté que no, que tenía los comprobantes y testigos de los lugares por los que pasé”.

Entonces “me dijeron que si me mantenía en esa postura me iba a tener que quedar hasta el otro día y que le iban a dar intervención al juzgado; y si el juez no iba me podía quedar uno o dos días ahí. Les dije que por $ 10.000 me podía quedar cinco días, pero que a esto le iba a dar difusión”.

“Policías en acción”

Finalmente, recuperó la libertad a la una de la tarde del martes, tras firmar en disconformidad y dejando constancia del faltante de una importante suma: “Estaba todo, menos el fajito de 100 billetes de $ 100 que tenía el sello del Banco de la Provincia de Santa Fe”.

Después de consultar con distintos abogados, Ariño aún no se explica cuál fue el motivo de lo que le sucedió. “A lo mejor pensaban que todavía tenía todo el dinero encima, y fue una batida desde Laguna Paiva”, o acaso “me pregunto si no me lo mandaron (al ciclista), porque fue tonto lo que pasó”.

Después “trataron de degradarme como persona”, dijo Ariño, que cuenta como anécdota que lo tuvieron quince minutos en la vereda de la comisaría. Lo llevaron afuera esposado y a cara descubierta, a la vista de vecinos y curiosos, porque los policías no podían abrir el auto que tiene un sistema de tarjeta electrónica.

A un mes de ocurrido el hecho, el concesionario de Laguna Paiva que trabaja con las cuatro firmas más importantes del rubro en Santa Fe, arribó a una conclusión: “Cuidado, hay policías en acción que están esperando la oportunidad”.

1_gd.jpg

Néstor Ariño mostró las credenciales de legítimo usuario y los permisos de tenencia y portación de la pistola 9 mm que le secuestró la policía.

Foto: Guillermo Di Salvatore